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“El fútbol chileno está en el peor momento de su historia (...) La eliminación de la Selección solo acentuará la crisis”

Darío Calderón analiza el estado de situación del fútbol chileno desde la perspectiva de quien es un nombre imprescindible en el desarrollo de la actividad desde los ‘80.

Darío Calderón El ex vicepresidente de la ANFP e histórico dirigente hace un crudo análisis del presente de la industria del fútbol chileno. (felipe escobedo)
  • “Para terminar con la delincuencia tenemos que hacer un gran pacto nacional a diez o veinte años. Con el fútbol es lo mismo: hay que hacer un pacto entre los clubes. Lo mismo que hicimos cuando enfrentamos el tema del Cóndor Rojas”.
  • “Me parece que Pablo Milad no tiene la estatura para ser un presidente de la ANFP. Él es un político, y por sus obras los conoceréis. Y lo único que puedo ver hoy es un lamentable balance de su gestión, tanto en lo deportivo como en lo económico y en lo institucional”.

Influyente abogado, alto directivo de la ex ACF y ANFP, socio e hincha de Universidad de Chile y uno de los mayores impulsores de las Sociedades Anónimas Deportivas hace 30 años, cuando los clubes se caían a pedazos. Su mirada histórica y su análisis actual se hacen necesarios, más allá de que haya asumido una sana distancia con el proceso de destrucción interno que vive el popular deporte.

Darío Calderón está preocupado. Por el país en general. Por el destino de su querido Instituto Nacional, impronta que lleva puesta tanto como la de Universidad de Chile. Y luego, obviamente, por el fútbol chileno, una actividad a la que le dedicó gran parte de una época de intensa vida profesional de variadísimas ramificaciones.

El abogado -“articulador”, “conciliador”, “consejero”, como se autodenomina- quedó asombrado al ver los incidentes del jueves en el Monumental. Advierte que la dirigencia del fútbol chileno no tiene atributos para enfrentar una problemática de tamaña envergadura, y que si la autoridad política no se activa, los estadios se pueden transformar en nuevos espacios ganados por la delincuencia.

Pero el origen de esta entrevista siempre versó en su mirada de las actuales Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), una figura legal que Calderón, hace más de tres décadas, cuando era vicepresidente de la ANFP, impulsó desde una primera fila y con todas las influencias que supo aquilatar cuando ya llevaba una exitosa trayectoria profesional. Un recorrido que después de todos estos años debería contarse en muchos sabrosos capítulos, con varios protagonistas estelares que ya no pisan esta tierra y con algunos párrafos que morirán en su secreto.

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-Ya parece olvidado que lo que origina la fórmula de las SAD en el fútbol chileno era que los clubes exhibían lamentables estados financieros y una deficiente gestión, y que no le pagaban los sueldos a los futbolistas...

Así es. Obviamente que hoy son algo completamente distinto. Piense que en 1993, a comienzos del gobierno de Eduardo Frei, se formó la comisión para modificar el estatuto de las corporaciones de derecho privado sin fines de lucro. Hay que interpretar la Sociedad Anónima Deportiva (SAD) de acuerdo al momento en que se dicta la ley. Pero no es que yo haya inventado la fórmula cuando empujamos hacia allá. La SAD es un modelo que copiamos de España, había nacido después de la muerte de Franco, en el gobierno de Felipe González. Para el Mundial del ‘82 y los Juegos Olímpicos 92, modificaron la Ley del Deporte y crearon la SAD, que le entregó a los hinchas la propiedad de los clubes. Se excluyó de ese concepto social solo a tres instituciones: Real Madrid, Barcelona y Atlético Bilbao, porque tenían una trayectoria histórica y se estableció que seguirían siendo una corporación sin fines de lucro. Todos los demás clubes se les entregaron a los hinchas. Hubo algunos clubes que cayeron en la insolvencia económica y otros que desarrollaron un prestigio gigante, porque tuvieron buenos dirigentes. En ese sentido, Real Madrid es un modelo a seguir en el mundo, porque Florentino Pérez toma el club a fines del siglo pasado, por un corto plazo, y después vuelve a presentarse el 98 y mantiene la presidencia hasta hoy.

