No existe en Chile hincha que no recuerde al Santiago Wanderers de 2001, o al menos tenga noción de que fue histórico. Y claro, después de ese Campeonato Nacional ganado por los dirigidos de Jorge Garcés, el club jamás volvió a levantar una copa de Primera División...
En ese equipo caturro destacaba en el fondo un olvidado colombiano: Manuel Valencia, quien por esas cosas de la vida, hoy tiene a su hijo Jhojan jugando en la Universidad Católica de Tiago Nunes.
En Cancha conversó con el excentral cafetero, quien recordó sus temporadas con la camiseta del elenco wanderino, que defendió entre 2000 y 2002.

-Pasaron casi 25 años... ¿Cómo recuerda esos años en Valparaíso?
-Mi paso por Chile lo recuerdo de la mejor manera. Fue una experiencia muy linda, la verdad. Siempre destaco a ese Santiago Wanderers campeón, que significó una alegría muy inmensa para toda la gente. Yo trato de inculcarle a mi hijo que ser campeón en este país es muy lindo.
-Y la gente sigue con ese Wanderers 2001 en la memoria...
-Sí, a ese Wanderers la gente lo recuerda mucho. Había muchísimos jugadores buenos. Gracias a Dios, se nos dieron las cosas y pudimos levantar la copa. Ser campeón acá con un equipo de región no es fácil. Le pusimos mucha actitud ese año, muchas ganas, teníamos hambre por ser campeones. Por suerte rematamos bien.
-¿Se acuerda del hincha de Wanderers?
-Claro, el hincha de Wanderers es muy apasionado. Lo quieren mucho a uno cuando se entrega y lo da todo. A veces siento que te quieren demasiado, ja.
-¿Y ha vuelto a Valparaíso?
-Volví hace unos meses, un poco para recordar los viejos tiempos y para ver a algunos amigos. Me gusta mucho venir a Chile, es muy bonito. Estoy haciendo mi vida en Colombia, pero venir para acá es muy lindo y ahora mejor para ver a mi hijo.