Cuando parecía que el mercado del Real Madrid giraba en torno a nombres como Trent Alexander-Arnold o Dean Huijsen, un nuevo protagonista empieza a ganar fuerza en Valdebebas: Nico Williams. El extremo del Athletic Club, figura de España, se ha convertido en un nombre apuntado en la interna del club merengue.
La operación, según apunta el diario Marca, no es ni compleja ni descabellada: basta con pagar los 58 millones de euros que figuran en su cláusula de rescisión, fijada en su última renovación con el cuadro vasco. Un monto atractivo para un futbolista que, con apenas 21 años, ya está consolidado en la elite.
El perfil que enamora en Real Madrid
Nico gusta, y mucho. En el Real Madrid valoran su velocidad, capacidad de desborde y explosividad, pero también su impacto mediático y proyección comercial.
En un contexto donde los grandes clubes buscan futbolistas que sumen tanto dentro como fuera de la cancha, el internacional español representa una pieza que encaja en todos los frentes, sobre todo tomando en cuenta la intención de Florentino Pérez de sumar figuras españolas.
Además, su fichaje tendría un componente simbólico poderoso: arrebatarle al Barcelona a uno de sus grandes anhelos. En Cataluña lo seguían desde hace tiempo, pero la irrupción de Raphinha y las limitaciones económicas del club enfriaron el interés. En Madrid, en cambio, el interés crece.
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El gran compañero de Lamine
La posible llegada de Nico Williams también tendría un valor estratégico en el plano nacional. En plena irrupción de Lamine Yamal como la gran joya del fútbol español, el Real Madrid ve en Nico a una figura que puede equilibrar esa narrativa desde el otro bando, considerando que ya tiene en Mbappé y Vinicius a dos figuras consolidadas.
Ambos comparten protagonismo en la Selección Española, donde han mostrado una importante amistad. No sería solo un refuerzo deportivo, sino una declaración de intenciones.
Los merengues podrían sumar a uno de los futbolistas jóvenes más cotizados del país en un movimiento que también le pondría presión a Rodrygo, quien podría ser el gran damnificado si el fichaje se concreta.