-Volvamos a Chile. En las SAD locales tenemos varios vicios de multipropiedad u opacidad de los propietarios, que eran los grandes riesgos que querían evitarse hace 30 años. ¿Qué no se consideró, o la ley de SAD no fue bien diseñada?

Lamentablemente, la legislación, que no le correspondía definir al fútbol, sino que al Estado a través del Ministerio de Hacienda o el de Justicia, nunca se adecuó para establecer una real fiscalización del manejo de los clubes. Cuando desde la ANFP íbamos a denunciar algunos malos manejos, en Justicia o en la Superintendencia de Sociedades Anónimas la respuesta fue: no hay personal para poder fiscalizar. Esto fue lo que hizo caer al fútbol, porque las leyes no son para toda la vida, hay que ir adaptándose a los nuevos requerimientos, y es obvio que el mundo cambió de 1993 al 2025. La ley de las SAD no se fue adecuando. Lo que hoy vemos es que los problemas que afectan a muchos clubes no son por una carestía económica, como era antes de que estuvieran las SAD, sino que por el mal manejo financiero.

-Digamos que las SAD nunca fueron pensadas en consideración a los millonarios ingresos que iba a aportar la televisión.

Claro. Los recursos que hoy día tienen los clubes en términos reales son muchísimo mayores a los que tenían en aquel entonces. En nuestro tiempo, por ejemplo, alrededor del 50% de los ingresos era producto de la recaudación de los borderós, un 30% por auspicios, 20% por otros ítems. Pero hoy los derechos de televisión pueden representar el 70% de los ingresos y con la excepción hecha de los clubes grandes, los borderós serán el 10%.

"La legislación, que no le correspondía definir al fútbol, sino que al Estado a través del Ministerio de Hacienda o el de Justicia, nunca se adecuó para establecer una real fiscalización del manejo de los clubes".
Darío Calderón"La legislación, que no le correspondía definir al fútbol, sino que al Estado a través del Ministerio de Hacienda o el de Justicia, nunca se adecuó para establecer una real fiscalización del manejo de los clubes".

-¿Usted cree que una SAD de un club chileno podría haber sido gestionada por un grupo de hinchas o socios?

Creo que sí, en la medida que la administración del fútbol se hubiere profesionalizado, que fue un intento que hizo Harold Mayne Nicholls y que le costó su mandato en la ANFP. Harold perdió su elección porque cuando se dio cuenta que los enormes recursos de la TV que estaba obteniendo el fútbol, no estaba siendo invertido en bienes durables, como en la formación de jóvenes o el mejoramiento de las instalaciones, quiso redestinar de ese recurso un porcentaje, si no recuerdo un 20%, para estos fines. Esa fue la causa por la que los clubes grandes le dijeron no, que ellos querían manejar sus ingresos y significó la salida de Mayne Nicholls. De ahí en adelante nos fuimos para abajo. Para qué voy a enumerar las fallidas presidencias que han habido desde esa época hasta este día.

-¿Cuando las SAD se instalan fueron muy pocos los grupos organizados de hinchas que se mostraron interesados en adquirir clubes? Por lo general fueron dirigentes con afinidad a ciertos equipos o empresarios que vieron una buena oportunidad de un negocio nuevo.

Pero los ejemplos de Universidad Católica u O’Higgins demuestran que cuando se eligen a las personas que corresponde, había oportunidades. Pero eso habría que dirigirlo desde la ANFP, desde allí tiene que verter entusiasmo hacia los distintos clubes y regiones; motivar a los líderes empresariales de cada zona para poder realmente administrar el club como corresponde, no con algunos casos aislados. Hemos tenido distinguidos empresarios que han tomado clubes y que en corto tiempo se aburren y los dejan. ¿Por qué? Porque en el fútbol profesional chileno hoy no hay un grupo consolidado, como lo tuvimos en la época de (Abel) Alonso o en la época de (Ricardo) Abumohor, capaz de generar un ambiente de colaboración y de ayuda al club que no tuviera todas las condiciones. Esa es la labor que requiere la administración del fútbol chileno.

Las vergüenzas del fútbol chileno

-¿Por qué no se pudo en esos tiempos, donde había una visión colectiva del progreso, del desarrollo, separar a la Federación de la ANFP?

