Si el episodio del despido y reposición de Jorge Almirón de la banca de Colo Colo, ya habían dejado al presidente de Blanco y Negro (ByN), Aníbal Mosa, en un muy mal pie no solo con el sector directivo opositor, sino que con una imagen pública muy deteriorada, sobre todo frente al seguidor pensante del club, lo que pueda desencadenarse durante junio al interior del directorio tiene alcances insospechados.
Esta vez no se trata de la gestión deportiva, ni tampoco de un tema operativo que involucre al club con disposiciones de seguridad o de reglamentos. El conflicto se instala en el corazón directivo del Cacique y tiene su origen en un ítem muy delicado: el financiero.
El miércoles 28 de mayo, cuando Colo Colo se concentraba para jugar su último partido por la Copa Libertadores ante Atlético Bucaramanga, llegó a las oficinas de Blanco y Negro un oficio de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) dirigido al gerente general de la concesionaria, Alejandro Paul, firmado por Solange Michelle Bernstein Jáuregui, presidenta del organismo público.
En el documento, de dos carillas, dirigido a Paul “se instruye al Directorio de su representada en orden a adoptar las medidas tendientes a celebrar a la brevedad una Junta de Accionistas con el objeto de aprobar los estados financieros y el balance al 31 de diciembre de 2024 con el respectivo informe de sus auditores externos, así como de la memoria anual correspondiente”.
Lo anterior, que parecería ser un mero protocolo, no es tal. La CMF, en realidad, le está señalando a ByN que debe realizar dicha junta de manera perentoria, luego de que los estados financieros fueran rechazados en la última reunión de los accionistas, el pasado 28 de abril. Es decir, que debe realizar nuevamente un análisis de los números del ejercicio 2024 de la empresa porque, hasta ahora, entre los accionistas no hay conformidad respecto del informe presentado por el presidente de ByN, Aníbal Mosa, quien, por ello, está cuestionado. Muy cuestionado en verdad.
El contrato de la polémica
Que los accionistas de ByN hayan rechazado los informes financieros de la compañía, no es un dato anecdótico.
Según resaltan expertos en el tema, esta es la segunda vez en la historia de la CMF que el organismo encargado de supervisar y regular el sistema financiero en Chile toma conocimiento de un hecho así. El único antecedente fue el de la empresa La Polar, por lo que lo acontecido ahora no deja de ser, para ByN, una mancha que puede afectarlo en el mercado bursátil.
¿Por qué se llegó a esto?
La historia puede reconstruirse a partir de las versiones de las facciones o grupos que componen el directorio de ByN -el de Aníbal Mosa, el de Larraín-Vial y el del Club Social y Deportivo-, pero sin que ninguno de ellos quiera aparecer públicamente porque, arguyen, “sería darle datos estratégicos a la contraparte” o porque “simplemente hay que ver cómo decanta esto”, como señalaron las fuentes consultadas para este artículo.
La trama de esta contienda debe armarse a partir de hechos acontecidos en 2024.
El año pasado, el presidente de ByN dio a conocer que se había suscrito un nuevo contrato con la empresa DG Medios para la realización de 11 conciertos musicales a realizarse en el estadio Monumental, por una suma cercana a los 1.500 millones de pesos.
De esos conciertos, sólo uno -el del artista urbano cubano Feid- se realizó en 2024 (el 26 de noviembre). No obstante, en los estados financieros rechazados aparecieron los 1.500 millones de DG Medios como ingresos, por lo que, al sumarlos al balance del año, convirtieron el déficit del ejercicio en superávit.
De acuerdo por lo señalado en fuentes opositoras a Mosa, la empresa externa que auditó los estados financieros de 2024 (BDO Auditores y Consultores Ltda.) recomendó a la directiva de ByN sacar del ítem de ingresos el equivalente a los 10 conciertos que aún no se habían realizado. Aquella sugerencia le fue expuesta a Mosa en marzo pasado, en una reunión de directorio convocada para hablar del tema financiero.
