Cuando parecía que la definición de la liguilla de la Championship entre Sunderland y Sheffield United se iba al alargue, los Gatos Negros pusieron el 2-1 final y sepultaron las esperanzas del equipo de Ben Brereton, que incluso habpian partido ganando.
El tanto que le arrebató el sueño al chileno lo convirtió Tom Watson al 90′+5 y, de esta manera, los Sables no pudieron romper la maldición de Wembley (no ganan ahí hace cien años) y quedaron condenados a pasar una temporada más en la categoría de plata del fútbol inglés.