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Fiasco argentino en el Mundial de Clubes: un papelón que recuerda a La Roja y al fútbol chileno

Boca Juniors y River Plate se despidieron sin gloria y con muchísima pena del torneo que se disputa en Estados Unidos. La Selección es campeona de todo, pero los clubes no responden. ¿Qué se viene a la memoria con eso?

Boca Juniors. El elenco Xeneize fue eliminado con vergüenza del Mundial de Clubes. Foto: EFE.

Terminó la fase de grupos del Mundial de Clubes 2025 y ya están en pleno desarrollo los octavos de final. Hora de balances en este certamen creado por la FIFA que, por primera vez en la historia, tuvo a 32 elencos participantes en la primera fase (Infantino y compañía ya piensan en que la próxima cita sea con 48 invitados).

Cada uno sacará sus conclusiones si es que un Mundial aguanta a 32 equipos. Sobre todo si se tiene en cuenta la diferencia de poderío entre los distintos representantes de las seis Confederaciones.

Pero, más allá de eso, hay asuntos ciertos: los grandes respondieron, con las clasificaciones, entre otros, del Real Madrid, Bayern Múnich, Inter de Milán y Benfica. También lo hicieron los nuevos ricos del barrio, Manchester City y PSG. Pleno brasileño, con los cuatro dentro de la ronda de los 16 mejores, Flamengo, Fluminense, Palmeiras y Botafogo. Harto de la UEFA y la Conmebol; poquito de la Concacaf y la AFC; la CAF y la OFC, ni en las cómicas.

Pero un detalle no ha pasado inadvertido para fanáticos y expertos alrededor del mundo: el completo fracaso de los representantes argentinos en el Mundial de Clubes. Ni Boca Juniors ni River Plate, equipos gigantes, prestigiosos y con títulos para tirar a la cuña, pudieron superar la primera ronda.

Mientras la Albiceleste encabeza el Ranking FIFA y es, además, la campeona vigente del Mundo y de América, los clubes trasandinos dieron la hora en el concierto internacional. ¿Suena conocido? No a la misma escala, claro está, pero mucho se asemeja este escenario a lo que vivió la Selección Chilena en su ya cada vez más lejano momento de gloria.

Carlos Palacios, en el Mundial de Clubes. Foto: EFE.
Boca Juniors.Carlos Palacios, en el Mundial de Clubes. Foto: EFE.

Las debacles de Boca y River en el Mundial de Clubes

Sobre todo en el caso del cuadro xeneize, el paso por el Mundial de Clubes fue para llorar. El equipo de los chilenos Carlos Palacios y Williams Alarcón quedó en el tercer puesto del Grupo C, que compartió con Benfica y Bayern, los que clasificaron, y el modestísimo Auckland City de Nueva Zelandia. Solo dos puntos en total y, para colmo de las humillaciones, los de La Ribera apenas pudieron empatar ante el semi amateur conjunto oceánico. Una ignominia tremenda.

Pero los millonarios tampoco lo hicieron mucho mejor. Jugaron en el Grupo E, con Inter de Milán, Monterrey y Urawa Red Diamonds de Japón. El cuadro que cuenta entre sus filas con los nacionales Paulo Díaz y Gonzalo Tapia solo les pudo ganar a los nipones, mientras que igualó con los mexicanos y perdió inapelablemente con los italianos. También, ¡fuera!

Ahí están ahora tanto los hinchas de Boca Juniors como los de River Plate echándose bromas y enrostrándose patéticamente cuál de los dos equipos llevó más gente a los estadios, cuál es el que tiene más “aguante” o más “carnaval”, algo que tanto les gusta al otro lado de la cordillera.

¿Qué pasa entonces? Los equipos argentinos hace tiempo que no vienen rindiendo en el plano internacional, pese a que la Selección no para de ganar y encandila a todo el planeta con sus logros. Se puede patalear todo el día: que luego de perder la Centenario en manos de Chile en 2016, la Conmebol decidió jugar copas América hasta que Messi fuera campeón. Que la FIFA, definitivamente, tendría a los argentinos como regalones y que habrían ganado el Mundial solo a punta de penales. Pero los logros están ahí y son indesmentibles. De hecho, la escuadra que entrena Lionel Scaloni fue la primera de Sudamérica en clasificar matemáticamente al Mundial de 2026.

Pero a nivel de clubes, la cosa es distinta. A este fracaso, se suma que los equipos argentinos no ganan la Copa Libertadores desde 2018, cuando lo hizo River Plate. De allí en adelante, todos los campeones han sido brasileños -Flamengo (2019 y 2022), Palmeiras (2020 y 2021), Fluminense (2023) y Botafogo (2024)- y eso habla de que son, justamente, representantes de los pentacampeones del mundo los que dominan el concierto sudamericano en estos momentos.

Es más, en todas las finales desde 2019 a la fecha, solo River en 2019 y Boca Juniors en 2023 representaron a Argentina en el duelo decisivo; el resto, todos brasileños: Santos en 2020, Flamengo en 2021, Athletico Paranaense en 2022 y Atlético Mineiro en 2024.

El elenco millonario quedó eliminado, al caer ante Inter de Milán. Foto: EFE.
River Plate.El elenco millonario quedó eliminado, al caer ante Inter de Milán. Foto: EFE.

Donde anda algo mejor la cosa es en la Copa Sudamericana, en que durante el mismo periodo graficado anteriormente, Argentina se quedó con las coronas de 2020 (Defensa y Justicia) y, recientemente, de 2024 (Racing Club).

Un escenario similar al de La Roja durante los años de la gloria

Es inevitable no recordar lo que le sucedía a la Selección en los años en que dominaba el continente y concitaba atención alrededor del mundo. La Roja fue quinta del Ranking FIFA en 2016 y sexta en 2017. Días de grandeza y respeto ganado, pero a nivel de clubes la cosa andaba de regular para abajo.

Mirándolo en perspectiva, eso era un mero espejismo y mal podía describir lo que era el fútbol chileno en su globalidad. Entre 2010 y 2017, es decir, en el momento de máximo auge de la Selección, los equipos chilenos en la Copa Libertadores no anduvieron, salvo en las dos ocasiones en que Universidad de Chile llegó a las semifinales del torneo (2010 y 2012).

El resto, nada importante. Universidad Católica llegó a cuartos en 2011 y Unión Española superó la fase de grupos para caer en octavos de final en dos oportunidades (2012 y 2014). En las ediciones 2013, 2015, 2016 y 2017, o sea en pleno bicampeonato continental de La Roja, ningún representante chileno superó la primera ronda de la Libertadores.

¿Dónde mejoró el asunto? En la Sudamericana, igual que el fútbol argentino de hoy en día, con el título de la U en 2011 y las semifinales a las que llegó la UC en 2012.

Por supuesto que el asunto es a distintas escalas. Mientras Argentina es campeona del mundo, a Chile le alcanzó el brillo solo a nivel continental. Cuando los equipos trasandinos llegan habitualmente a semifinales o a instancias superiores, los de este lado naufragan cuando los torneos recién comienzan. Pero la comparación es válida, aunque sea en distintas ligas.

Así que ojo Argentina. No vaya a ser cosa que Messi se retire, Infantino y Domínguez decidan ya no tratarlos como hijos pródigos (así nomás funciona la cosa tanto en Zúrich como en Luque), se den vuelta a mirar a los equipos locales y noten que los brasileños ya les sacaron cancha, tiro y lado. Si ese momento llega, a lo único que podrán echar mano es al “aguante”, el “carnaval” y todas esas tonteras que no sirven para nada a la hora de ganar títulos.