Pasar de héroe a villano en un minuto. Eso consiguió Aymen Hussein, delantero de Irak que regaló una de los momentos más insólitos en lo que va de la Copa Asia y que dio la vuelta al mundo por la particular celebración de su gol ante Jordania, en el marco de los octavos de final del torneo.
Corría el minuto 76 del partido cuando Aymen aprovechó una pelota en el area rival para anotar el 2-1 transitorio y festejar con todo la conquista. Una alegría que pasó a amargura luego de que el gesto de comer pasto, que el jugador incluyó en su desahogo por el gol motivó a que él arbitro le mostrara la segunda tarjeta amarilla.
Lo peor para el futbolista vendría después, ya que Jordania logró dar vuelta el partido con goles en el minuto 95 y 97, dejando a Irak sin nada y con todos los dardos apuntando a su jugador y el alocado festejo.