Jorge Peña, de suplente a salvador de Unión La Calera: “Mi techo está mucho más arriba”

El arquero de 24 años conversó con En Cancha y entregó su visión respecto de pasar de la banca a la cancha en el momento más complicado: peleando el descenso en Primera División.

Jorge Peña pasó de suplente a figura en Unión La Calera. (ANDRES PINA/PHOTOSPORT)

Unión La Calera logró un milagro la temporada pasada, pues salvaron la categoría en las fechas finales del Campeonato Nacional. La llegada de Walter Lemma fue clave para lograr la contienda, pues realizó cambios en el equipo que ayudaron a levantar considerablemente el nivel.

Fue en el arco en donde movió las piezas, generando expectación en todos los hinchas caleranos. Esto debido a que se la jugó con Jorge Peña, meta de 24 años que solo había disputado un encuentro en Primera División.

Peña se adueño del arco en el encuentro de la fecha 20 del Campeonato Nacional, en donde vencieron a Palestino por 2-1. De ahí en adelante el oriundo de Valparaíso no soltó el arco y tuvo actuaciones destacadas, como contra Ñublense en donde le atajó un penal en el último minuto a Patricio Rubio.

Jorge Peña: de suplente a salvador de Unión La Calera

Tras un cierre de año maravilloso, Unión La Calera tomó la decisión de comprar su pase a Everton, pues estaba solamente a préstamo. Sobre esto, Jorge Peña conversó con En Cancha y reveló todo lo que vivió en la lucha por el descenso, pero también sus metas para el futuro.

se convirtió en el amuleto de Unión La Calera. Foto: Agencia Aton.
Jorge Peñase convirtió en el amuleto de Unión La Calera. Foto: Agencia Aton.

- ¿Cómo te tomaste la noticia de que seguirás en Unión La Calera?

Contento por que Unión La Calera depositó su confianza en mí. Ellos trabajaron bastante para lograr un acuerdo con Everton para yo poder quedarme en Calera y renovar por los próximos tres años. Lo veo como un gran paso en mi carrera, pues podré seguir consolidándome, sumando minutos y ser un aporte para el equipo.

- Fue una sorpresa que disputaran la parte baja...

Tuvimos un año bastante complicado, nadie se lo esperaba, ya que nuestros objetivos eran sumamente distintos a lo que se nos dio. Menos mal pudimos sacarlo adelante y, gracias a Dios me tocó jugar, por lo que pude aportar al equipo mi granito de arena, haciendo lo mejor posible para sacar la tarea adelante y lograr el objetivo que nos propusimos el segundo semestre.

- ¿Les jugaron en contra las altas expectativas que habían para la temporada?

Las metas para este año eran totalmente distintas, pues teníamos Copa Sudamericana que era importante y nos propusimos llegar a fase de grupos para seguir avanzando. Lo logramos y a su vez comenzamos ganando en el Campeonato Nacional, venía bien todo, pero de un momento a otro todo se vino abajo. Llegaron las derrotas, no podíamos sacar la tarea adelante y entramos en un bajón que fue bastante complicado.

- ¿Cómo lograron salir de ese hoyo emocional? ¿Qué les ayudó a cambiar el swtich?

Era un panorama bastante negro, por lo que era bastante difícil cambiar el switch, más que nada por las expectativas que teníamos en un comienzo, sumado al tipo de jugadores que llegaron. Fue duro el darse cuenta de la situación en la que estábamos, pasando de objetivos grandes a decir ‘tenemos que salvarnos del descenso’. Tratamos de dar vuelta la página rápidamente y ahí fue muy importante la llegada de Walter Lemma al club.

De vivir el descenso en la banca a saltar a la cancha para evitarlo

- ¿Cómo fue vivir la lucha por el descenso desde la banca?

Yo venía hace un par de años viendo todo desde la banca, ya que en los otros equipos que estaba era el segundo arquero. Es complicado verlos desde fuera, ya sea buen o mal momento, porque uno siempre entrena para poder jugar y participar. Pero en esta situación en específico me sentía mucho más frustrado, no por mi momento personal, sino porque yo quería que el equipo ganara fuera cual fuera mi lugar en el club.

