El paso de Joe Abrigo en Coquimbo Unido dejó un legado histórico, marcado por las semifinales alcanzadas en la Copa Sudamericana en 2020 y su regreso el año pasado, donde anotó 12 goles que ayudaron a salvar al club del descenso en 2022. Sin embargo, la vida del futbolista dio un giro abrupto en agosto, cuando sufrió una lesión en el tendón de Aquiles de su pie izquierdo y la fractura de un hueso en su pie derecho.
Este año fue difícil, tuvo una participación limitada, acumulando solo 190 minutos en siete partidos, con solo una titularidad y dos goles en sus registros. Fue entonces cuando el volante ofensivo comprendió que era mejor buscar un nuevo destino para continuar su carrera.
Tras conversarlo en familia, Joe Abrigo aceptó la propuesta de Palestino, a pesar de tener que trasladarse a Santiago, lejos de su esposa Blessing y sus hijos Bruno, Maite, Tomás y Mateo. Debutó rápidamente el jueves en la victoria por 5-4 sobre Santiago Morning en la Copa Chile.
“Afrontar este nuevo desafío será un poco complicado debido a mis hijos. Tendremos que hablarlo con mi esposa, pero somos de Santiago, tenemos nuestra casa aquí y estaremos viajando constantemente. Los niños han recibido autorización para salir antes de las vacaciones”, explicó en conversación con Las Últimas Noticias.
“Les expliqué a mis hijos que ya no jugaré más con el equipo pirata. Lo comprendieron a su manera, aunque no desean mudarse de Coquimbo. No querían cambiar de escuela, así que hemos decidido que continúen allí. Duele y es difícil estar lejos de la familia, pero debemos hacer este sacrificio. Sobre todo, lo hacemos por el bienestar de los niños. No podemos postergar su felicidad y no puedo ser egoísta”.
“Mi esposa me comprende, estaremos viajando constantemente. Cuando sea posible, yo iré a Coquimbo y ella vendrá todos los fines de semana. Estaremos separados físicamente, pero siempre nos mantendremos en contacto”, sentenció.
La búsqueda de un mejor pasar en Palestino
El volante de 28 años cerró así un importante capítulo en el norte. El llamado de Pablo “Vitamina” Sánchez fue clave para su llegada a Palestino. “Finalicé mi contrato con Coquimbo y llegué a Palestino en calidad de jugador libre. Firmé un contrato hasta mayo de 2024, con opción de compra. Fue difícil asumir que debía marcharme, pero encontré un grupo humano excepcional y la confianza que me brindó el entrenador me tiene feliz”, afirmó.
Respecto a su salida del elenco aurinegro, comentó: “No es que yo quisiera irme o abandonar el club. El entrenador me pidió que saliera y uno debe acatar esas decisiones. Así fue como sucedió: de un día para otro, me apartaron del grupo durante los entrenamientos. La oportunidad de unirme a Palestino se presentó en menos de 24 horas. Estoy agradecido con mi nuevo club por haber actuado rápidamente y haber mostrado un gran interés en contar conmigo”, concluyó.