Pero Mosa no dio pie atrás, insistió que el contrato de DG Medios debía ser incluido en su totalidad en el ejercicio de 2024, e incluso señaló internamente que “BDO está de acuerdo”. Pero su posición no logró convencer a todos y en la reunión de directorio previa a la Junta de Accionistas, cuatro directores, todos de la oposición (Alfredo Stöhwing, Diego González, Carlos Cortés y Ángel Maulén) no dieron su firma para la presentación pública de los estados financieros.
Se anunciaba así una Junta de Accionistas conflictiva…
Y la sangre llegó al río
En la Junta de Accionistas no fueron aprobados los estados financieros (50,20 por ciento los rechazó), situación que fue informada a la CMF como un “hecho esencial” de la compañía.
Según el escrito enviado por el gerente Alejandro Paul a la CMF, los accionistas que no estuvieron por la aprobación de los estados financieros fundaron su voto en contra diciendo que la consultora-auditora BDO había recomendado no incluir los 1.500 millones de pesos por el contrato de DG Medios, lo que habría generado resultados positivos artificiales.
Alejandro Paul, en todo caso, quien ha avalado la posición de Mosa sobre el tema, dice en su escrito a la CMF que la consultora BDO “no hizo observaciones” con respecto al contrato de DG Medios durante su auditoría.
En el lado de Mosa señalan que todo se trataría de un intento de la oposición por desestabilizar al presidente actual de ByN. Señalan que ellos, cuando dirigían la concesionaria en 2021, “hicieron lo mismo con un contrato con la empresa Umbro que era a largo plazo y ese contrato ni siquiera fue pagado porque vino la pandemia y Mosa, cuando asumió en 2022, tuvo que negociar con Adidas para salvar la situación”.
¿Manipulación de datos?
Pero la información a la CMF sobre el rechazo de los estados financieros no fue la única acción realizada ante ese organismo. La oposición también acudió a la CMF con otra intención: que el organismo determine si hubo por parte de Aníbal Mosa “manipulación” de datos.
El abogado Carlos Cortés, director opositor y quien tuvo un bullado conflicto con Mosa hace algunos meses (se fue a las manos con el presidente de ByN durante una sesión de directorio), fue quien presentó ante Andrés Montes, fiscal de la Unidad de Investigación de la CMF, la solicitud de evaluar si el presidente de ByN había cometido un delito. Los opositores aseguran que “si se llega al convencimiento de que Mosa actuó en forma dolosa, puede enfrentar acusaciones judiciales”.
“Esta es una maniobra de Cortés. Nos enteramos por El Mercurio que hizo esta presentación en la CMF”, dicen del lado Mosa. Pero la CMF, en verdad, aún no ha llegado a ese punto.
En su carta del miércoles pasado, el organismo sólo despejó el tema meramente administrativo. Señaló que debe realizarse una Junta de Accionistas “a la brevedad”, puesto que se tomó conocimiento de que los estados financieros 2024 de ByN no fueron aprobados.
En síntesis, la CMF le indica a ByN que, de acuerdo al artículo 77 de la Ley de Sociedades Anónimas, deberá convocar a la Junta de Accionistas a una nueva reunión para la fecha que ésta determine, “la que no podrá exceder de 60 días a contar de la fecha del rechazo” (es decir, tendría que ser el viernes 27 de junio).
Por ahora, la CMF desestima que Mosa sea alejado de su cargo de presidente, pero indica que la ley establece que “si la Junta rechazare el nuevo balance sometido a su consideración, se entenderá revocado el directorio, sin perjuicio de las responsabilidades que resulten. En la misma oportunidad se procederá a la elección de uno nuevo”.
Además, indica que “los directores que hubieren aprobado el balance que motivó su revocación, quedarán inhabilitados para ser reelegidos por el período completo siguiente”. Es decir, todo los directores que hoy apoyan ‘el bloque Mosa’.
Ello, sin perjuicio que la investigación paralela del fiscal Montes determine sanciones del tipo penal para Aníbal Mosa.
¿Quién dijo que el funesto guion del Centenario de Colo Colo no tenía más capítulos?
