Nadie dijo que perseguir un sueño era fácil, menos el de ser futbolista profesional. Son muchos los que logran esto en sus primeros años, pero hay otros que se ven obligados a dar la vuelta larga producto de las vicisitudes de la vida misma.
Misael Llantén es un claro ejemplo de aquello. El nacido el 7 de febrero de 1999 salió de las divisiones inferiores de Colo Colo, en donde mostró su enorme talento en cada categoría en la que estuvo. De hecho, en su momento fue considerado uno de los grandes proyectos del semillero albo.
Si bien logró debutar profesionalmente con el Cacique en 2016, solo tuvo esa oportunidad en el primer equipo. De ahí en más, tuvo que comenzar desde abajo para llegar hasta donde está hoy: Deportes Limache.
El Misa, como le apodan sus cercanos, conversó con En Cancha y relató su viaje en el fútbol, pasando por momentos maravillosos en su carrera, hasta algunos de mucha incertidumbre en donde Dios -como cuenta- y su familia fueron fundamentales.
De la incertidumbre a brillar contra Colo Colo
El pasado 27 de diciembre, Misael Llantén fue presentado como refuerzo de Deportes Limache tras un exitoso paso en Barnechea. El volante nunca imaginó que su primer encuentro con los tomateros sería contra Colo Colo, su viejo amor.
-¿Cómo fue esta vuelta al Estadio Monumental después de tantos años?
-Tenía muchas sensaciones encontradas. Estaba emocionado, estaba contento y a la vez un poco tranquilo, pero fue linda la experiencia. Sabía que era un partido difícil, un partido con grandes expectativas, ya que teníamos enfrente un gran rival, uno de los mejores equipos del fútbol chileno, si no el mejor. Creo que lo afronté de buena manera, contento y realizado por así decirlo. Me sentí tranquilo, como en casa.
-Se notó esa tranquilidad dentro de la cancha, fuiste de los mejores...
-Todo esto es gracias a Dios, al sacrificio que hice día a día para llegar hasta acá, entrenando, cuidándome, preparándome más que nada. Me sentí sumamente cómodo dentro de la cancha y creo que se notó. Esta actuación me pilla en uno de mis mejores momentos, cuando ya soy más maduro y consciente de lo que hago. Por lo mismo me siento sumamente contento por mi rendimiento contra Colo Colo y espero seguir así para ayudar lo más que pueda al equipo.
-¿Con qué sensaciones quedaste tras el empate ante Colo Colo?
-Me voy bastante tranquilo. Obviamente, todos queríamos, yo como jugador y el equipo, siempre, ganar, pero también estábamos conscientes que era un gran rival, así que no nos quejamos por el empate. Sé puede decir que el resultado me dejó contento y estoy orgulloso de mis compañeros, así que buen apretón de inicio de año.
-Es tu primer partido oficial con Deportes Limache, ¿cómo te sentiste?
Dentro de todo, bien, igual el cuerpo técnico me conoce, así que me hicieron sentir bastante cómodo. Si bien me dan confianza, porque he trabajado antes con ellos, como todo nuevo trabajo hay que adaptarse, conocer, trabajar, ser un buen compañero también y respetar a los demás. Teniendo esos valores uno puede trabajar de mejor manera en grupo, así que contento, feliz y creo que es una etapa nueva. Ahora esta oportunidad me toma muy preparado física, psicológica y mentalmente, así que vamos a dar de qué hablar esta temporada, lo que me tiene bastante contento.
-Con este desempeño uno se ilusiona con grandes cosas y son varias las metas…
-Lo he conversado con mi familia y todo, pero siempre mi meta ha sido llegar a Primera División y luego ser nominado a la Selección Chilena, que es uno de mis más grandes deseos. También me gustaría llegar a uno de los grandes del fútbol chileno o, si se puede, dar el salto al extranjero.
El descenso de Barnechea y las dificultades de este
El 2024 de Misael Llantén fue una de sus mejores temporadas, pues se consolidó como el volante titular en Barnechea. Todo era alegría hasta que se enteraron del descenso directo del club y la incertidumbre se apoderó de varios de sus compañeros, incluyéndose.
-¿Cómo viviste el descenso de Barnechea?
-Mira, fue un hecho bastante lamentable, pero como teníamos un grupo tan fuerte, tan unido, éramos personas alegres dentro de todo. El cuerpo técnico, los jugadores, todos estábamos muy unidos, éramos tan fuertes que no nos entraban balas por así decirlo. Estábamos jugando por nosotros, por nuestras familias, ese era el lema de nosotros. Íbamos todos los días a entrenar muy contentos, la pasábamos bien, era un ambiente laboral muy grato independiente de todo lo que estaba pasando. Creo que esa fue la clave y sabíamos que en algún momento iba a dar fruto y varios compañeros ahora están con club, están con trabajo, así que contentos, sabíamos que independiente de lo que pasara afuera de la cancha nosotros teníamos que seguir trabajando y que en algún momento iba a dar fruto como pasó hoy en día.
-Dentro de esta tranquilidad, también hubo incertidumbre ¿no?
