Cuando la industria automotriz ve nacer un Ferrari, el tiempo se detiene para muchos fanáticos. Y hoy no fue la excepción con el Ferrari F80, la más reciente creación de la casa de Maranello.
El Ferrari F80 es el sucesor del LaFerrari. Y no sólo marca el regreso de la denominación F, sino que además se instala con propiedad en un selecto grupo que integraban modelos como el 288 GTO, F40, F50, y el Enzo.
Una edición de US3,9 millones
El Ferrari F80 es un vehículo híbrido que mide 4,84 metros de largo; 2,06 metros de ancho y 1,14 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,67 metros. El peso es de apenas 1. 525 kg.
El diseño se aprecian elementos que permiten hacer una continuación de lo que se vio con los Daytona SP3 o la 12 Cilindri, pero también hay guiños a modelos históricos, como el F40, con un aplique que extiende el parachoque delanteros.
Pero los detalles hacen la diferencia, y en este caso se trata de un vehículo de configuración “1+” que optimiza la aerodinámica, pero sin sacrificar el confort de los ocupantes. Se inspira en los autos de Fórmula 1 y del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC).
Ese resultado lo consiguió el Centro Stile Ferrari, que bajo la dirección de Flavio Manzoni dio vida a un habitáculo en forma de de burbuja compacta, pero más pequeña que en ejemplares como el LaFerrari. A eso se suma una altísima estabilidad gracias a una combinación de tecnologías como el triplano delantero, el S-Duct y un alerón trasero activo que ajusta automáticamente la posición para optimizar la resistencia y la carga aerodinámica.
Este resultado se obtuvo de una investigación hecha por el equipo de Manzoni. Según explican en la marca, para el diseño se basaron en “la asimilación de una serie de elementos del lenguaje y del ADN de la marca, centrándose en el estudio de los monoplazas para llegar a la realización de un auto con una estética moderna e innovadora que, a la vez que es capaz de albergar un pasajero a bordo sin comprometer el confort, asume a todos los efectos las connotaciones de un monoplaza”.
Según la marca, toda esta mejora para un nivel superlativo de manejo obedece a una arquitectura que está diseñada para alcanzar el máximo rendimiento. Desde el chasis de fibra de carbono hasta la aerodinámica, jamás hasta la fecha se había visto una apuesta tan extrema en un auto homologado para circular por la calle. Sin olvidar, su nueva suspensión activa diseñada para extraer el máximo rendimiento durante su conducción en circuito.
En el interior, el volante se rediseñó, ahora tiene algunos botones físicos, mejorando el control del vehículo.
Uno de los elementos novedosos para ese máximo control y total adrenalina al volante es la versión más avanzada del Side Slip Control 9.0, que, junto con el Ferrari Integrated Vehicle Estimator (FIVE), permite un control preciso del ángulo de inclinación y de la velocidad del auto.
Este sistema ocupa un modelo digital del comportamiento del vehículo en tiempo real, mejorando la tracción y el manejo en situaciones extremas
Por si fuese poco, el sistema eManettino ofrece tres modos de conducción: Hybrid, Performance y Qualify, cada uno optimizando el uso del motor eléctrico y del motor de combustión interna para maximizar el rendimiento o la eficiencia.
Otra innovación importante es el Boost Optimisation, que ajusta automáticamente la potencia en función de las características del circuito o la pista en la que se encuentre el vehículo, optimizando el rendimiento en cada curva y recta.
El motor V6
Uno de los aspectos que llamó la atención en el nuevo Ferrari F80. En este caso, dispone de un sistema híbrido que combina un motor V6 turboalimentado de 900 CV con un sistema híbrido eléctrico que añade 300 CV, alcanzando una potencia total que bordea los 1.200 CV.
Con ese nivel de potencia, este hiperdeportivo es capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 2,15 segundos, con una velocidad máxima de 350 km/h. Por algo el F80 es ahora el Ferrari de carretera más potente de la historia.
Este motor, derivado directamente de la Fórmula 1 y del campeón del WEC, el Ferrari 499P, es un V6 a 120° con una cilindrada de 3.0 litros.
La tecnología híbrida incluye un turbo eléctrico (e-turbo), que elimina el retraso de respuesta típico de los motores turbo convencionales, proporcionando una aceleración más rápida y eficiente.
Para algunos, fue extraño ver cómo se bajaba de un V8 o de un V12 a un V6, pero lo cierto es que va en línea con los nuevos tiempos. Y como indica Ferrari, “mientras que el GTO y el F40 equipaban un V8 turboalimentado porque los Fórmula 1 en aquella época utilizaban motores turbo en la década de 1980, hoy en día, tanto en la Fórmula 1 como en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), se utilizan motores V6 turboalimentados en combinación con un sistema híbrido de 800V. Así que la transferencia de esta arquitectura al F80 era natural, especialmente después de que el 499P se alzase en dos ocasiones consecutivas con el título de las 24 Horas de Le Mans”.
Los interesados en hacerse de algún ejemplar, deberán apurarse, puesto que sólo se fabricarán 799 unidades, las cuales tendrán un precio cercano a los 3,9 millones de dólares, valor que no extrañaría que suba con el paso del tiempo.
