- “Éramos muy competitivos (en la U), salimos campeón de uno, peleamos el otro, salimos campeones, el otro... y así sucesivamente. Nunca tuvimos tiempo para relajarnos”.
- “Uno de mis mayores amigos en el fútbol es Guillermo Marino. Cuando llegué a la U, sabía que él estaba en el plantel y yo no quería saber nada, porque era de Newell’s”.
- “A mí me gusta cómo juega (Javier) Altamirano. Ya me gustaba en Huachipato, es encarador, atrevido, inteligente para jugar, tiene buen pase. Ojalá que pueda rendir en la U”.
Al rosarino Gustavo Lorenzetti (39) no hay día en que alguien se lo recuerde. Sea en su ciudad, en su país o desde algún rincón del mundo, los hinchas de Universidad de Chile siguen recordándolo con la camiseta azul.
Pero sobre todo, por ese gol que anotó en la final de la Copa Sudamericana ante Liga de Quito, que selló la consecución del máximo galardón que ostente el club universitario laico.
-¿Usted es muy querido en la U, pero su corazón está en otro equipo, no?
Los que me conocen en Chile saben que yo no vendo humo. Yo siempre dije que soy hincha de Central. Eso la gente lo sabe, pero yo por la U dejé la vida. Cada vez que me tocó entrar a una cancha, dejé la vida y hoy en día la sigo y la respeto. Estuvimos cerca de jugar con Central, porque en la Libertadores de 2016 el camino era un cruce inevitable. Cuando salió el sorteo de Copa Libertadores, ya me dio algo acá en el estómago. ¿Será posible que haya 120 equipos y nos tengamos que cruzar con Central?, me preguntaba a mí mismo. Si la U eliminaba a River de Montevideo, nos íbamos al grupo de Central, Nacional y Palmeiras, imaginate el grupo que nos hubiera tocado. Pero no se dio, porque acá no pudimos ganar y en Uruguay caímos con claridad.
-¿Te tocó compartir vestuario con algún exjugador o que fuera hincha de Newell’s?
Sí, sí. Uno de mis mayores amigos en el fútbol es Guillermo Marino. Cuando llegué a la U, sabía que él estaba en el plantel y yo no quería saber nada porque era de Newell’s. Y encima fue una de las primeras que me vino hablar, me dijo que éramos ‘compatriotas de la zona’, y yo nomás lo miraba. Guille es de verdad un fenómeno, pegamos muy buena onda y hoy nos llevamos bien, muy bien. Pero ese es el único que recuerdo. Él, además, es muy tranquilo, no contestaba ninguna de las chicanas que yo le decía. Yo lo embromaba con algo, no me contestaba, le decía otra cosa, no me contestaba. Me aburría, al final. Guille nació en un pueblo, no es de acá de Rosario. Entonces estamos con dudas, ¿viste? Yo tengo mi sospecha, me parece que no es tan leproso... pero bueno, vamos a dejarlo ahí (ríe).
-La Sudamericana del 2011 debe ser de lo más satisfactorio de tu carrera. ¿Cuándo tomaste real dimensión de lo que se había conseguido?
Creo que voy tomando la dimensión recién ahora. Lo digo sinceramente, porque con el paso del tiempo me he dado cuenta. Cuando vuelvo a Chile o en las mismas reacciones en las redes sociales, el cariño de la gente la U es inmenso. En el día a día, recibo saludos, fotos, y si estoy allá (en Chile), me piden autógrafos, me siguen felicitando. Dentro del club se vivió esa Copa con mucha intensidad, tanta que no se pudo llegar a disfrutar todo en esos momentos. Aparte que éramos muy competitivos, salimos campeón de uno, peleamos el otro, salimos campeones, el otro... y así sucesivamente. Nunca tuvimos tiempo para relajarnos. Y ahora que uno lo ve desde afuera, empezamos a valorar todo lo conseguido. Te repito, cada vez que voy a Chile me cruzo con mucha gente de la U. La verdad que le tengo un cariño enorme al club y creo que ellos también me lo tienen a mí. Recién ahora empiezo a dimensionar todo lo que se consiguió en esa época con la U.

-¿Qué faltó para llegar a la final de la Copa Libertadores al año siguiente de ser campeones de la Sudamericana?
Lo que pasó es que era insostenible mantener el nivel del plantel. Lo grafico en Edu Vargas. La oferta que llegó al club del Nápoles era irrechazable tanto para la U como para él. Edu nos daba ese plus en ataque que lo perdimos. Después se nos fue también Marco González a Flamengo, que era nuestro líbero. Y bueno, Gustavo Canales, el 9. El plantel no era tan amplio y veníamos de mucho desgaste del 2011, también jugando el torneo chileno, con playoffs el 2012. El equipo llegó muy agotado, con muchos jugadores lesionados, con otros medios tocados, pero había que jugar igual. No era lo mismo que para la Sudamericana. Y bueno, nos topamos justamente con un rival como Boca Juniors, que es un equipo copero que no te perdona. En el partido de ida perdimos la clasificación prácticamente, porque nos sacaron dos goles de diferencia (0-2).
-¿Qué posibilidades visualiza que se pueda generar en la U otro plantel como el del 2011, suponiendo que se pueden retener talentos un par de temporadas?
-Sinceramente lo veo difícil, muy difícil. Primero porque ningún club en el mundo como la U es capaz de retener a los jugadores sobresalientes. Hoy por ahí con dos o tres partidos buenos y con pasaporte comunitario, ya te venden a Europa. Son ofertas difíciles de rechazar, sobre todo por el lado del jugador, ¿no? Y después porque también en ese momento la U compró muy bien, a jugadores jóvenes de otros equipos y se ensamblaron a la perfección. Al final terminó siendo prácticamente la base de la Selección Chilena, y eso es muy difícil de conseguir. Hoy en la U están Marcelo Díaz y Charles Aránguiz que fueron base ese equipo, y que seguramente van a aportarle mucho a los chicos que vienen de abajo en el club. Pero bueno, lo veo demasiado complicado que se vuelva a repetir un equipo de esa envergadura.
