Se acerca el estreno de la segunda temporada de El Juego del Calamar. El 26 de diciembre de 2024 debutará la esperada continuación que promete sumergirnos nuevamente en el oscuro y sangriento universo de supervivencia que cautivó a millones de personas alrededor del mundo.
Sin embargo, detrás del éxito de la serie de Netflix, se encuentra una historia real, inspirada en las luchas de trabajadores de una famosa empresa surcoreana: SsangYong Motors, actualmente conocida como KGM tras su cambio de nombre. A continuación, te contamos cómo los eventos de 2009 que conmocionaron a Corea del Sur influyeron en la creación del personaje de Gi-hun, el protagonista de El Juego del Calamar.
La conexión con SsangYong Motors
Desde su estreno en septiembre de 2021, El Juego del Calamar se convirtió en un fenómeno global. La serie, que muestra la vida de personas endeudadas que participan en un macabro juego de supervivencia, resonó profundamente con la audiencia por sus poderosas críticas al capitalismo moderno y las desigualdades económicas.
Aunque muchos se enfocaron en la violencia y los juegos infantiles retorcidos, el personaje de Seong Gi-hun (interpretado por Lee Jung-jae) tiene una conexión directa con la realidad socioeconómica de Corea del Sur.
Gi-hun es un hombre sumido en deudas, con problemas familiares y una vida desmoronada. Para muchos, su desesperación refleja el sentimiento de muchas personas que luchan por sobrevivir en un sistema económico despiadado. Pero lo que muchos no sabían es que la inspiración para su historia proviene de un hecho real: la huelga de SsangYong Motors de 2009.
La huelga que marcó a Corea
En 2009, la empresa automotriz surcoreana SsangYong Motors, conocida por sus vehículos todoterreno y SUV, atravesaba una grave crisis financiera.
La empresa anunció recortes masivos de personal, despidiendo a miles de trabajadores. Esto desató una huelga que duró varios meses, en la que los empleados protestaron contra los despidos injustificados y las condiciones laborales deplorables.
La huelga se tornó violenta cuando las autoridades utilizaron la fuerza para sofocar las protestas. Los trabajadores fueron sometidos a represión por parte de la policía, y algunos incluso perdieron la vida durante los enfrentamientos. Esta lucha se convirtió en un símbolo de la creciente desigualdad en el país y del sufrimiento de los trabajadores en la era del capitalismo globalizado.
Gi-hun y la huelga: una inspiración real
El creador de El Juego del Calamar, Hwang Dong-hyuk, reconoció en varias entrevistas que utilizó la huelga de SsangYong como una de las principales referencias para construir la historia de Gi-hun. En el primer episodio de la serie, Gi-hun es presentado como un hombre que trabajaba en Dragon Motors, un claro guiño a SsangYong, cuya traducción al coreano significa “Doble Dragón”.
El personaje de Gi-hun no solo está marcado por su situación económica y emocional, sino que también representa a miles de trabajadores que, como los de SsangYong, perdieron sus empleos de manera abrupta y enfrentaron un futuro incierto.
Dong-hyuk explicó en redes sociales que “utilicé el incidente de SsangYong como referencia porque pensé que ayudaría a explicar cómo un tipo normal como Gi-hun podría llegar tan lejos”. Además, el creador de la serie enfatizó en una entrevista con el diario surcoreano The Hankyoreh que su intención era “presentar un personaje que pudiera representar a esa gente. Es lo que puedo hacer como artista”.
El reflejo de los trabajadores
Para muchos, el personaje de Gi-hun no solo es un reflejo de la lucha de los trabajadores de SsangYong, sino también una representación de las dificultades económicas que enfrentan muchas personas en la vida real. Según reportó la agencia AP, algunos ex-trabajadores de SsangYong, como Lee Chang-keun, se sintieron identificados con la historia de Gi-hun debido a la gran carga de deudas, la falta de empleo y la sensación de estar atrapados en un sistema que no les ofrece alternativas.
En la serie, Gi-hun no solo lucha por salir de sus problemas financieros, sino también por reconstruir su vida y la relación con su hija, lo que le da una dimensión humana y emocional que conecta con los espectadores.
El impacto de El Juego del Calamar
El éxito de El Juego del Calamar ha tenido un impacto significativo en la conversación sobre las condiciones laborales en Corea del Sur.
El retrato de Gi-hun y su sufrimiento no es solo una ficción, sino que está enraizado en las realidades sociales y económicas del país, especialmente para aquellos que, como los trabajadores de SsangYong, han sido víctimas de la explotación laboral y la precariedad.
De hecho, la serie ha abierto un espacio para reflexionar sobre las disparidades económicas y el sufrimiento de las clases trabajadoras en un sistema capitalista que parece diseñarse para perpetuar las desigualdades. Y aunque El Juego del Calamar es una obra de entretenimiento, su influencia ha trascendido más allá de la pantalla, convirtiéndose en un fenómeno que invita a cuestionar las estructuras de poder y a empatizar con las historias de aquellos que luchan por sobrevivir.