-Sí, estaba esa incertidumbre que a ratos nos complicaba bastante, pero como te digo, nos juntábamos en el camarín, nos juntábamos a tomar mate, conversábamos la situación, hasta tal punto que hubo un momento que ya la tirábamos como talla. Si bien le tratábamos de bajar el perfil, en el fondo todos estábamos conscientes y sabíamos que era una situación muy difícil, pero creo que fuimos con el cuerpo técnico unos profesionales, nos dedicamos a trabajar y lo que pasara afuera ya no era nuestro tema, así que cumplimos con nuestra labor.
-¿Consideraban que era una injusticia lo que estaba pasando?
-Claro, era injusto por donde se le viese. Fue como un balde de agua fría para nosotros, sobre todo teniendo en cuenta el maravilloso trabajo que estábamos logrando en Primera B, cerca de Deportes La Serena y asegurando el cupo en la Liguilla. Nosotros no teníamos el poder en los temas administrativos, solo nos preocupamos de lo que nos podía afectar a nosotros y lo único que teníamos que hacer era jugar y ganar, jugar y ganar. No nos quedaba otra cosa.
-Terminaste contrato y quedaste a la deriva.
-Sí, fue un momento bastante complejo. Sabía que lo había hecho bien en Barnechea, por lo que podían llegar ofertas de cualquier lado, pero siempre está el temor de que no llegue nada. La verdad es que no tenía expectativa de que viniera un club de Primera. Me llamaron varios clubes de primera B, con muy buenas ofertas, pero siempre en mi cabeza pensé en Primera, en Primera, en Primera... hasta que llegó el llamado de Deportes Limache.
-¿Habrá sido el momento más complejo en tu carrera?
-Sin duda alguna que es uno de ellos, pero tuve otros que me marcaron un poco más. El que siempre me da vueltas es cuando fui a jugar a Segunda División. Hubo un tiempo que no quería ir a entrenar, no me motivaba esto del fútbol. Pero, como digo, estaba mi familia, mis padres, mi polola y me decían, “dale, tú puedes, tú puedes”. Me motivaban con la comida, que fuera a entrenar. Además, me acerqué a Dios y eso igual me motivó para poder seguir luchando y he hecho todo esto durante toda mi vida, así que no me podía rendir, la verdad.
El sueño de volver a Colo Colo y romperla
-Durante este tiempo en el fútbol, ¿ha pasado por tu cabeza retornar en algún momento a Colo Colo?
-Claro que lo he hecho, en varias oportunidades. Siempre están las ganas de volver al club más grande y al club que te formó, entonces te mentiría si te digo que no es algo que tengo pendiente en mi vida. Están las ganas, pero como digo, no me apuro, creo que tengo que cumplir algunas metas primero para poder volver mejor de lo que me fui. Colo Colo es mí casa, por eso espero volver.
-¿Te faltaron oportunidades para mostrarte en Colo Colo?
-Hubo oportunidades, las hubo. No te puedo decir que no me dieron la oportunidad. Capaz que en el momento en que me la dieron yo no estaba preparado, creo que no estaba maduro mentalmente ni físicamente. De todos modos, igual estaba con jugadores de Selección, de gran nivel. Estaba en ese momento el Mago (Valdivia), el Pájaro (Valdés), (Claudio) Baeza, y todos tenían un buen nivel, así que…. Estaba difícil poder conseguir algún cupo, alguna oportunidad. Pero, como digo, todo pasa por algo y así fue, y así pasó.
-Debutaste el 2016 contra Palestino, ¿cómo recuerdas ese momento único?
-Estaba demasiado contento, mi familia orgullosa de que finalmente tanto esfuerzo valiera la pena. Uno quiere ver recompensas y creo que esa oportunidad es una de esas, así que contento, orgulloso. Igual estaba medio nervioso, pero creo que lo más lindo es jugar a la pelota y me estoy dando cuenta que es un juego, que hay que entrar a disfrutarlo.
-Está la intención de una revancha…
-Claro que sí, yo sé a lo que juego y lo que puedo dar. Si bien estoy en un buen momento, estoy seguro que yo puedo dar mucho más y que todavía no toco techo en cuanto a mi rendimiento. Espero que si llega esa oportunidad, estar preparado mentalmente, sobre todo en la madurez, ya que es lo más importante para dejar huella en un club gigante como lo es Colo Colo. Quiero volver y romperla, ser recordado por los hinchas.
-¿Te dolió salir de Colo Colo sin haber logrado asentarse en el equipo?
-La verdad fue complicado, porque me dijeron como una o dos semanas antes de que empezara el campeonato que no me iba a quedar en el primer equipo. Fue ahí cuando dije, “chuta, no quiero tener un año más de juvenil, porque creo que si vuelvo a la juvenil retrocedo y ya quemé esa etapa”. Ahí fue cuando busqué un préstamo en Segunda División y creo que ahí me fui puliendo. También conocí el verdadero fútbol, el roce, gané experiencia, compartí también camarín con jugadores como el Chupete (Suazo), como Miguel Aceval, entre otros.
-¿Cómo se tomó tu familia dejar el Estadio Monumental?
-Ellos me apoyaron, me dieron ánimo y me dijeron que no pasaba nada, que iba a tener en su momento una revancha y que siguiera trabajando y disfrutando de este lindo deporte que es el fútbol. Ellos están totalmente orgullosos de mí.