- “Universidad de Chile es un equipo que está sólido y que este año ha traído buenos jugadores. A mí me ha gustado el mercado de pases que ha hecho el club hasta el momento”.
Si bien Gustavo Lorenzetti (39) no se pierde partido alguno de Rosario Central en el estadio Gigante de Arroyito, el presente deportivo de Universidad de Chile lo maneja al revés y al derecho.
Tan preocupado del clásico que Central jugará con Newell’s este domingo 16, lo tiene inquieto el comienzo de la U en el Torneo Nacional y su futuro en la Copa Libertadores. Aunque para el ex mediocampista azul el elenco que dirige Gustavo Álvarez se ha reforzado de buena manera.
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-¿Cómo ve a la U en la actualidad? ¿Siente que Colo Colo está quizás un poco por delante, sobre todo por la inversión que hizo este año en el plantel?
Hoy Colo Colo económicamente está más fuerte, pero en los años que estuve en Chile siempre fue así. Pero cuidado, porque la U ha armado en varias ocasiones muy buenos equipos, sin tanto poderío económico. En este momento, creo que la llegada de (Arturo) Vidal también le dio un plus a Colo Colo a la hora de traer jugadores. Sin embargo, más allá de toda la inversión el año pasado, a la U se le escapó el torneo en el último partido contra Everton. No tengo dudas que de haberse jugado una final, la U la ganaba, porque venía de atrás. La llegada de Gustavo Álvarez le hizo bien a la U, le hizo volver a encontrar su esencia. Es un equipo que está sólido y que este año ha traído buenos jugadores. A mí me ha gustado el mercado de pases que ha hecho el club hasta el momento.
-¿Proyectas un campeonato tan disputado como el pasado?
Yo creo que sí. Hay también que ver cuándo se juega Copa Libertadores, eso es lo diferente para la U este 2025. El tema del desgaste hay que tenerlo presente. El sorteo de marzo define muchos aspectos. Hay que ver los viajes, si te tocan desplazamientos largos, partidos en la altura, partidos complejos en el plano local. Eso influye mucho, sobre todo en estos torneos en que no hay playoffs y cada punto cuenta al final del año.
Dos décadas después
-Llegaste a jugar a Chile el 2006, después de un par de años en Rosario. Pocos se acuerdan que tu primer equipo fue Coquimbo Unido. ¿Qué te hizo venir a Chile?
Yo llevaba un par de temporadas en el primer equipo de Rosario Central y Miguel Ángel Russo se fue. Asumió (Ariel) Cuffaro Russo que no me iba a tener en cuenta, por su esquema de juego, esas cosas que tiene el fútbol. Entonces decidí salir a préstamo para sumar minutos, con la ilusión de volver a Central. En un primer momento tuve la chance de ir a un equipo de Segunda división de México, el Zacatepec. Y surgió lo de Coquimbo, de la mano de Jorge Díaz, que estaba entrenando en las inferiores de Central. Él es un jugador querido allá en Coquimbo, y agarraba al club como técnico bueno. Tuvimos una charla muy linda sobre cómo veía el fútbol; me quería llevar y dar la continuidad que necesitaba. Así que me fui para Coquimbo con él, y bueno, no me pude quedar por un tema un poco económico. Coquimbo no tenía dinero para pagar la cláusula y comprarme, y yo tenía que regresar a Central.
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-Se van a cumplir casi dos décadas desde que viniste a jugar a Chile y prácticamente dos años desde que te retiraste del fútbol. ¿Cómo es tu actual vida? ¿Vas seguido a la cancha a ver a Rosario?
La verdad que vivo mi retiro con mucha tranquilidad, después de años muy agitados de fútbol. Cuando dejé de jugar me encontré con mucho tiempo libre, acá en casa. Me dedico un poco a administrar mis propiedades, asuntos inmobiliarios, algo que asumía mi papá cuando yo estaba fuera del país jugando. Ahora, tomé el cargo yo y estoy haciendo eso. Me entretengo, pero no es algo que me guste demasiado. Y después, mucho tiempo libre, algo que en el mundo del fútbol no hay, así que aprovechando de disfrutar con la familia. Voy a la cancha, cosa que antes no podía hacer, voy a dejar al colegio a mis nenes, veo a mi hijo jugar al fútbol y con las nenas, las acompaño a la gimnasia. Todas cosas pequeñas pero lindas que antes no pude hacer.
-¿La vida del futbolista es más intensa de lo que parece, más allá de los viajes?
Sí, sí, seguro. Lo que decía de ir a buscar a los chicos del colegio, es algo tan básico, tan normal, pero que no lo podía hacer. Tuve, gracias a Dios, la suerte de poder ver el nacimiento de mis tres hijos, que por ahí a otros que les tocaba jugar o concentrar o estar de viaje, no pudieron hacer. Es algo importantísimo dentro de la vida de una persona. Yo tuve fortuna porque los tres nacieron entre partidos de fin de semana, todos de parto natural se adelantaron, incluso... Uno de los dos primeros, nació de ocho meses y la tercera estuvo un poquito complicada porque fue sietemesina, pero pude estar al lado de mi esposa. El fútbol te margina de un montón de cosas y uno se va perdiendo cumpleaños a la distancia, de los padres, las hermanas... Quien no convive con un futbolista, no se da cuenta de eso. Por eso es que son tan gratificantes para mí poderlas vivir ahora.