Creo que ahí nos faltó la visión, el empuje, la decisión de decir ‘acá vamos a separar’. Yo soy absolutamente partidario de separar la labor de la Federación de la ANFP. Y es un tema al que nadie ha querido echarle mano. Mientras eso no ocurra, las culpas se reparten. Porque hoy es una vergüenza la carencia al fomento del fútbol menor. Se acabaron los campeonatos de cadetes. El fútbol femenino tiene un escaso desarrollo. Necesitamos primero modificar la ley de las SAD. Es indispensable. Conjuntamente con una mayor fiscalización, debe haber una profesionalización de la administración del fútbol profesional. Y ojo, que hay partir por la cabeza, no por abajo.

-¿Usted es partidario de que el presidente de la ANFP sea rentado?

Sin ninguna duda. Pero si son rentados, de una manera no transparente, ya que el presidente de la Federación recibe de la Conmebol entre 10 mil y 50 mil dólares, según la versión que uno lea. Lo básico es que se arme un grupo de dirigentes de clubes. Nada saca el presidente de la Católica o el de O´Higgins, que hoy día demuestran un manejo realmente profesional, si no forman una mayoría.

-¿Qué reflexión hace de los controladores de las SAD ligados a representantes, que se han hecho cargo de los clubes o que si bien no aparecen públicamente, se sabe que están involucrados en la administración? ¿Es gente que está haciendo la pasada y no les interesa el fútbol, en su opinión?

Lamentablemente, los empresarios que conozco y que han entrado al fútbol, se han aburrido del ambiente, o porque no lograron consolidar una unión entre varios clubes que generara una mayoría para hacer las modificaciones de fondo. Recuerdo que cuando nos hicimos cargo de la ANFP en los ‘90 organizamos un almuerzo con los empresarios más distinguidos de Chile, fue en los comedores del Banco Osorno. Les mostramos cómo el fútbol era una gran herramienta social para prevenir la delincuencia, la drogadicción y un canal para llegar a la gente de escasos recursos y transmitirles cómo se podía trabajar en equipo, en fin, resaltar los valores del deporte. Logramos que varios se entusiasmaran y pusieran en camisetas, principalmente de regiones, logos de las empresas.

"Hoy es una vergüenza la carencia al fomento del fútbol menor. Se acabaron los campeonatos de cadetes. El fútbol femenino tiene un escaso desarrollo".
Darío Calderón"Hoy es una vergüenza la carencia al fomento del fútbol menor. Se acabaron los campeonatos de cadetes. El fútbol femenino tiene un escaso desarrollo".

-Es nuevamente algo impensable que hoy los principales empresarios de Chile acepten una invitación de la ANFP.

Pero el fútbol sigue siendo una actividad social de la que el empresariado no se puede restar, el punto es cómo llegas a ellos. Nuestro sueño de aquel entonces era que los gerentes de las empresas grandes de la región, los gerentes de recursos humanos fundamentalmente, asumieran como presidentes de clubes. Huachipato, por ejemplo, en aquel entonces era una empresa poderosa, cómo no podría llevar el modelo de gestión a un club deportivo. Era seguir lo que Cobresal y Cobreloa en sus mejores tiempos hacían: ingresar a los mineros como socios entregándoles beneficios. Puerto Montt se asoció a empresas de pesca, por ejemplo. El objetivo era mantener desde la cúpula una dirección profesional de los clubes.

-¿Y por qué no resultó?

No resultó porque lamentablemente se fueron generando pasiones, fueron rompiéndose alianzas. El fútbol tiene un componente que es muy difícil gestionar: la pasión. Es cosa de mirar países donde la industria del fútbol está desarrollada, pero igual pasan estas divisiones. Mire el caso del Villarreal, que hoy pertenece a un Roig que lo compró porque no pudo asumir en el Valencia. El fútbol provocó una pelea entre hermanos.

El sueño versus la triste realidad

-Pero Darío, ¿usted de verdad se imagina que un reputado empresario de la plaza se va a meter hoy en un club de fútbol profesional? ¿Qué incentivo tendría?

Pero es que debemos partir de alguna manera... La Sofofa vive hoy día un nuevo ambiente. Hay gente joven, la fascinación por el fútbol que hay, por ejemplo, de los egresados de ingeniería civil industrial de la Universidad de Chile es increíble. Por razones profesionales conozco a decenas de ellos que están haciendo posgrados en Europa y que están matriculados en la Universidad Real Madrid, que es la Universidad Europea, en diversas carreras ligadas al fútbol, desde gestión deportiva hasta medicina del deporte. Lo que necesitamos es que se generen grupos virtuosos y que convenzan a las autoridades empresariales que hoy se dan cuenta de la importancia del fútbol en la sociedad y que ven que el interés de las audiencias existe. Vean cuánto marcó el partido de la U en La Plata.

