Ford, General Motors (GM) y Toyota anunciaron donaciones de 1 millón de dólares cada una para la ceremonia de investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, programada para el 20 de enero de 2025.
Pero no es lo único. A pesar de la controversia con el reelecto gobernante republicano, Ford y GM además facilitarán flotas de vehículos para el traslado de personal durante el evento.
Las razones del aporte
La contribución financiera no es un acto aislado, sino una práctica común en las ceremonias presidenciales estadounidenses, donde las empresas buscan fortalecer sus vínculos con la administración entrante y tener influencia en la formulación de políticas que afectan a sus industrias.
A esta donación del sector automotriz se suman otras grandes empresas tecnológicas que también han mostrado su respaldo a la ceremonia.
Amazon, por ejemplo, ha donado 1 millón de dólares y transmitirá el evento a través de su plataforma Prime Video, un aporte adicional que podría valorarse en otro millón de dólares.
De igual forma, Meta (anteriormente conocida como Facebook) ha realizado una contribución de 1 millón de dólares para el fondo de la investidura.
El desafíos para la industria automotriz
Las donaciones de Ford, GM y Toyota se producen en un momento clave, ya que las políticas propuestas por Trump durante su campaña podrían tener un impacto directo sobre la industria automotriz.
Una de sus propuestas más polémicas fue la implementación de aranceles del 25% a las importaciones de vehículos provenientes de México y Canadá. Este tipo de medidas afectaría a las empresas que fabrican una parte significativa de sus vehículos en el país azteca, como es el caso de Ford y GM.
Ford, en particular, se encuentra en una etapa de transición y adaptación a los cambios del mercado. La compañía ha experimentado dificultades en su división de vehículos eléctricos, un segmento que podría verse afectado por la posible reversión de políticas sobre emisiones y vehículos eléctricos implementadas por la administración de Joe Biden. Además, la incertidumbre sobre los incentivos fiscales para este tipo de vehículos en el futuro plantea un desafío adicional para los fabricantes que están invirtiendo fuertemente en la transición hacia la movilidad eléctrica.
En este contexto, las donaciones de Ford, GM y Toyota parecen ser una estrategia para garantizar relaciones constructivas con la nueva administración.
El CEO de Ford, Jim Farley, expresó públicamente su optimismo sobre las posibilidades de colaborar con el gobierno de Trump en temas clave para la industria, como la infraestructura automotriz, el desarrollo de vehículos eléctricos y la estabilidad en la cadena de suministro.
Aprovechando el momento, el reelecto presidente estadounidense ha señalado que asistirá a cenas y actividades como beneficios exclusivos para todos aquellos que donen al menos un millón de dólares.