Por ese lado se complicaba un poco, porque uno lo veía de afuera y se frustra más, porque vez que no llegan los resultados en una situación tan compleja como esta. Pero fue clave la mente, porque yo me enfocaba en que sino aportaba dentro de la cancha, lo tenía que hacer desde algún lado, ya sea entrenando o esforzándome más, porque yo sabía que tenía que llegar el momento en el que pudiese jugar.

- ¿Cómo lograste asimilar que pasaste de banca a titular cuando más compleja estaba la lucha por el descenso?

Me tocó ingresar en el momento más difícil de la temporada, en donde teníamos que sumar como fuera, pero no solo eso, sino que en lo personal llegaba con la misión de que me hicieran pocos goles, porque es ahí en donde se iba a definir el campeonato en la parte baja.

Personalmente nunca lo dimensioné como un momento de vida o muerte, porque los profes siempre me dieron la confianza y la tranquilidad de que si me tocaba jugar estaba preparado, así que confiaba plenamente en mí. Eso ayudó a que me pudiese desenvolver de una mejor manera dentro de la cancha, aunque sí estaba tenso en un principio, pero producto de esta confianza comencé a desenvolverme y mi rendimiento fue de menos a más.

- Walter Lemma fue clave en recuperar la confianza en los jugadores...

Sí, yo creo que influyó mucho la llegada de él. Apenas llegó nos dio la confianza, nos dio la tranquilidad de que éramos buenos jugadores, porque a la larga con los malos resultados la confianza de uno va cayendo, y nos dijo que él llegaba acá porque él confiaba en la calidad de los jugadores que había, que sabía que con los jugadores que había y con un par más que llegaron, la situación se podía revertir.

- ¿Cómo afectó la llegada de Walter Lemma en tu irrupción en el equipo?

Cuando llegó nos dijo que cualquiera tiene la posibilidad de ganarse un puesto. Entonces yo, que estaba afuera, quería demostrar mucho más en los entrenamientos, porque sabía que el profe estaba mirando en todo momento y que me podía llegar la oportunidad de asumir como arquero titular.

En lo personal me ayudó mucho, porque me dio la confianza y la responsabilidad grande de jugar en un momento complicado. Es por lo mismo que luchaba día a día para devolverle el “favor” de la misma manera, porque al fin y al cabo estaba depositando toda su confianza en mí. Además, en esas situaciones es muy difícil que exista un cambio de arquero y pongan al más joven.

- Antes de llegar a la titularidad. ¿Pensaste que te iba a tocar jugar y asumir tal responsabilidad?

Siempre traté de no volverme loco, de ir día a día analizando la situación y mantenerme en calma, porque en algún momento me iba a tocar. Lo principal era estar tranquilo, porque si me empezaba a volver loco me iba a perjudicar a mí, porque ya estábamos con el tema del descenso y ese es un estrés grande día a día. Me ayudó ser paciente y entrenarme para que cuando me tocará estar listo.

se convirtió en figura en la lucha por el descenso.
Jorge Peñase convirtió en figura en la lucha por el descenso.

El alivió de salvarse del descenso con Unión La Calera

- Fueron meses complicados. ¿Cuándo sentiste que ya se habían salvado del descenso?

Sí, la pasamos bastante mal durante esos largos meses, sufrimos demasiado. Hubo partidos que los ganamos en el último minuto, otros como el de Ñublense en donde nos cobran un penal al último minuto y así sucesivamente. Fin de semana a fin de semana era un sufrimiento, pero hubo dos partidos que cambiaron nuestra mentalidad: contra Audax Italiano que era un rival directo y contra el mismo Ñublense, que por ese entonces eran nuestra lucha para salvarnos.

Esos dos encuentros marcaron el camino para llegar con una tranquilidad importante para el último partido con Coquimbo Unido, incluso un partido antes sabíamos que con un empate o ganando estaríamos salvados y así pasó.

- Tú mismo lo mencionaste... ¿Cómo fue atajarle ese penal a Patricio Rubio al minuto 94?

Fue sumamente complicado ajaja, porque fue un partido difícil e íbamos ganando, pero en la última jugada nos cobran un penal. Ahí se te pasan mil cosas por la cabeza, vez la situación en la que estás y la victoria es lo único que te sirve para salir del fondo.

Traté de mantener la calma y recordarme de todo lo que me dijo el preparador de arqueros los días previos. Me enfoqué en que podía ser mi momento, porque me preparé para estas instancias tan importantes y tenía que actuar de buena manera.

