Tal parece que la lesión era real. Novak Djokovic no pudo completar esta madrugada su partido por semifinales del Australian Open ante Alexander Zverev y se retiró sorpresivamente tras perder el primer set.
Pese a ser diez veces campeón en Melbourne y ser considerado como el mejor tenista de todos los tiempos, el público lo abucheó al momento de dejar la Arena Rod Laver, obviamente ofuscados porque querían ver más acción. Una reacción insólita ante la que Djokovic tuvo la respuesta perfecta: les “agradeció” con dos pulgares para arriba, de forma irónica por no comprender que no podía seguir compitiendo.
Es la segunda vez en este torneo que el serbio recibe las pifias del público australiano. Antes, se ganó la desaprobación por no querer hablar tras una victoria, molesto con la cobertura que la TV local le había dado a los hinchas de su país.