El arranque de Lewis Hamilton con Ferrari no cumplió con las expectativas, terminando décimo en el Gran Premio de Australia, la primera carrera de la temporada de Fórmula 1.
Pero el siete veces campeón del mundo puso a todos en alerta la madrugada de este viernes, al ganar la mini pole, imponiéndose en la clasificación del sprint del Gran Premio de China. Y lo hizo de forma brillante, marcando la vuelta más rápida en la historia del circuito de Shanghai, dejando en segundo lugar a su viejo rival, Max Verstappen.