Migración, sistema de competencia, infraestructura y crecimiento de las nuevas generaciones. El jefe técnico de las divisiones juveniles de Chile, Nicolás Córdova, no escondió sus diferencias con la modalidad de campeonato que disputan las series menores y propugna por un cambio de modalidad y fusión de categorías.
-Fueron al norte a hacer microciclos... ¿Qué beneficio traerá el fenómeno migratorio que ha vivido Chile estas últimas dos décadas?
Fuimos a todos lados. Pero no solo por los microciclos. Pancho Rossel tiene a su madre ecuatoriana; llamamos a Jhon Cortés, de la U, que es colombiano y le está por salir su nacionalidad. Son una realidad. No nos vamos a perder. En la labor de scouting, trajimos a Zidane Yáñez para la Sub 16; a Óscar González, de Godoy Cruz (Argentina) para la Sub 20, a Favián Loyola, acabamos de convocar a Willy Chatiliez, del Huesca (España). No es tan fácil como la gente cree, porque estos chicos tienen que querer jugar por la Selección Chilena. Tenemos un caso de un chico de Suecia, capitán de la Sub 16 sueca, que juega en el Malmoë. Su prioridad es Suecia, aunque sea chileno. Nos contactamos con su familia y nos dieron las gracias por considerarlo, pero se van a quedar por ahora con Suecia. Pero sabemos que existe. Hay otros que prefieren no venir, como el arquero (Jeremías) Martinet en Argentina, de River, que está dentro de los tres arqueros de la Sub 20; o el chico (Lautaro) Millán de Independiente, hijo de chileno, que está en la Selección Sub 20 de Argentina.
-¿Se puede competir con lo que le ofrece esas selecciones?
Hay que ser súper realista. Ver también qué tipo de vínculos existen. Es muy distinto cuando el chico tiene un abuelo chileno, que cuando uno de sus padres lo es. También tenemos que cerciorarnos que son mejores de los que están en Chile. Y tercero: hay otros que ni siquiera han iniciado los trámites para obtener la ciudadanía. Encontramos uno en la Fiorentina, de abuelo chileno, pero el abuelo ni siquiera tiene pasaporte chileno. Entonces, el abuelo tiene que obtener el pasaporte para que recién comience la tramitación. O sea, pueden pasar dos años. Si tiene 18 años, adiós, se le acabó el Sub 20. No es tan fácil como parece.
-¿Cuál es la realidad con los hijos de migrantes colombianos, ecuatorianos, venezolanos que se establecieron en Chile hace años? ¿Hay una oportunidad, una cuestión de biotipo que aprovechar?
Sí, pero cuidado. Acá hay de todo. Es un reflejo de lo que está pasando en el país. Hay muchos chicos que juegan y llevan 7 o 10 años en Chile, pero están ilegales. Otros que quizás llevan un año con los papeles de residencia, por ejemplo, pero para que sean chilenos por ley, deben cumplir cinco años acá. Si tiene 16 años, ¿es convocable? Sí. Pero no tiene aún la nacionalidad. En cuatro años más la tendrá, pero ya queda fuera del proceso Sub 20 por edad. No es seleccionable. Cada vez vemos más jugadores en cadetes, pero preguntamos y nos dicen ‘recién tiene un año como legal’. El estatuto FIFA exige 5 años de legalidad en el país para las selecciones.
-¿El scouting también incluye el fútbol amateur?
El fútbol amateur es más complejo para nosotros, por una cuestión de capacidad, somos pocos. Además, si hiciéramos un microciclo amateur en Concepción, por ejemplo, ¿cuántos chicos llegarían? Miles. Ese scout lo tienen que hacer los clubes.
El dilema de los arqueros
-¿Qué quiso enfatizar cuando afirmó que los jugadores de selección no deben ser los mismos que los que están en el mejor momento?
