Tal como se anticipaba, la segunda semana del Masters 1000 de Roma está sufriendo con la lluvia. Esta jornada comenzaron los octavos de final, con toda la acción interrumpida durante muchas horas en el Foro Itálico.
Uno que tuvo que esperar largo tiempo para concluir su partido fue Hubert Hurkacz, el potente polaco que lleva varios meses alejado de los primeros planos pero que logró clasificar a cuartos derrotando en un partido durísimo a uno de los jugadores de moda en el circuito, el checo Jakub Mensik.
Y a su lado un chileno: Nicolás Massú. El capitán de Copa Davis lo está acompañando en Italia y tras varias semanas sin victorias, por fin parece haber reencontrado el nivel que no hace tanto lo llevaron al número 6 del ranking ATP.
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Hurkacz está de vuelta
Dueño de un saque terrorífico, Hurkacz es uno de los jugadores más potentes del circuito, de esos a los que nadie se quiere enfrentar. Sin embargo, producto de las lesiones sus últimos meses han sido muy pobres, muy lejos del estatus que había alcanzado.
Por eso a fines del año pasado decidió buscar la asesoría de Massú, recalcando que lo que el campeón olímpico realizó hace unos años con Dominic Thiem fueron parte importante de su decisión.
Aunque el arranque no fue el mejor, todo parece haber hecho click en Roma. De hecho, el mismo Massú habló de que decidieron tomarse una pausa para recargar las pilas, reforzar conceptos y despejar la mente.

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Y la receta parece haber dado resultado. En el Foro Itálico ya lleva tres partidos seguidos ganados, primero el español Pedro Martinez, luego el estadounidense Marcos Giron y hoy el checo Mensik; en un partido que tomó casi tres horas, Hurkacz se impuso por 7-6, 4-6 y 7-6, con 36 aces entre ambos.
Su próximo desafío saldrá del duelo entre el australiano Alex de Minaur y el norteamericano Tommy Paul, pero no cabe duda que lo mostrado en Roma ya es una señal de advertencia para los demás, sobre todo considerando que pronto arrancará su época favorita del año: la temporada sobre pasto previa a Wimbledon.