La presión adecuada de los neumáticos es uno de los factores más importantes para el rendimiento y seguridad de cualquier vehículo. Muchos conductores subestiman su importancia, lo que puede llevar a una serie de problemas mecánicos, mayor consumo de combustible y, lo más grave, accidentes viales.
En este reportaje, comentaremos por qué es crucial mantener la correcta presión de los neumáticos y cómo esto impacta en la seguridad vial, la economía de combustible y la vida útil de los neumáticos.
Seguridad Vial
La seguridad es, sin lugar a dudas, el principal motivo para revisar regularmente la presión de los neumáticos. Un neumático con presión inadecuada, ya sea demasiado baja o demasiado alta, puede afectar la capacidad de agarre del vehículo, especialmente en condiciones de clima adverso, como lluvia o nieve.
- Neumáticos desinflados: Si la presión está demasiado baja, la superficie de contacto del neumático con la carretera se incrementa, lo que genera más fricción y, por tanto, más calor. Esto puede llevar a un desgaste prematuro y a un mayor riesgo de explosión.
- Neumáticos inflados en exceso: Una presión demasiado alta reduce el área de contacto del neumático con la carretera, lo que puede disminuir el control del vehículo y aumentar la probabilidad de un accidente debido a la menor adherencia.
Eficiencia de Combustible
Mantener los neumáticos con la presión correcta también tiene un impacto directo en el consumo de combustible.
Los neumáticos desinflados generan más resistencia al rodaje, lo que obliga al motor a trabajar más para mover el vehículo. Esto, a su vez, se traduce en un aumento del gasto de combustible.
Según estudios, un neumático desinflado en solo un 10% puede aumentar el consumo de combustible en un 2-3%. Este pequeño ajuste puede hacer una gran diferencia en el gasto a largo plazo, especialmente en viajes largos.
Durabilidad de los neumáticos
Una correcta presión no solo influye en el rendimiento del vehículo, sino también en la durabilidad de los neumáticos. Cuando los neumáticos están correctamente inflados, el desgaste se distribuye de manera uniforme. Por el contrario, una presión incorrecta puede llevar a un desgaste irregular:
- Si la presión es baja, los neumáticos se desgastan más rápidamente en los bordes.
- Si la presión es alta, el desgaste ocurre en el centro de la banda de rodadura.
Ambos escenarios pueden acortar la vida útil de los neumáticos, lo que implica un gasto adicional en mantenimiento y sustitución.