Gonzalo Montes tiene todo listo para convertirse en el segundo refuerzo de la U en este mercado de fichajes. El mediocampista uruguayo alcanzó un acuerdo total con el club y, de superar los exámenes médicos programados para este lunes, firmará un contrato que lo vinculará con los azules por las próximas tres temporadas.
La llegada de Montes genera expectación no solo por cómo va a rendir en Universidad de Chile, sino también por las implicancias que podría tener en el once titular que Gustavo Álvarez, técnico del equipo, consolidó el año pasado.
El lindo problema que tendrá Álvarez con la llegada de Montes
Durante el segundo semestre de 2024, el mediocampo azul estuvo conformado principalmente por Marcelo Díaz, Charles Aránguiz e Israel Poblete, quienes se complementaron para brindar equilibrio y creación al equipo.
Con Montes en la plantilla, la pregunta que surge es: ¿qué jugador cederá su lugar en la titularidad? A priori, el volante uruguayo parece llegar para competir directamente con Israel Poblete, quien hasta ahora ocupaba el rol de volante mixto en el esquema de Álvarez.
Sin embargo, también existe la posibilidad de que Charles Aránguiz sea movido a la posición de Marcelo Díaz, un papel que ya desempeñó con éxito en el Bayer Leverkusen y el Internacional de Porto Alegre, relegando o alternando con Carepato.
¿Aránguiz el intocable de la U en el mediocampo?
De los tres mediocampistas actuales, el único que parece intocable es Charles Aránguiz. El Príncipe demostró con creces que sigue siendo fundamental para el funcionamiento del equipo, elevando el nivel colectivo desde su llegada.
Por otro lado, Díaz y Poblete podrían ver comprometidos sus minutos dependiendo de la estrategia que decida implementar Álvarez. Cabe señalar que la U tendrá tres competiciones por delante: Copa Libertadores, Campeonato Nacional y Copa Chile, por lo que habrán rotaciones sí o sí.
Lo cierto es que la incorporación de Gonzalo Montes no solo refuerza al plantel, sino que también genera un interesante debate táctico en el mediocampo azul, algo que seguramente será un lindo dolor de cabeza para el director técnico.