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F-1: una carrera a fondo dentro y fuera de la pista

La Fórmula Uno corre este domingo su segunda competencia del año en China, en medio de una temporada que arrancó con McLaren de favorito, pero con varios equipos más en condiciones de pelear triunfos y una renovación generacional de pilotos. Aunque el inminente cambio reglamentario agrega importante sazón al año.

Temporada 2025: año de transición La Fórmula Uno vive un año pensando en los cambios que se vienen en 2026.

Antes de que la Fórmula Uno llegara a Albert Park para la fecha inaugural de su 75ª temporada e, incluso, sin que se hubiesen hecho los test oficiales, se anticipaba que la campaña que acaba de comenzar en Australia sería la más disputada de los últimos años. Probablemente, desde el arranque de la era híbrida, dominada por Mercedes, primero, y por Red Bull, después.

Luego de las pruebas formales de pretemporada, se confirmaba la sospecha. En la víspera de un cambio reglamentario, las fuerzas se han equiparado. Y aunque la lluvia melburniana hizo que la carrera inaugural fuera muy entretenida y, sobre todo, equiparada, lo cierto es que hay al menos cuatro autos en condiciones de ganar carreras. Una cifra casi impensable hace unos años.

Claro que los resultados de la primera cita del año no deben inducir a engaño, pues claramente McLaren es el rival a vencer.

De no haber sido por las condiciones de baja adherencia en la pista, lo de Albert Park bien pudo ser una paliza del team de Woking. Sin embargo, no lo fue. Pero más por la carencia de pericia de los pilotos a correr en esas condiciones que por virtudes de los volantes. El creciente cuidado en torno a la seguridad hace que talentos como el de Max Verstappen sean incontrarrestables bajo lluvia.

De cualquier modo, Lando Norris ganó, y dio el primer golpe en una temporada que asoma crucial, ad portas de un cambio reglamentario profundo que, en 2026, anticipa un cambio de escenario radical en el orden de las fuerzas.

El triunfo del inglés era esperable luego de terminar al alza, dominando, en 2024. Ahora, con monoplazas que son evoluciones sobre la base de los del año pasado, el McLaren sólo ha mejorado. Por eso, que Red Bull, Ferrari o Mercedes tengan chances de ganar alguna de las pruebas amplía el abanico y asegura más emoción, pero no garantiza que la pelea por la victoria sea realmente una constante contra los autos papaya.

El piloto británico ganó en Melbourne y prolongó su buen final de temporada 2024.
Lando NorrisEl piloto británico ganó en Melbourne y prolongó su buen final de temporada 2024.

En el esperado debut de la temporada, que con la intolerancia a la frustración de las nuevas audiencias de la F1, ganadas amén una serie de streaming que pareció hacerse esperar más de lo habitual, aunque el paréntesis entre una campaña y otra fue igual de corta o extensa que siempre, McLaren establece un precedente para lo que resta del año. Tal como lo aseguraba Verstappen en la previa del Gran Premio de China de este domingo. “Son súper fuertes. Respeto mucho lo que han hecho (…) el año pasado y ahora son muy rápidos. Sí, muy polivalentes, buenos en todas partes", sentenciaba el tetracampeón, anticipando que en Shanghái, sin pronósticos de lluvia, Norris y Oscar Piastri deberían ser protagonistas sin contrapeso. Y eso que desde Barhéin, en las pruebas de pretemporada, el inglés puntero del campeonato se muestra disconforme con su coche. “No se adapta a mi estilo de conducción en absoluto. Es difícil de conducir y de hacer una vuelta”, se lamentó. Por suerte…

En todo caso, el año pasado, a estas mismas alturas, el neerlandés se quejaba por lo mismo de su Red Bull, y terminó ganando el tetracampeonato con autoridad.

