Jannik Sinner está en la cima del mundo. El italiano se consolidó como el mejor del año al ganar de manera brillante el ATP Finals, cerrando una de las mejores temporadas de todos los tiempos, justo cuando el tenis se empieza a despedir de la Generación Dorada de Djokovic, Nadal y Federer.
Con dos títulos de Grand Slam, tres de Masters 1000 y apenas seis derrotas en todo el año, Sinner superó a Carlos Alcaraz como la nueva cara del deporte, aunque con un asterisco: el polémico caso de dóping que lo seguirá persiguiendo.
El histórico 2024 de Jannik Sinner y el dóping que “manchó” su temporada
En este momento, Jannik Sinner ya acumula 20 semanas en la cima del ranking ATP, desde que llegó por primera vez en junio en Roland Garros. Con casi 4 mil puntos de ventaja sobre el segundo, Alexander Zverev, tiene asegurados varios meses más al top de la clasificación mundial, sin importar sus resultados o los de sus rivales.
Esto gracias a un 2024 soñado, en el que conquistó sus dos primeros títulos de Grand Slam -Australian Open y US Open- ganó cuatro torneos Masters 1000 -Miami, Cincinatti y Shanghai- y apenas perdió seis partidos, tres de ellos ante su némesis, un Alcaraz que no le pudo mantener el ritmo. Todo lo coronó siendo profeta en su tierra y ganando su primer Torneo de Maestros en Turín, sin perder un solo set.
Así, cerró una de las temporadas más millonarias que ha tenido un tenista en la historia del tenis con ganancias por 16,9 millones de dólares, algo así como 16.500 millones de pesos.
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Esa cifra pudo ser todavía mayor, pero hubo un premio que tuvo que devolver: los 325 mil dólares que ganó en marzo por llegar a semifinales del Masters 1000 de Indian Wells, el escenario donde protagonizó su otra gran noticia del año: el dopaje positivo que lo sigue persiguiendo.
En el torneo californiano fue donde Sinner arrojó positivo por Clostebol, un anabólico prohibido. Sin embargo, la noticia se supo recién varios meses después, y cuando ya se había decidido no castigarlo, a diferencia de otros tenistas en el pasado que recibieron largas suspensiones. Tenistas actuales y del pasado cuestionaron esta decisión, acusando privilegios por parte de la ATP, que tiene como presidente a un italiano (Andrea Gaudenzi).
Él se ha defendido y alegado inocencia, asegurando que fue un consumo involuntario, y que bajo ningún punto de vista mejoró su actuación en cancha. Sin embargo, es una “mancha” que tendrá que seguir cargando hasta que no se resuelva definitivamente el tema, que ahora está en manos de la Agencia Mundial Antidopaje y que podría arrojarle un castigo de dos años sin jugar.
Si eso se produce, sin duda que este 2024 histórico quedará para siempre con un asterisco y solo su total inocencia podrá permitir valorarlo como lo fue: el año que nació una nueva leyenda del tenis.