Universidad de Chile no pudo ante Cobresal y Gustavo Álvarez explora alternativas para enmendar el rumbo del equipo, que no ha conseguido mostrar un rendimiento que deje contento al estratega.
El argentino ha sorprendido en este inicio de año con algunas decisiones repentinas. En el encuentro en El Salvador, por ejemplo, llamó la atención la mano dura que aplicó con Gonzalo Montes y Nicolás Ramírez, dos refuerzos pedidos por él.
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La dureza de Álvarez
En el caso de Ramírez, el central comenzó como titular indiscutido en su regreso a Universidad de Chile. Álvarez lo situó como fijo en el sector derecho de la zaga, sin embargo, una mala actuación ante Unión La Calera bajó su calificación.
De forma drástica, el entrenador no lo consideró en el viaje al norte. Una decisión que le costaría, ya que Matías Zaldivia se lesionó en el trabajo precompetitivo del partido y se quedó sin centrales en el banco de suplentes.
Otro que sacó saldo negativo de la visita a Cobresal fue Gonzalo Montes. El mediocampista sí fue citado, pero pese a las complicaciones que tuvo el equipo, no ingresó al campo de juego.
A diferencia de Ramírez, Montes no ha disputado ningún partido como titular en el Campeonato Nacional 2025. En total, solo suma 32 minutos en lo que va de año, un protagonismo escaso en relación a lo que se proyectaba durante su llegada, sobre todo considerando su cercanía con el DT.

El método Álvarez
Más allá de que en este caso fueron dos jugadores que conocen de sobra al entrenador y que llegaron al club por petición de él, lo cierto es que Álvarez hace rato toma este tipo de decisiones.
La intención del entrenador es aumentar la competitividad interna, y en más de una ocasión ha sorprendido sacando de la lista de citados a jugadores que son de su confianza. Ahora, con mayor contingente a su disposición, es de esperar que esto sea incluso más común.