La ventaja inicial

La gracia del McLaren, la que le da el favoritismo en el arranque de 2025, es que el MCL39, obra de Rob Marshall, es el monoplaza con mejor base del campeonato y, a la hora de la acción real, elevó su candidatura a otro nivel. Marcó un ritmo por encima de los demás cuando la pista se secó, se distanció de Verstappen y solo el diluvio en Melbourne impidió un 1-2 que parecía sentenciado.

Más allá del mini-DRS del diseño del auto de Marshall, que les puede dar algo, también es el que menos degrada neumáticos, característica clave que comparte con Ferrari. Con ello, los de Woking parten por delante del resto.

En todo caso, el famoso mini-DRS, que le da mayor flexibilidad al alerón trasero y, con ello, cierta ventaja aerodinámica, ha desencadenado el endurecimiento de las medidas de control de la Federación Internacional de Automovilismo, rectora técnica de la F1. Ya desde este fin de semana en China se estrecha el cerco y, para Barcelona, habrá el gran giro.

El mini-DRS de McLaren, que le da mayor flexibilidad al alerón trasero y, con ello, cierta ventaja aerodinámica, ha generado debate en otras escuderías.
Anduvo de maravilla en MelbourneEl mini-DRS de McLaren, que le da mayor flexibilidad al alerón trasero y, con ello, cierta ventaja aerodinámica, ha generado debate en otras escuderías.

Además, cercanos a la escudería Red Bull insisten en que en Woking tienen otras ventajas bien fronterizas con la ilegalidad. En todo caso, en la marca austriaca igual cunde el optimismo, debido al ritmo que vienen recortando la ventaja, que partió en medio segundo por vuelta en los test de pretemporada y que ya en la primera fecha bajó a un par de décimas. El cálculo en la fábrica de Milton Keynes es que para la quinta fecha puedan estar en un rendimiento similar. Claro que resolver el consumo de cauchos a pelear una carrera es otro tema.

Incentivo perverso

De cualquier modo, no son pocos los que creen que ir por el título de la 75ª temporada de la F1 es un caramelo envenenado. Todo, por el cambio reglamentario de 2026.

“Quien siga desarrollando el auto de este año, probablemente, ganará el campeonato, pero pagará el precio en 2026”, dijo el piloto de Mercedes George Russell.

Las mejoras a mitad de temporada fueron cruciales para que McLaren ganara el título de constructores por primera vez en 26 años en 2024. Los ajustes tardíos de Red Bull ayudaron a Verstappen a revalidar su corona de pilotos.

El problema es que los equipos que no encuentren el ritmo en estas primeras carreras del año podrían optar por abandonar el desarrollo en el monoplaza actual, para enfocar los esfuerzos en el próximo año, que traerá cambios drásticos tanto en los coches como en los motores. Un inicio anticipado del trabajo en lo que viene podría generar grandes beneficios durante años. Por eso, por ejemplo, Aston Martin apostó por pagar un contrato millonario a Adrian Newey, “padre” de la mayoría de los coches que han dominado la F1 en los últimos 20 años. El ingeniero no ha hecho nada por la máquina que manejan Fernando Alonso y Lance Stroll, sino que está enfocado en diseñar otro auto ganador, pero para 2026.

“Va a ser un año muy, muy agitado nosotros”, anticipa el director del equipo Red Bull, Christian Horner, quien procura equilibrar la búsqueda de Verstappen por un quinto título consecutivo en 2025, el proyecto para 2026 y un nuevo motor Ford que montarán desde el próximo año.

El límite de presupuesto en la F1 significa que “es el mismo dinero para todos, pero aplicarás tus recursos en consecuencia”, acota Horner.

Red Bull fue el ganador indiscutido la última vez que hubo un gran cambio regulatorio, a pesar de que acababa de ganar el cetro de pilotos con Verstappen. El modelo de Red Bull de 2022 adoptó la aerodinámica de efecto suelo mucho mejor que el resto y, especialmente, que su rival por el título de 2021, Mercedes, cuyo diseño era visualmente impactante pero estaba muy por detrás en rendimiento. La escudería de la bebida energética ha ganado 47 carreras desde entonces, mientras que Mercedes apenas 5. Todo, gracias a la mejor interpretación del reglamento que hace Newey, quien también hizo los autos ganadores de Sebastian Vettel, por ejemplo.

