Solo unos días después de la muerte del histórico Braulio Musso y de Adolfo Olivares, Universidad de Chile vuelve a recibir otro golpe: este martes, a los 63 años, falleció Eduardo “Gino” Cofré, figura clave en el renacer del cuadro azul en la década de los 90.
Delantero muy querido por la hinchada, pasó a la historia por sus dos goles a Colo Colo en el Superclásico de julio de 1992, en un Estadio Nacional repleto. Triunfo sobre el vigente campeón de Copa Libertadores que revalidó el proyecto del Doctor Orozco para revivir a la institución.
Si bien no sumó minutos producto de lesiones, en su palmarés figura el bicampeonato de 1994 y 1995. En total disputó 44 partidos con la camiseta de la U, anotando 11 goles.
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Las lesiones, su karma
Con un paso por las divisiones inferiores de Universidad Católica, su debut profesional fue en Santiago Wanderers en 1983. En Valparaíso jugó tres temporadas, posicionándose como uno de los delanteros más prometedores del fútbol chileno.
De hecho, fue en esta época en la que consiguió su única nominación a La Roja adulta, para un amistoso en 1984 ante Inglaterra en el Estadio Nacional.
Luego pasó por Deportes Concepción, Palestino Cobresal y Everton - ganando un lugar en la Selección Chilena que disputó el Preolímpico de 1988- antes de firmar por la U, el club de sus amores, en 1992. Como parte del proyecto que quería revitalizar al club universitario tras décadas de penurias, formó parte de un ambicioso mercado de fichajes en el que también llegaron Sergio Vargas y Rogelio Delgado, entre otros.
Rápidamente se ganó el cariño de la hinchada, marcándole a Colo Colo en su debut, un empate 3-3 por Copa Chile. Su consagración final se dio esa fría jornada de julio en Ñuñoa, ante más de 65 mil personas, contra un rival que en el papel llegaba como enorme favorito.
Sin embargo, al poco tiempo sufrió una grave lesión en la rodilla, que nunca más le permitió volver a ser estelar en los azules. Jugando a cuentagotas en las restantes cuatro temporadas, se terminó retirando en 1996.
Cofré estaba internado desde mayo en el Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar, producto de una neumonía que lo tenía en coma inducido.
