Un auto de carreras homologado para la calle. Ese eslogan se ha escuchado muchas veces, pero pocas veces tienen la fortaleza del Bohema de Praga.
Praga es una histórica empresa checa que hoy cuenta con una división automotriz que construye autos de carrera. En 2016 presentó su primer vehículo “de calle”, el prototipo R1R y tras siete años de desarrollo ha dado vida al Bohema.
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El primer auto para clientes fue entregado a su propietario en los Países Bajos. En total, se fabricarán 89 ejemplares, una cantidad elegida en el debut del Bohema en 2022 para conmemorar el 89° aniversario de la histórica victoria de Praga en las 1000 Millas de Checoslovaquia de 1933.
Los vehículos se están fabricando a un ritmo de aproximadamente 20 por año, con un precio cercano a 1,5 millones de dólares por cada ejemplar.
El Bohema se mostró por primera vez al público hace dos años. Desde ahí, Praga ha realizado algunos cambios, entre ellos un aumento adicional del rendimiento.
La potencia máxima de 700 Hp y 711 Nm de par sigue extrayéndose de un motor Nissan GT-R tuneado por Litchfield , con modificaciones en el V6 biturbo de 3,8 litros que incluyen un sistema de lubricación por cárter seco y un escape de titanio. Praga dijo que eligió el motor debido a su capacidad para ofrecer gran potencia en combinación con sólidas credenciales de confiabilidad.
El motor está montado detrás de la cabina y asociado a una transmisión secuencial Hewland, con tracción a las ruedas traseras.
La construcción liviana, que incluye una carrocería y paneles de fibra de carbono, significa que el peso en vacío es alrededor de 1.043 kilogramos, lo que da como resultado una relación potencia-peso superior a la de la mayoría de los superdeportivos e incluso a algunos autos de carrera.
La aerodinámica también juega un papel clave en el rendimiento. Las pruebas en el túnel de viento de un equipo de Fórmula 1 dieron como resultado un paquete aerodinámico que ofrece cerca de 900 kg de carga a una velocidad de 250 km/h. Esto hace posible que el Bohema genere hasta 2 g de aceleración lateral en las curvas.
Por si fuese poco, el paso de 0 a 100 km/h es de apenas 2,3 segundos y una velocidad máxima de 315 km/h. Según la marca, con esto el Bohema hace tiempos equivalentes a GT3 con neumáticos de carretera.
Para garantizar que el auto siga siendo cómodo en la carretera, Praga desarrolló un sistema de suspensión con amortiguadores ajustables que logran el máximo recorrido y minimizan la altura de la carrocería. Con esto, evitó incorporar un sistema de suspensión adaptativa más complejo.
Las ruedas son de 18′' en la parte delantera y 19′' en la parte trasera, con pinzas de 6 pistones que sujetan frenos carbocerámicos de 15 pulgadas.
Sobre el interior, destaca el volante achatado con una pantalla incorporada, además de dos asientos fijos y aunque no hay un maletero, existen dos compartimentos de unos 50 litros al costado de las ruedas traseras.