Lo dije en el contexto de las juveniles. Hay jugadores que son muy buenos en el momento, por características personales. Hay chicos que a los 15 años, físicamente son mucho más desarrollados que sus pares, entonces defienden muy bien porque son muy grandes para la edad, o atacan muy bien porque son más físicos. El ojo nuestro es ver si ese jugador va a tener los recursos a los 18 años cuando se equiparen las edades y fuerzas con los otros. Por eso el proceso es avanzar a las siguientes categorías. Hoy, justamente, tenemos esa duda con un par de jugadores en la Sub 15: ¿Van a ser competitivos a los 20 años si su juego es físico? Otro caso: los arqueros. ¿Podemos llamar a un arquero de equis categoría si mide 1.73? ¿Va a ser proyectable para su club y la selección con esa estatura? Se trata del mejor en este momento.
-Depende de cuánto más crezca, ¿no?
¿Y si le damos prioridad a alguien que a su misma edad mide 1,85? Y que no es tan bueno hoy, a los 15 años. Para eso estamos, para tomar esas decisiones. Ése es el proyecto. Lo vuelvo a repetir: el Mundial Sub 20 es maravilloso. Pero no es el proyecto, de verdad. Se lo he dicho a todo el mundo que da vueltas por acá. El proyecto son los jugadores nacidos en 2012. Hemos ganado algo con los 2008, con los 2010 empezamos el año pasado. Los actuales jugadores de la Sub 20, los que van a jugar el Mundial el próximo año, son los menos beneficiados. Cierto, participarán de un Mundial, pero si hacemos bien las cosas, todos los que vienen atrás jugarán más mundiales.
-¿En esa decisión de los arqueros se explica su sentencia de que el fútbol juvenil es un tema de alto rendimiento, no de carácter social?
Absolutamente. Y lo siento mucho por los chicos que no les va a alcanzar. En Chile nos hemos preocupado de ampliar un rango de categorías de los 13 a los 21 años, que lleva más o menos diez años de vigencia, pero que no ha tenido buenos resultados, en desmedro de los jugadores que van a llegar. Ciertamente que igual llegan jugadores, pero ¿cómo están llegando?
-Vamos entonces a analizar la competencia de divisiones menores. ¿Cuál es su diagnóstico?
Para mí la competencia no es mala, en el sentido de cuántos partidos juegan. Me ha tocado ir a congresos de FIFA, donde van todos los de Conmebol, y comparar cómo se juega en cada país. No tenemos nada que envidiarles a ninguno. Tenemos más recursos e infraestructura que la mayoría de los países sudamericanos. Ojo: no estoy diciendo que estemos bien, sí que tenemos más. ¿Qué es lo que tenemos que entender? Que se sabe que hay muchos chicos que no van a llegar arriba. Entonces, cuando se necesitan cubrir tantas categorías, obviamente se trae a chicos que no van a resultar, y eso genera costos. Y el fútbol es una actividad profesional en la que se paga por ver a los jugadores. No es una actividad social. Es crudo lo que digo, incluso antipopular. Pero debemos velar que quien llegue al primer equipo, llegue preparado.
-Hay que aplicar una depuración, en consecuencia.
Para mí, y es nuestra mirada, no hay que eliminar sino que fundir, juntar categorías, para que los buenos jueguen contra los buenos y se hagan más buenos. Y los otros chicos que vayan saliendo de los clubes importantes, se vayan a competir en otros clubes de menos jerarquía. El impacto de este movimiento es que mejorará la competencia, el nivel subirá como espuma.
La propuesta de competencias
-¿Qué les ha recomendado a los directivos de clubes para la competencia de juveniles?
Nosotros somos partidarios de que hayan cuatro categorías, de los 13 a 20 años, como era antes. Antiguamente era: Juvenil, Primera, Segunda y Tercera infantil. Ése es el fútbol formativo. Todos los menores de 13 años es fútbol infantil, y debiera ser de Fútbol 7.
-¿Cuál es la lógica actual de tener categorías 13, 14, 15, etcétera, hasta Proyección?
