Los hinchas del Udinese (y los chilenos) estuvieron pendientes de la recuperación de Alexis Sánchez durante los seis meses que el Maravilla estuvo esperando para volver a estrenarse con el equipo de Friuli. Si bien la espera fue larga, a fines de diciembre logró regresar a la acción en las canchas, pero hasta ahora no ha podido deslumbrar como se esperaba.
Hasta el momento Alexis ha jugado 7 partidos desde su regreso, sin goles ni asistencias. El medio partidario Tutto Udinese postula que su impacto en la cancha no se ha reflejado en las estadísticas debido a que el técnico Kosta Runjaic está empeñado en darle al chileno el rol de ‘9′, sabiendo que sus características físicas y futbolísticas actuales serían mejor utilizadas como segunda punta, detrás del centrodelantero.
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“Hay que tener en cuenta que los años avanzan para él y ya no tiene la condición física que tenía en la primera etapa de su carrera. Los problemas, por lo tanto, son los siguientes: poca integración en el juego, retraso en su estado físico y, en consecuencia, un impacto limitado en los partidos”, postula el medio citado.
Las soluciones que postulan en Italia para liberar al “mejor Sánchez”
“Las soluciones para el ´'roblema Sánchez” no son muchas, pero podrían dar resultados”, redacta el portal partidario del Udinese. En primer lugar aseguran que Alexis debe jugar más como un 10 y menos como un 7 para tener mayor incidencia en el juego, mientras que el problema de su condición física se debería regular con el tiempo, a medida que tome más ritmo de juego.
El entrenador Runjaic no se ha querido despegar de su preciado esquema 3-5-2, el cual no parece beneficiar a Sánchez. Según dicen en Italia, “la clave es el tridente: alinearlo junto a Lucca y Thauvin le daría un buen apoyo, además de que el delantero italiano asumiría el rol de número 9, liberando de responsabilidades al Niño”.
Para finalizar, concluyen que “también es fundamental que el equipo adopte una idea de juego que le permita recibir el balón al ras del suelo y entre líneas. Como los verdaderos diez, usados para ese pase final, ese balón filtrado que nadie vio, esa jugada que decide el partido. Los campeones son así, ¿verdad, amigo?”.
