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130 años de la Federación de Fútbol: Hemos aprendido pero nos falta

Han sido años de luces y sombras en una larga historia que aún está lejos de un balance total.

130 años de vida El nuevo aniversario de la Federación de Fútbol nos encuentra en un ciclo de bajo rendimiento, malos resultados y, por ende, de revisión. Nada nuevo bajo el sol. (PEPE ALVUJAR/PHOTOSPORT/PEPE ALVUJAR/PHOTOSPORT)

Fútbol, periodismo, comercio. Tres actividades muy distintas que se reúnen, sin embargo, habitualmente. El fútbol se juega, el periodismo lo informa y lo comenta, el comercio lo usa para vender. Al mismo tiempo, el fútbol usa la información periodística como promoción de sus competencias y vende comercialmente su espectáculo al público, que también compra camisetas, y a empresas que las usan para promover sus productos. Un círculo virtuoso que también puede ser vicioso si entre los involucrados hay barrabravas, ludópatas “encantados” por las casas de apuestas, árbitros de moral discutible, futbolistas que juegan “para atrás” y dirigentes que tuercen las reglas.

Pero nunca ese círculo se expresó tan sólidamente como sucedió hace 130 años en Valparaíso y que se recordó el jueves pasado, 19 de junio. Fue el día de la fundación, en el Café del Pacífico, de la Football Association of Chile.

El periodista implicado fue Robert H. Ried, que publicó en el Chilean Times, el periódico de la colonia inglesa, el aviso de la reunión de aquella noche que sería histórica. “A las 8 1⁄2 en punto”.

El fútbol estuvo representado por los clubes Valparaíso, Victoria Rangers, Mac Kay and Sutherland Athletic y Chilian F.C.

El representativo chileno sale a la cancha de los Campos de Sport. Ya en aquel entonces la convocatoria era masiva.
Selección Nacional 1926El representativo chileno sale a la cancha de los Campos de Sport. Ya en aquel entonces la convocatoria era masiva.

El comercio era la firma Tolson y Osborne, importadora de equipamiento deportivo. Su motivo era simple: ¿a quién le venderían sus camisetas, pantalones, medias y chuteadores si había tan pocos jugadores? Y ahí surgió la gran idea de los comerciantes ingleses: donar una Copa de Plata para que la disputen “los diversos clubes” que jueguen “según las reglas del Football association”.

Y listo el negocio y la formación de la Asociación Nacional. Un periodista, dos comerciantes y una Copa. Los intermediarios (los clubes) y luego los clientes (el público). El círculo perfecto.

Deporte de caballeros...

¿Imaginarían los fundadores el futuro? Es posible en parte, pues como súbditos británicos sabían del desarrollo posible. Ellos tenían, por de pronto, futbolistas profesionales y apreciaban la actividad rentada. No la toleraban, eso sí, en los países a los que arribaban. El fútbol era un deporte de caballeros y sólo podía ser practicado como esparcimiento, al paso que descalificaban su práctica por ciudadanos que lo hacían por dinero o por otros beneficios. Esa proscripción del profesionalismo afectó al progreso del fútbol sudamericano y generó divisiones profundas y de larga duración en cada país entre distintas agrupaciones que disputaban la representación de cada nación.

En el caso de Chile, ya en 1909 fue fundada la Federación Sportiva Nacional, reconocida por el gobierno, la que no aceptaba en la Selección Nacional a jugadores no nacidos en el territorio y que no era reconocida por la Football Association (FAC). Así se dio la extraña figura de dos seleccionados jugando simultáneamente en 1913: una contra Argentina y otra de gira por Brasil. Había gran encono y la FAC no facilitaba a sus jugadores (mayoritariamente de Valparaíso) para compromisos de la FSN, lo que se tomó durante años como una división entre santiaguinos y porteños, pero el motivo era otro. Ese episodio de 1913 era particularmente conflictivo, pues recién en junio de 1910 la FIFA había aceptado a Chile entre sus miembros.

Esa división no se produjo a causa del profesionalismo, pero se daría más adelante, como sucedió en Argentina y Brasil.

Los tesoreros también juegan

Inevitablemente la actividad rentada llegaría a Chile. En rigor, ya existía, veladamente, y se la conoce como “profesionalismo marrón”. Ya había jugadores que actuaban a cambio de un trabajo liviano o por algunos pesos de los que nadie sabía. Llegaban también de otros países, como Argentina, y no lo hacían por turismo. El tesorero de Colo Colo explicó en una ocasión que no mostraría los libros de contabilidad del club “para demostrar que los jugadores eran aficionados” porque, de hacerlo, “se perjudicaría a los jugadores”. Notable.

Como sea, las instituciones debían pronunciarse, ya que en un clima “amateur” no podían hacerles exigencias de rendimiento a sus jugadores.

Importante en este cambio fue el Colo Colo de los hermanos Arellano, fundado en junio de 1925. Su gran capitán, David, fue el cerebro de un plantel de aficionados que actuaban con la disciplina y aplicación de profesionales. Y por eso, porque creían tener derecho a participar de las recaudaciones del club, renuncian en masa a Magallanes para fundar al equipo más popular de Chile.