No lo sé exactamente, le pido disculpas por no saberlo. Lo único que sé es que cuando juntas categorías, los buenos entrenan con los buenos. Nosotros defendemos mucho esa lógica porque cuando vienen a la selección, el ritmo de entrenamiento es abismalmente superior al ritmo que tienen en los clubes. Y no porque entrenen con nosotros, también podrían entrenar con cualquiera y tener un buen ritmo. Entrenan a un ritmo superior porque son los mejores de Chile. Si se extrapola a todo el fútbol chileno, es obvio que tendremos un alza, y llegará quizás un momento en que al chico de 13 años le va a costar entrenar con el de 14, y la misión del club será evaluar si va a esperar el desarrollo de ese chico. Para mí lo grave es que el pasado domingo, para la final Sub 20 entre Colo Colo y Unión Española, había en la cancha chicos 2003. La culpa no la tienen ellos, es el reglamento que lo permite.
-Claramente hay un tema de conceptual, de fondo, que debe motivar un debate con los directivos.
Evidentemente hay que ponerle cabeza a este tema. Si ponemos reglas es porque se persigue un objetivo. ¿Quiénes queremos que jueguen, los de 21 años, los de 20 o 19? De 2025 en adelante habrá Mundiales Sub 17 todos los años, desde 2027 las copas del Mundo Sub 20 serán anuales. Ya no más cada dos años. Eso significa que a nivel selección, tenemos que trabajar con cuatro categorías todos los años porque habrá procesos eliminatorios todos los meses de enero y de abril. Esto que digo se los expuse a los directivos como jefe técnico. Ya dije lo que tenía que decir. Después, hay muchas cosas, comisiones, temas económicos, etc. Nosotros ya dimos a conocer nuestro pensamiento y lo que creemos que es lo mejor para el fútbol chileno. Yo voy a seguir trabajando, seguiremos yendo a ver a las seis categorías, si es que hay seis categorías, otra cosa es que esté o no de acuerdo. Mi opinión la daré siempre, aunque sea impopular. No voy a ser condescendiente porque trabajo acá. Yo quiero que esto cambie de verdad y a veces hay que pisar huevos, lamentablemente.
-Pero también hay que considerar que existen limitantes, no todo se puede hacer en la vida.
Hay cosas que se pueden hacer en Chile, otras que no. No puedo hacer todas las cosas que hacía en Catar. Allá tenía 11 canchas, un gimnasio de mil metros cuadrados, un cine para ver videos. Sería estúpido de mi parte si quisiera hacer eso. Pero con nuestros recursos hacemos muchas cosas.
-Usted hizo una diferenciación entre el jugador que está en condiciones con el jugador que está preparado.
Sí. Tengo una lista larga de jugadores que podrían entrar en esas categorías, pero no voy a nombrar a ninguno...
-Para no que no sea tan elusivo. ¿Cuándo usted debutó profesionalmente, tenía condiciones o estaba preparado?
Para jugar en Chile, me prepararon. Yo tenía 100 partidos internacionales, había jugado 30 veces en el Monumental, 15 veces a estadio lleno. No lo olvido nunca, jugué un preliminar de Colo Colo-U. de Chile ante 60 mil personas, cuando asistían las barras visitantes. Tenía siete giras a Europa. Mi primera gira fue a los 14 años, jugué en México, Holanda, Estados Unidos, Italia, varias veces en Brasil, Argentina. Claramente estaba preparado.
-¿Afecta que los técnicos de la Selección adulta casi no tengan vinculación con las selecciones juveniles? ¿No echa de menos un diálogo más sistemático?
Es que son dos mundos completamente aparte. Pero el diálogo existe. Existió con el Toto (Berizzo) y existe con Ricardo (Gareca). Lo que pasa es que lo que ellos necesitan son puntos, no un proyecto a largo plazo. Ricardo necesita ganar en marzo, entonces por más que yo le explique nuestro plan, que él lo sabe y lo vio, es su urgencia lo que prima. La Selección, como también los clubes, es un trabajo de urgencia. Urge la próxima fecha eliminatoria, urge el partido de fin de semana. ¿Imagínate si no le ganábamos a Venezuela? Si él (Gareca) sigue en este cargo y agarra el rumbo, tiene la certeza que nosotros estamos preparando a los jugadores para cuando quiera ocuparlos.
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