El neerlandés con Red Bull afrontan una temporada compleja, básicamente porque los equipos rivales cada vez acortan la distancia con el team del austríaco.
El multicampeón VerstappenEl neerlandés con Red Bull afrontan una temporada compleja, básicamente porque los equipos rivales cada vez acortan la distancia con el team del austríaco.

Pero volviendo al tema del desarrollo y resultados este año, hay incentivos que podrían interpretarse como perversos.

A los equipos con peor rendimiento se les permitirá más tiempo para desarrollar aerodinámica y trabajar en los túneles de viento. El campeón, en cambio, tendrá tiempos más acotados.

“En el simulador, lo que estamos haciendo es que ya hay un enfoque en el próximo año. Parece una locura decirlo cuando ni siquiera hemos girado una rueda en la competencia de este año”, confesaba Alex Albon, de Williams, antes de comenzar la temporada, lo que corrobora la mirada a futuro de varios. Sin embargo, los buenos resultados en Australia podrían modificar un poco esa orientación en el equipo.

Algo parecido a lo de Williams pasa en Sauber. Su piloto Nico Hülkenberg apunta que éste es un “año de construcción” antes de que la escudería suiza cambie su nombre a Audi. General Motors, que debuta el próximo año en la F1 con su marca Cadillac, está armando un team desde cero.

Foco en el presente

Más allá de que haya varios mirando más a 2026, este año tiene en pista a una serie de debutantes, que no pueden dejar pasar las oportunidades que se presenten.

Seis debutantes entre los 20 pilotos tienen la tarea de demostrar su valía. Ellos no tienen margen para mirar ni siquiera de reojo lo que viene. El futuro es ahora para ellos. Algunos, por lo demás, están en el habitáculo de autos que están para ganar.

Por ejemplo, Andrea Kimi Antonelli, quien a sus 18 años se estrena como compañero de Russell en Mercedes. “Voy a intentar atacar todo el tiempo y tratar de adquirir la mayor experiencia posible para estar aún más preparado para 2026”, dice quien ocupa la butaca que dejara disponible Lewis Hamilton al partir a Ferrari.

Liam Lawson, en tanto, tiene la tarea de ser el escudero de Verstappen en Red Bull. Tras la opaca temporada pasada de Sergio Pérez, el mexicano fue desvinculado de la escuadra de la energética, siendo reemplazado por el neozelandés, que se sube con algo de experiencia, pues había corrido intermitentemente en la máxima categoría desde hace dos años, sumando 11 grandes premios.

Una situación similar vive Oliver Bearman, quien hace menos de un año irrumpió en la escena de la F1 con un combativo séptimo lugar para Ferrari en Arabia Saudita, cuando Carlos Sainz se ausentó debido a una apendicitis. Nunca había competido previamente en Jeddah, y recibió la tarea con sólo dos días de aviso. Luego, superó a su experimentado compañero de equipo Nico Hülkenberg en dos carreras que hizo para Haas, y ahora es piloto a tiempo completo del team norteamericano. Sigue siendo parte del programa de desarrollo de Ferrari, pero desplazar a los dos astros de la Scuderia -Hamilton y Charles Leclerc- es poco probable en el corto plazo.

A ellos se suma Isack Hadjar, un francés cuyo parecido con Alain Prost es indisimulable y a quien la promoción de Lawson a Red Bull le dejó una vacante en el segundo equipo de los austriacos, ahora rebautizado como Racing Bulls. Eso sí: subcampeón de la F2 llega a una escudería con un historial de cambiar de pilotos a mitad de temporada si no rinden. Incluso Daniel Ricciardo, ganador de ocho grandes premios, no duró la temporada completa el año pasado.