-Además de la Sudamericana, ¿hay algún título que recuerde con especial cariño?
Mi título con la U. de Conce, fue el primero en el profesionalismo, la Copa Chile de 2011. La verdad es que lo disfruté mucho, lo vivimos con mucha alegría. Era un plantel muy bueno, muy buenos compañeros y jugamos bastante bien al fútbol también. Y después me quedo también con la final de la Copa Chile contra Colo Colo en La Serena, que le ganamos por penales con Johnny Herrera pateando.
-En la U. de Concepción también se acuerdan mucho de ti porque estuviste varias temporadas, la mayoría exitosas. ¿Qué explicación tienes a que una zona como la de Concepción, hoy tenga solo Huachipato en Primera?
Pasa un poco por el mal manejo dirigencial. Es una zona muy rica, con hinchadas muy importantes. La U de Concepción es el equipo que menos hinchada tiene porque es un club más nuevo. Pero cuando yo estuve viví cuatro años maravillosos, donde pudimos salir campeones. Estuvimos al borde también del descenso, jugamos una promoción, pero mi balance es muy satisfactorio. Pero de aquellos tiempos, creo que ya hoy en día no hay nadie manejando el club de los que estuvieron en el mejor momento. Hay gente más del lado de los empresarios y no de la Universidad, por lo que tengo entendido, y eso puede explicar muchas cosas de lo que pasa. Concepción y el Vial son dos equipos poderosos de la zona, con mucha gente, pero que les ha costado. Vi ahora que Concepción ascendió a Segunda división, pero bueno, seguramente el mal manejo de los dirigentes no ha hecho que la zona mejore y se sostengan en Primera, porque en las ciudades de la región crecen jugadores de muy buen pie.
Los chilenos en Argentina
-¿Cuál es tu explicación para que haya tantos jugadores chilenos en el fútbol argentino?
Es mérito de los chicos que han venido y han rendido. Ello son los que los que abren el mercado. Me parece que Cristian Echeverría en Huracán dio una pauta de lo que podían rendir, porque la verdad es que la rompió, y ahora se fue a México. Ese tipo de jugadores, como Williams Alarcón también, son los que abren mercados. Mira dónde llegó ahora, a Boca Juniors. Está (Gonzalo) Tapia en River, claro que son clubes con mayor exigencia, les va a costar más. Cuando los jugadores extranjeros funcionan y rinden, los dirigentes argentinos empiezan a mirar otros mercados, y en Chile hay muy buenos jugadores, de mucha técnica, inteligentes; el tema que cuesta acá en Argentina es la intensidad. Pero si se adaptan a ella, tranquilamente pueden ser un aporte.
-¿Cómo estás viendo el fenómeno de Carlos Palacios en Boca Juniors?
Lo he visto poco, la verdad. El otro día con Racing lo vi un rato, pero Racing fue superior y Palacios pudo hacer demasiado. Pero bueno, es Boca, y la adaptación es una exigencia superior a llegar a jugar en Colo Colo. Acá, la verdad, jugás cinco minutos mal y te liquidan.
-De chilenos que veas jugando en tu puesto, ¿hay alguien que te llame la atención?
Bueno, a mí me gusta cómo juega (Javier) Altamirano, que además llegó a la U. Ya me gustaba en Huachipato; es encarador, atrevido, inteligente para jugar, tiene buen pase. Ojalá que pueda rendir en la U, pero pongo mi fichita ahí. Y después... no, la verdad es que no encuentro uno. De (Lucas) Assadi todavía espero, porque tiene en condiciones naturales, tiene un uno contra uno maravilloso. Ojalá que pueda explotar en la U antes de que lo vendan.

-Ricardo Gareca no la está pasando muy bien. ¿Algún tipo de comentario o recomendación?
Ha estado complicado porque su arranque con la Selección no fue bueno en resultados y por ahí tampoco en rendimiento. Pero todos sabemos la clase de entrenador que es, la jerarquía que tiene. Ojalá que pueda enderezar el barco en estas eliminatorias. Vienen partidos claves y Chile no está en condiciones de perder más puntos. Cuando uno revisa, el equipo tiene jugadores para sumar y este amistoso le sirvió para probar nuevos nombres. La misma vuelta de Marcelo Díaz es una buena noticia para la Selección, en un puesto que necesita especialización.
-Hay coincidencia que el recambio de nombres requiere un poco más de paciencia y que se le exige demasiado al plantel actual que sucede a una generación que fue probablemente irrepetible.
Es lógico. Era sabido que iba a pasar esto, pero el hincha quiere ganar ya, quiere clasificar al próximo Mundial. Chile viene de no poder clasificar a los mundiales anteriores. A nosotros nos pasó con la U cuando se fue Sampaoli. Llegó Darío Franco y ganamos una Copa Chile y parecía en ese momento que ganar la Copa Chile no nos servía para nada. Había que adaptarse a la nueva era y a Darío le costó el puesto. A la Selección le sucede lo mismo, tiene que pasar un tiempo para encontrar su nueva forma y los nuevos jugadores tienen que ganar experiencia. Súmale que todos los países crecen. Ecuador está muy fuerte; Colombia, ni hablar. Paraguay de la mano de Alfaro se recuperó y está fuerte de vuelta. Hasta Bolivia ha crecido muchísimo como local, entonces cada día es más complicado.