Diego Dedura-Palomero fue el personaje del día en el tenis mundial. El jugador alemán de 17 años, de padre chileno, se convirtió este martes en Munich en el primer jugador de su generación que juega -y gana- un partido en el circuito ATP.
Pero además de su récord, también llamó la atención su festejo post-victoria: se tiró a la arcilla y celebró de forma desaforada, algo propio de su juventud, obviamente.
El tema fue que el triunfo se dio por el retiro del canadiense Denis Shapovalov, por lo que muchos lo criticaron por no tener en cuenta el drama de su oponente de turno.
“Soy muy religioso y creo que Dios me ayudó un poco a ganar”, fue su justificación. “Recé cinco minutos antes del partido y luego llevé todas esas fuerzas a la cancha. Después del partido, no fue más que gratitud”.
Seguido, se refirió a su estilo de juego, el cual reconoce está influenciado por la sangre que corre por sus venas por el lado paterno. “Soy un guerrero, tengo genes sudamericanos en mi sangre”.
Dedura-Palomero quiere seguir haciendo historia
Luego de su histórico triunfo en el ATP de Munich, Dedura-Palomero volverá a la cancha este jueves para jugar por segunda ronda.
Y su rival será nada menos que un viejo conocido del tenis chileno: Zizou Bergs, el belga que protagonizó un bullado incidente con Cristian Garin en febrero por Copa Davis.

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Si bien Dedura-Palomero es alemán, corre sangre chilena por sus venas y es bastante probable que sepa perfectamente lo que ocurrió con uno de sus potenciales compañeros de equipo, si es que se decide alguna vez a aceptar el llamado de la Federación Chilena.
El duelo se jugará mañana a eso de las 09:00 horas de nuestro país, y es probable que además de tener el apoyo del púbico local en Munich, Dedura-Palomero también cuenta con el aliento a la distancia de los hinchas chilenos que buscarán que se cobre revancha.