Un turbulento inicio tuvieron las prácticas libres de la Fórmula 1 del Gran Premio de Australia, donde los pilotos de Ferrari se vieron fuertes en los libres 2, intancia en la que Charles Leclerc se quedó con la vuelta rápida relegando a Max Verstappen al segundo lugar y Carlos Sainz en tercera posición.
No obstante, varios pilotos se vieron afectados por la velocidad del Circuito de Albert Park, saliendo en reiteradas ocasiones de la pista y causando diversos daños en los monoplazas. Sin embargo, la escudería que salió más afectada fue Williams.
El equipo británico sufrió con el accidente de Alex Albon, quien se estrelló contra el muro en los libres 1 destrozando gran parte de su coche. Los mecánicos e ingenieros trabajaron arduamente para repararlo, pero no contaban con un chasis de repuestos para el vehículo, por lo que tomaron una radical decisión.
Desde Williams optaron por privilegiar al tailandés y acordaron ceder el chasis de Logan Sargent al vehículo de Albon. Esta situación dejó al piloto estadounidense sin coche, quedando excluido el resto del fin de semana sin posibilidades de competir mañana en la clasificación ni tampoco en el Gran Premio de este domingo.
En Williams lamentaron el hecho
Lo ocurrido esta madrugada en Australia dejará consecuencias en la cosecha de puntos en un equipo que sigue sin levantar cabeza y que en la década de los 80 y 90 vivió su época dorada en la categoría reina del automovilismo.
El jefe del equipo, James Vowles, lamentó lo ocurrido, remarcando lo insólito de no tener repuestos. “Estamos muy decepcionados por los daños sufridos en el chasis y tenemos que retirar el coche. Es inaceptable en una F1 moderna que no tengamos un chasis de repuesto, pero es un reflejo de cómo ha sido nuestro invierno y demuestra por qué tenemos que afrontar muchos cambios para mejorar en el futuro” declaró.