Uno de los mitos del folclore del fútbol chileno es que el Gobierno que estaba al mando de Augusto Pinochet fue el artífice de la construcción del Estadio Monumental, y alguien que puede hablar de primera fuente sobre el tema es el presidente del Club Social y Deportivo de Colo Colo de la época en que se terminó de edificar el recinto, Peter Dragicevic.
El exmandamás albo contó en Radio Pauta que cuando el estadio estaba a poco de terminar sus obras, recibió un llamado de Pinochet: “Hicimos una serie de actividades (para financiar las obras). Por un lado, fue con el aporte de los socios, por otro lado, las empresas. También shows artísticos y cuando estaba toda esta efervescencia de que íbamos a terminar de construir al estadio, nos llaman de La Moneda”.
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“Ahí en esa reunión él (Pinochet) nos plantea que le interesaría cooperar con Colo Colo en la terminación del estadio. Estábamos a un tiempo cercano del Plebiscito de 1988. Entonces bueno, era también un juego político. Siempre los Gobiernos anteriores y todos los Gobiernos se habían vinculado a Colo Colo, ellos previendo mejor que uno lo comercial que significaba estar al lado de Colo Colo, y lo políticamente correcto”, añadió Dragicevic.
El motivo que llevó a Dragicevic a negarle un aporte a Pinochet
“Ahí yo me doy cuenta de que, o sea teníamos el dinero para terminar el estadio, y yo asumí en ese minuto que si el Gobierno ponía un peso, iba a ser el estadio hecho por el Gobierno. Entonces yo le contesté muy cordialmente, le dije ‘¿sabe que no?’ Está financiado, no necesitamos nada”, siguió el expresidente del Club Social y Deportivo Colo Colo.
Ante la negativa de Dragicevic, el dictador insistió de inmediato diciendo “no, pero ¿de qué forma yo puedo cooperar?”. Ahí surgió una respuesta brillante por parte del dirigente del Cacique: “Bueno, si usted quiere cooperar, haga una sede para los socios, haga una piscina para que ellos vayan en el verano, que no tienen dónde ir de vacaciones, podría hacer como un campo deportivo para los socios”.
Finalmente dicha obra no se concretó ya que el Gobierno no tenía fondos para destinar al proyecto, y Dragicevic cerró diciendo que “cualquier Gobierno lo habría hecho (intentar involucrarse con la construcción del estadio), estaba de cajón, pero yo entendí claramente que políticamente no correspondía, porque vuelvo a insistir, iba a quedar el mote de que el estadio no había sido hecho por los colocolinos, que es nuestro principal orgullo. O sea, nosotros fuimos capaces de hacer nuestra casa, y tiene que ver con que fuimos capaces de atraer a la gente, a las empresas, etcétera”.