En un desenlace de infarto en la Primera B, el delantero Nelson Da Silva estuvo a punto de convertirse en el villano de la jornada decisiva para Limache.
Durante la tanda de penales que definiría el ascenso, Da Silva fue elegido para ejecutar el cuarto tiro, una oportunidad inmejorable para coronar una temporada brillante en la que se consolidó como el máximo goleador del equipo.
Sin embargo, la tensión y la confianza le jugaron una mala pasada. Al acercarse al balón, Da Silva optó por realizar una “paradinha”, buscando engañar al portero rival. El resultado, lejos de ser favorable, fue un remate que impactó en el vertical izquierdo y se perdió fuera del arco.
Su gesto de desazón fue el reflejo de lo que podría haber sido un golpe devastador para el equipo. A pesar del error de Da Silva, el destino le sonrió a Limache. En el penal siguiente, Bastián San Juan, defensa de Rangers, también falló su tiro, sellando así el tan anhelado ascenso de Limache.