Cada vez hay menos funcionarios en la ANFP. No porque los hayan echado, sino que porque se han ido. Algunos molestos por la gestión, otros arrancando del ambiente. La atmósfera se espesó hace varios meses, más de un año y medio quizás. Desde que la mesa directiva se convenció que Pablo Milad Abusleme (61) desafina cuando habla y que le gusta el cargo pero que no sabe habitarlo, algunos de sus integrantes empezaron a urdir la estrategia para dejarlo que se quemara solito.
Es cierto que el plan de sus compañeros de mesa tiene una alta cuota de cobardía y deslealtad, porque como no hablan nunca, no se exponen y dejan que ‘Pablito’ se hunda solo, no es posible hacer un juicio crítico de cuán idóneos son con la guitarra en la mano y qué tan hábiles son con la retórica. Partiendo por Jorge Yunge Williams, el secretario general de la ANFP.
La ‘corporación’, como les gusta decir a algunos letrados en Quilín, vive entre una aparente acefalía y la permanente incertidumbre. La sede es como ‘un estado gaseoso’, aseguran varios ilustres que van y vienen por los pasillos de la ANFP y la Federación. Ninguno, además, quiere declarar en ‘on’ porque saben que las consecuencias son inmediatas y que pueden perjudicar a los clubes que representan o a las funciones que desempeñan.

No le temen a Milad que es más bonachón, le agrada conciliar, evade el conflicto y tiene una actitud más perdonadora. Es a Yunge al que apuntan. Es él quien toma las armas, se irrita y empieza a buscar delatores por todos los rincones. Aunque el que ejecuta las directrices del vicepresidente es otro que, por organigrama, debiera controlarlas: Miguel Ángel Valdés Jofré, el oficial de cumplimiento. El compliance de la ANFP, que llegó bajo la gestión de Arturo Salah, ha adquirido un poder administrativo y financiero desmedido dentro de la organización, subrayan los habitúes, pese a que su rol de contralor-fiscalizador lo sigue ejerciendo.
Nada que celebrar con la Federación
Súmele, agregan desde Quilín, que se viene el aniversario 130 de la Federación de Fútbol -fundada el 19 de junio de 1895- y que no hay presupuesto ni para un café con un Barros Jarpa. Ojalá nadie se acuerde que es la segunda Federación más antigua del continente, después de la Argentina (que tiene solo dos años más), porque no hay nada que celebrar.
Además, sostiene otro analista de paso, cualquier festejo va a obligar “al jefe” a referirse a la separación con la ANFP que se legisla en la reforma que estudia la comisión del Senado, asunto que a Yunge et al les da más urticaria que cuando escuchan sus apellidos en programas deportivos de radio. Y no porque no sepan que tarde o temprano la ANFP y la Federación van a tener que dividirse, sino porque lo entienden como la última plataforma de poder que quiere ‘Pablito’ para seguir recibiendo el estipendio de 40 mil dólares mensuales de la Conmebol. Y ese tesoro por supuesto que le gustaría heredarlo a Yunge. Bueno, a cualquiera que pulule por Quilín.
Para distender el ambiente medio enturbiado, en nada colabora la fragilidad de la organización. La ANFP carece actualmente de tres cargos estratégicos: gerente general, gerente comercial y de marketing y gerente de desarrollo y nuevos proyectos. Aunque Felipe de Pablo, el gerente de operaciones, asume una función de coordinador de las gerencias, no resiste ningún análisis serio que cualquier empresa del volumen de la ANFP sea eficiente con esa escasez de personal ejecutivo. ¿Por qué no se han llenado las vacancias? Las tesis son variadas: se están redefiniendo los perfiles de cargo -que es mentira-, están en proceso de búsqueda -que es semi verdad- y porque la dupla Yunge-Valdés lo considera innecesario, porque ellos toman las decisiones ejecutivas y administran más poder -lo que es real.

Se arma la oposición
A propósito de planificación. Hasta ahora, nadie en Quilín ha hecho un control de daños de cómo podría impactar un fallo desfavorable de la Corte Suprema, a la que se apeló por la sentencia de la Cámara de Comercio que en su arbitraje dictaminó el pago de 36 millones de dólares a Warner (TNT Sports), por incumplimiento de contrato. Ni siquiera se sabe si se elaboró un informe legal que advierta o descarte que la multa que estableció el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia al CDF de 28 millones de dólares por abuso de posición dominante, podría traer indirectamente un perjuicio económico a la “corporación”. Abogados parece que tampoco sobran en la ANFP.
Todo este caos de gobernanza ha empezado a inquietar a algunos directivos de clubes, que ven que el buen negocio de recibir un dinero todos los meses sin hacer grandes esfuerzos, corre riesgos.
En el pasado Consejo de Presidentes un tufillo de rebeldía ante la autoridad institucional se comenzó a sentir. El que lleva la voz cantante, apuntan algunos presentes en la reunión, como siempre a puertas cerradas, es Jorge Uauy. El presidente de Palestino, quien muy probablemente desmentirá ipso facto su eventual rol de aglutinador de una oposición, es uno de los que están cansados de la inacción de la mesa de Milad-Yunge frente a la autoridad, molestos por la programación de partidos cualquier día y a cualquier hora y la consecuente baja en los borderós, inquietos por la ausencia de una voz validada por el mundo gubernamental, sorprendidos por el debilitamiento corporativo de la ANFP, agotados por el desprestigio reputacional a nivel de los medios y hartos por un largo etcétera de displicencias.

Un testigo de oídas proyecta que tras esta fecha FIFA, si se confirma la eliminación de Chile de la Copa del Mundo 2026, el proceso revisionista debería ser más profundo y no solo atingente a la Selección. Por si fueran pocos los problemas, la administración de la Roja tiene su propio drama: hasta este fin de semana no se sabe a ciencia cierta qué piensa el directorio respecto de la continuidad de Ricardo Gareca.
La mayoría del directorio quiere que Gareca se vaya con viento fresco, por fresco, y otros dicen que se quede hasta el final, pero pagarle hasta septiembre es prácticamente botar la plata, porque se sabe de antemano que el técnico argentino no moverá una pestaña y porque las monedas están escasas en la tesorería. Habría que preguntarle al gerente de Selecciones quién podría reemplazar a Gareca para los dos últimos partidos de las eliminatorias mundialistas, pero el gerente de Selecciones, Marko Biskupovic, renunció hace un mes y medio y, obviamente, nadie lo ha sustituido.
“No está constituida, pero se está construyendo”, advierte un conocedor de los movimientos subterráneos tan propios en la historia del fútbol chileno. Milad tiene la fortuna que se aproxima el Mundial Sub 20 y que un descabezamiento/reordenamiento antes del torneo internacional sería muy mal evaluado por FIFA y Conmebol, agrega el concurrente, que se frota las manos... porque en Quilín las relaciones cada vez están más congeladas.