No era fácil el rival que tenía enfrente, ya que era el Pato Rubio, uno que sabe patear penales y jugar. Gracias a Dios se lo atajé y eso nos entregó un envión anímico como equipo, porque de ahí en adelante cambiaron bastante las cosas y crecimos bastante en la confianza para afrontar la parte final del Campeonato Nacional.

- Fue ese partido el que cambió la opinión de los hinchas, pues comenzaste con un par de críticas

Cuando uno no viene siendo titular las cosas se complican un poquito más, y hay jugadas que uno no debe salir y otras que sí, entonces ahí cometía errores, pero la única forma de corregirlo es con tiempo de juego. En un principio yo no estaba conforme con mi desempeño, porque se me notaba un poco dubitativo, chocaba con algunos compañeros cuando iba a cortar centros y otras situaciones.

A partir de ese encuentro contra Ñublense es que pude crecer bastante, de hecho, pude mostrar el nivel que tanto deseaba. Solo quería ayudar al equipo y darle la confianza de que se podría salir de la compleja situación en la que nos encontrábamos. De ahí en adelanté logré madurar y se fueron dando las cosas, ya que mi nivel fue subiendo bastante.

- De hecho, esta fue la vez en la que logras asentarte como titular en Primera División

Mí único partido en Primera División, hasta ese momento, fue en mi debut con Everton hace bastante tiempo. Luego sumé un par de partidos en San Luis, en donde jugué algunos de Copa Chile, pero nunca tuve la regularidad de tener tres o cuatro partidos seguidos hasta que llegué a Unión La Calera.

Eso complica bastante al arquero, porque sabes que en el año tendrás dos o tres partidos en los que tienes que dar lo mejor de ti, si no te quedas en el banco hasta que el profe cambie de opinión y te entregue la confianza, lo cual no pasa mucho.

- ¿Pensaste que tras tu debut contra Palestino en Unión La Calera, serías titular indiscutido?

Yo estaba enfocado en hacer bien las cosas, no pensaba en nada más que en el duelo contra Palestino. Sabía que era mi obligación aprovechar esta oportunidad, por lo que me tenía que entregar al máximo para después seguir teniendo oportunidades en el primer equipo.

Cuando uno es joven, lamentablemente, tiene en la cabeza que al más mínimo error uno puede salir de la titularidad, porque siempre hay gente de mayor experiencia que le puede entregar más al equipo que uno. Pero me siguieron dando la confianza, ritmo de partido y eso me ayudó a madurar en el proceso, ya que me dieron tres o cuatro partidos seguidos y de ahí no salí más de la titularidad.

- Durante estos años en los que veías los partidos desde fuera ¿pensaste en bajar los brazos?

Cuando uno ve los partidos desde afuera se pasan muchas cosas por la cabeza, nunca se me ocurrió bajar los brazos, pero sí hubo frustración e incertidumbre conmigo. Pues uno se pone a pensar ‘si doy el máximo, ¿por qué no me llega la oportunidad?’.

Pero es ahí en donde los consejos son claves, y en ese sentido mi familia me ayudó bastante, ya que ellos me decían que tuviera la tranquilidad, fuera inteligente y que no tirara la toalla después de tantos años luchando por mi sueño. Siempre me pusieron paños fríos y me aseguraban que en algún momento me iba a tocar demostrar mis condiciones.

- ¿Cómo se tomó tu familia el giro que dio tu carrera?

Estaban todos felices, tanto mi familia como la de mi pareja. Estaban todos muy contentos y pendientes de lo que iba haciendo partido a partido, jugara o no, siempre estaban ahí dándome palabras de aliento y apoyándome en los momentos más complicados. Ellos destacaron bastante mi rendimiento en cancha, lo que me deja bastante contento.

- Sobre lo mismo... ¿Cómo consideras que fue tu temporada en una escala del 1 al 10?

Creo que me pondría un 7, porque fui de menos a más. Si bien en un principio me costó un poco, con el correr de los partidos fui entregándole seguridad al equipo, elevando mi nivel. Pese a lo anterior sé que puedo dar mucho más, me queda mucho por mejorar y aprender, ya que el puesto se hace en base a experiencia. Sé que mi techo está mucho más arriba de lo que viví el año pasado.