A los 33 años, muchos consideran que los días de gloria de Kawhi Leonard en la NBA ya son cosa del pasado. No porque se dude de su talento, el mismo que llevó al título en la liga a San Antonio Spurs en 2014 y Toronto Raptors en 2019, sino que por su gran karma: las lesiones.
Ya son varias las temporadas en las que el alero ha estado disminuido por problemas físicos y esta parecía seguir en mismo rumbo, perdiéndose toda la primera mitad de la campaña con Los Angeles Clippers tras quedar fuera del Dream Team que ganó la medalla de oro olímpica en París 2024.
Pero “La Garra” ahora está sano y recuperando su mejor nivel justo para la postemporada. De hecho, anoche le dio el triunfo a su equipo como visita ante Denver Nuggets con una actuación descomunal. 39 puntos (en apenas 19 disparos) y una defensa asfixiante que limitó a todos los rivales a los que enfrentó (2 de 12 en tiros de campo), su sello de fábrica. Y sin aspavientos ni declaraciones rimbombantes, otra de sus características.
Todo esto quedó reflejado en el minuto final este lunes: marcó la canasta que le dio la ventaja a Clippers y luego interceptó un pase de Nikola Jokic, la superestrella de Nuggets.
Ahora con la ventaja de localía, Kawhi intentará seguir demostrando que sigue siendo uno de los mejores jugadores de la NBA, cuando el próximo jueves reciba a Denver en Los Angeles.