Uno de los nuevos volantes para esta temporada 2025. El francés tiene poco margen para mostrar su talento.
Isack HadjarUno de los nuevos volantes para esta temporada 2025. El francés tiene poco margen para mostrar su talento.

Gabriel Bortoleto marca el retorno de Brasil a la máxima categoría. A pesar de haber ganado el título de la F2 la temporada pasada, superando a Hadjar, Antonelli y Bearman, su llegada a la F1 ha sido opacada por sus antiguos rivales. Esto se debe en parte a que su nuevo equipo, Sauber, tuvo dificultades el año pasado, y ahora los suizos están a la espera de que se concrete el desembarco de Audi en su estructura. Con un diseño de casco que rinde homenaje al tres veces campeón Ayrton Senna, Bortoleto es el primer brasileño a tiempo completo en la categoría desde 2017.

Por último, entre los rookies, está Jack Doohan, hijo del legendario campeón mundial de motociclismo de velocidad, Mick Doohan. Aún sin debutar, el australiano abrió 2025 con su paso en la F1 amenazado. La decisión de Alpine de fichar como reserva al argentino Franco Colapinto, ex de Williams, significa que hay un posible reemplazo disponible si el oceánico no rinde en las tres primeras carreras, según se comenta.

“Siempre vas a tener presión sobre tus hombros porque estás en un deporte tan competitivo”, dijo Doohan. El australiano ocupó el tercer lugar en F2 en 2023, pero no corrió en absoluto el año pasado hasta una participación sorpresa en el Gran Premio de Abu Dhabi que cerró la temporada. Al finalizar 15º, estuvo muy lejos del ritmo de su compañero de equipo Pierre Gasly, quien terminó séptimo. Por eso, la presencia del trasandino en el pie del equipo francés parece ser una amenaza permanente.

Proyecciones movedizas

Así, entre cambios reglamentarios profundos en el horizonte, con una nueva generación de pilotos, todo apunta a que la 75ª temporada de la F1 mira intensamente al futuro.

Es que con un Aston Martin que amenaza con Newey bosquejando su auto, con un Ferrari que quiere despertar y cortar la sequía de títulos de pilotos que data de 2007 de la mano de Hamilton -pero que tuvo un estreno horrible en Australia- y un McLaren que quiere aprovechar su momento, el año de la máxima categoría comienza a transitar con mucho en juego.

Porque, como si todo eso fuera poco, para 2026 hay una serie de asientos que estarán disponibles.

Por ejemplo, en Mercedes ambos pilotos tienen contrato sólo por el actual curso. En Alpine, si no es claro que Doohan sea el compañero para todo el año de Gasly, menos se sabe quién será el co-equipo del francés. En Racing Bulls también deberían estar disponible las dos butacas titulares. Y el novato Cadillac aún no tiene a su formación de pilotos.

Pero más apetitoso aún es lo que pasará en Red Bull. Si bien el auto de Lawson es, a priori, el que quedará pendiente de un eventual nuevo dueño, pese a tener contrato vigente se pone en duda la continuidad de Verstappen. De hecho, el neerlandés suena con fuerza y frecuencia para uno de los monoplazas alemanes. Toto Wolff, jefe del equipo alemán, prácticamente le ha puesto un cheque en blanco sobre la mesa en cuanto a sueldo, para tentar al tetracampeón para que llegue a la marca de la estrella. Algunos dicen que hay acuerdo de palabra, pero el entorno del piloto asegura que quedan unos meses antes de que tome una decisión. Su contrato con la escudería de la bebida energética es hasta 2028, pero las dudas que tiene respecto del nuevo motor que equiparán, es parte de los argumentos de “Mad Max” para pensar en un cambio de colores.

Con un escenario con muchos elementos en juego fuera de la pista, la temporada rueda garantizando emociones en todos los frentes.