Canelo Álvarez fue más que William Scull en Arabia Saudita: decisión unánime

En una noche cargada de tensión, precisión y estrategia, Saúl “Canelo” Álvarez reafirmó su reinado en el boxeo mundial. El mexicano venció por decisión unánime al cubano William Scull y se proclamó campeón indiscutido del peso supermediano al sumar el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) a su ya impresionante colección: AMB, CMB y OMB.

El combate, celebrado en el ANB Arena de Riad como parte estelar de la cartelera Fatal Fury, no fue un paseo para el tapatío. Las tarjetas —115-113, 116-112 y 119-100— revelan un duelo más reñido de lo que sugiere la contundencia del resultado. Scull, invicto hasta esta cita con 23 triunfos (nueve por nocaut), llegó con hambre y estrategia: evitar el castigo en corto y prolongar la pelea a su ritmo.

El plan funcionó parcialmente. El cubano fue escurridizo, técnico y, por momentos, frustrante para el mexicano. Sin embargo, el temple del campeón emergió desde el cuarto round, cuando ‘Canelo’ encontró grietas en la guardia rival y comenzó a encerrar a Scull contra las cuerdas.

El combate también tuvo su momento de tensión en el noveno asalto, cuando el mexicano fue advertido por un golpe bajo. Un reflejo del creciente desgaste y de una batalla emocional que se libraba en paralelo a la física.

Los últimos asaltos fueron testimonio de la experiencia del campeón. Sin buscar el nocaut desesperado, administró la ventaja y cerró con inteligencia. Scull no se quebró, pero tampoco pudo romper el dominio de un Álvarez que, sin brillar como en otras noches, hizo lo necesario para sellar su victoria número 64 como profesional.

Con esta victoria, Canelo Álvarez se convierte en uno de los pocos púgiles en la historia en ostentar los cuatro títulos principales de una categoría. Y no hay descanso en el horizonte: el próximo capítulo se escribirá en septiembre, cuando se enfrente al estadounidense Terence “Bud” Crawford, quizás su rival más técnico en años.

La conquista de la FIB no solo representa un nuevo cinturón: es un recordatorio de que Canelo, a sus 34 años, sigue escribiendo su legado con puño firme.