Valparaíso se prepara para ser una de las cuatro ciudades que albergará la próxima Copa del Mundo Sub-20, porque lo que su principal recinto deportivo, el Estadio Elías Figueroa Brander, estará gran parte de la temporada 2025 cerrado por remodelación.
Una gran noticia para la Quinta Región, que contará a futuro con uno de los estadios más modernos del fútbol chileno, pero una mala noticia para Santiago Wanderers en el corto plazo, puesto que no podrán disputar la Primera B en su casa.
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Ahora la dirigencia del elenco Caturro se encuentra en la búsqueda de un nuevo estadio para disputar como local los partidos de la próxima Primera B, donde el equipo dirigido por Héctor Robles buscará el ascenso al Campeonato Nacional.
El Nicolás Chahuán de La Calera, Lucio Fariña de Quillota y Sausalito de Viña del Mar son las opciones que baraja Wanderers para 2025. Es más, el Decano ya llegó a un acuerdo con la casa de San Luis para usarla de “estadio 2″, porque su prioridad es jugar en Viña, en el hogar de su clásico rival, Everton.
El propio presidente de Santiago Wanderers, Reinaldo Sánchez, asegura en diálogo con el Mercurio de Valparaíso que ya se comenzaron las tratativas para buscar la localía en la ciudad jardín.
“Llamé a Jaime Pizarro (ministro del Deporte) porque nosotros nunca hemos podido lograr que Viña nos arriende, porque aquí no hay nada gratis, hay que pagar, y como va a estar colapsado Quillota y La Calera porque hay tres clubes (San Luis, Deportes Limache y Unión La Calera) va a ser difícil”, confirmó el dirigente wanderino.
Ante la conocida rivalidad entre Santiago Wanderers y Everton, que significaría que en cada partido los hinchas del Caturro se encuentren en Viña del Mar, el dirigente profundizó que esos eventos se escapan de sus responsabilidades: “Es una contingencia que no es culpa nuestra. Y jugar allá (Viña del Mar) nos ayudaría mucho con la gente, para que no viajen tan lejos y no tengan que gastar tanto”.