España parece ser un destino en el que los arqueros con pasado en el fútbol chileno se aclimatan de buena forma, y así lo han probado Matías Dituro y también Augusto Batalla. Este último está a préstamo en el Rayo Vallecano tras no ser considerado en River Plate, y ahora contó detalles desconocidos de los inicios de su carrera.
En conversación con AS, el meta que tuvo pasos por Unión La Calera y O’Higgins en el fútbol chileno, contó los difíciles momentos que vivió antes de consagrarse como profesional: “A mí me han venido a buscar a la puerta de casa para que fuera a entrenar porque no quería”.
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“He tenido etapas donde me he ido a la montaña solo, a pensar si esto era lo que realmente quería y si tenía las fuerzas para seguir. He pasado por momentos de depresión y no tengo problema en decirlo. Lo he pasado muy mal”, agregó el meta.
La importancia de Chile para superar los difíciles momentos
“Fue al encontrar la calma cuando me di cuenta de la magnitud que tuvo todo. Me ha costado mucho. Estuve tres años en Chile y empecé a trabajar, no sólo mi cabeza, también mi físico”, dijo Batalla sobre el crecimiento personal que obtuvo durante su pasar por el fútbol chileno.
Y es que precisamente después de destacar en Chile, su carrera solo ha ido en ascenso: “Después fui a San Lorenzo y di la vuelta a mi imagen en Argentina. Después me vine a Europa y hoy estoy en un buen nivel. Con esa resiliencia ya gané. Salí del fondo del mar cuando todos esperaban que me hundiese”.
El emotivo mensaje de Batalla para quienes piensen en “tirar la toalla”
“Mucha gente nos ve en televisión y piensa que nuestro mundo es color de rosa. Tiene un montón de cosas buenas y malas. A quienes están sufriendo les digo que no hay que tirar la toalla y no por los demás, sino por uno mismo”, lanzó el portero formado en River.
Para finalizar, el meta se refirió a la madurez que ha podido lograr luego de los oscuros momentos que vivió en el inicio de su carrera: “No tendría este equilibrio, ni sabría valorar las cosas buenas, sin haber sufrido las malas. Eso me dolió y me duele. De hecho, hablando del tema se me resquebraja la voz (se emociona). La vida me regaló dos hijos maravillosos y una mujer increíble”.
“Cuando eres joven, eres demasiado catastrofista y de más mayor relativizas. Tras el partido, sólo te queda entrenar y tratar de hacerlo mejor el próximo fin de semana. Todo pasa muy rápido, lo bueno y lo malo”, cerró.