Imagen histórica: 19 de julio, Subiabre marca el gol con que Chile derrota a la Selección de Francia, en la primera Copa del Mundo.
Chile vs Francia Mundial de 1930Imagen histórica: 19 de julio, Subiabre marca el gol con que Chile derrota a la Selección de Francia, en la primera Copa del Mundo.

Aceptado formalmente en 1933, el fútbol profesional pasó a ocupar todo el espacio futbolístico del país y ya no hubo lugar disponible entre los aficionados para el amateurismo, salvo circunstancias muy especiales.

Más estrategia que otra cosa

Los hechos, desde entonces, se desarrollan a una mayor velocidad. La Selección Nacional, que se presentaba por primera vez en 1910 en los partidos del Centenario Argentino, comienza a transformarse en el espectáculo central de la actividad. En 1928, cuando aún no era La Roja, fue a los Juegos Olímpicos de Holanda e hizo una fuerte gira por canchas europeas. En 1930 participó en el Mundial de Uruguay, como lo hizo también en los campeonatos sudamericanos por la Copa América.

A fuerza de insistencia en jugar, el jugador chileno adquirió roce y desarrolló una especial sensibilidad a la estrategia, lo que le permitió superar los ripios técnicos del comienzo.

Es en 1941 cuando empieza a crecer tácticamente con el Colo Colo dirigido ese año por el húngaro Francisco Platko y su molde europeo (la WM), para ir ampliando su campo deportivo y social con la incorporación de las Universidades a las competencias: la Universidad Católica en 1937 en segunda división y la Universidad de Chile en 1938 (en primera).

El estratega, de pie, al medio, fue el artífice de una campaña alba histórica: 17 partidos, 13 victorias y apenas 4 empates.
Francisco Platko y Colo Colo 1941El estratega, de pie, al medio, fue el artífice de una campaña alba histórica: 17 partidos, 13 victorias y apenas 4 empates.

Con la Selección, Colo Colo y las Universidades se establece el núcleo central del fútbol profesional chileno.

El Plan revolucionario

A partir de los años ’50 se produce un progreso notorio en el fútbol del país. El jugador es más habilidoso, el público aumenta, el seleccionado disfruta de buenos momentos hasta llegar a la máxima expresión con el Mundial de 1962.

Fernando Riera es traído desde Europa para formar y entrenar al equipo que nos representará en el torneo máximo y entonces al fútbol se pone pantalones largos (los jóvenes usaban pantalones cortos hasta los 15 años).

Riera conduce un proceso que dura cuatro años y pretende cambiar el molde completo de la organización. Un asunto muy serio, que hiere muchas sensibilidades en un medio reacio a salir de su zona de confort, de alta exigencia disciplinaria para los jugadores (no duda en prescindir del más famoso jugador de la época) y revolucionario en la adaptación a un sistema táctico nuevo en el mundo: el 4-2-4.

Con el tercer lugar de ese Mundial, que reúne y emociona a la mayor parte del país, Chile alcanza la máxima altura desde su organización primaria en 1895.

Y no es todo, pues repercute notablemente en el medio futbolístico en su conjunto al abrir el camino a lo que se ha llamado “El Imperio de las Universidades”, con la U y la UC ganando todos los torneos de la década de los ’60, con la notable aparición de Colo Colo como campeón de 1970, título que repetiría en 1972, para titularse subcampeón de la Copa Libertadores de 1973.

Subcampeón de la Copa Libertadores, lo más alto hasta esa época a nivel de clubes.
Colo Colo 1973Subcampeón de la Copa Libertadores, lo más alto hasta esa época a nivel de clubes.

Los fundadores ya no podían imaginarse nada desde ahí en adelante.

No podían imaginarse, por ejemplo, la propia desaparición de su obra, tragada por el profesionalismo.

Un largo debate

Cuando el seleccionado jugaba, los clubes razonaban: “¿Por qué la Selección es dirigida por la Federación, si sus jugadores pertenecen a los clubes?”.

Cierto.

Y así se fue dando un giro organizativo que perdura hasta estos días, en que la Federación y la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP, sucesora de la Asociación Central) están unidas. Y es señalada, esa unión, un motivo de retraso del fútbol chileno. Solución: separarlas, de modo que la Federación se ocupe del desarrollo (divisiones menores, formación técnica, representación internacional) y la ANFP de las competencias entre sus afiliados.

Es un debate ya antiguo del que el medio suele acordarse cuando hay derrotas.

No se mencionaba, por ejemplo, para el Mundial de 2010, el de Sudáfrica, al que nos llevó el notable Marcelo Bielsa, clasificando a Chile en la penúltima fecha del clasificatorio. Sin calculadora. Bielsa, como Riera, encabezó un proceso de 4 años, pero no quiso seguir con autoridades directivas de entonces.

Comienza la retirada de las figuras y el término de un ciclo. Se reanuda, entonces, la viaje discusión de la Federación.
La "Generación Dorada"Comienza la retirada de las figuras y el término de un ciclo. Se reanuda, entonces, la viaje discusión de la Federación.

Tampoco se tocó el tema cuando la Selección con jugadores de la “Generación Dorada”, nos brindó dos Copa América en definición a penales con Argentina (2015, 2016) y cuyos valores están hoy en retirada.

Pero esas copas ya pasaron. Y ahora es cuando deben separarse la Federación y la ANFP.