-Pero también se dieron cuenta de los incidentes en Colo Colo con Fortaleza y de la tragedia de los hinchas en las inmediaciones del Monumental. Para que el fútbol chileno se convierta en una industria moderna, hay que partir de cero. ¿Cómo se hace?

Pasa lo mismo que cuando escucho a algunos políticos que declaran que van a terminar con la delincuencia. Es imposible. Para terminar con la delincuencia con la que vivimos tenemos que hacer un gran pacto nacional a diez o veinte años. Con el fútbol es lo mismo: hay que hacer un pacto entre los clubes. Lo mismo que hicimos cuando enfrentamos el tema del Cóndor Rojas, porque hoy estamos al borde de que suceda algo parecido en otra escala con el fenómeno de las barras violentas. Las sanciones que puede recibir Colo Colo podrían ser inéditas para nuestro fútbol. El ingreso de gente a la cancha con intenciones de agredir a los rivales, es inaudito. Y lo peor es que tuvimos dos antecedentes de que en cualquier momento venía algo brutal: lo sucedido en Iquique, cuando también entraron hinchas a la cancha, y la pelea entre los jugadores Coquimbo y La Serena, que también es una situación que debe ser duramente castigada... y no pasó nada. ¡¡¿Qué es lo que estamos esperando?!!

"Las sanciones que puede recibir Colo Colo podrían ser inéditas. El ingreso de gente a la cancha con intenciones de agredir a los rivales, es inaudito", afirma Calderón.
Incidentes en el Monumental"Las sanciones que puede recibir Colo Colo podrían ser inéditas. El ingreso de gente a la cancha con intenciones de agredir a los rivales, es inaudito", afirma Calderón.

-¿No le parece que llegó el momento que la tan cautelada autonomía del fútbol chileno como actividad privada tenga que ser intervenida por el Estado?

Hay una inacción de las autoridades políticas, pero fundamentalmente de las deportivas. Lo que está pasando con las barras es una locura. El fútbol chileno está en el peor momento de su historia, no solo en lo futbolístico, por lo que le está sucediendo a la Selección, que también es penoso. La odiosidad a la que se ha llegado es un cáncer que no sé si tiene remisión. La salida de la jefa de Estadio Seguro es un maquillaje. Pero todo este cuadro lo que demuestra es la falta de atributos de la dirigencia de la ANFP. No quiero referirme mucho a las responsabilidades políticas, solo decir que han sido de una lentitud asombrosa en la tramitación de las leyes, como también en el caso del jueves, la pasividad del Ejecutivo sobre algo que se venía anunciando, porque los anuncios de las acciones vandálicas de los barristas de Colo Colo comenzaron el jueves por la mañana a través de redes sociales. Lamento que Colo Colo y sus dirigentes tampoco hayan previsto con eficacia medidas sobre lo que se podía venir.

-¿Si no hay una intervención, entonces qué?

La única solución que veo es, primero, que un grupo de dirigentes activos y significativo, en términos de representación, conformen un equipo de trabajo y empiecen de cero. Que vayan a buscar apoyo a regiones, que ojalá sean capaces de generar liderazgos en provincia, acercar empresas y repensar el producto “fútbol chileno”. Luego, que la autoridad colabore dándole prioridad a la reforma de la ley SAD.

-En ese grupo que usted propone, evidentemente tienen que estar los tres clubes grandes.

En mi época de directivo, no podíamos tener a los tres clubes juntos, pero siempre tienes que tener a dos. Es imposible que los tres grandes coincidían.

-¿Cree que el presidente de la ANFP debe salir de un club grande?

No, yo creo que debe ser un profesional.

-¿Cuál es su opinión de Pablo Milad? ¿Lo conoce personalmente?

Poco, me he topado con él en algún evento social. Me parece que no tiene la estatura para ser un presidente de la ANFP. Él es un político, y por sus obras los conoceréis. Y lo único que puedo ver hoy es un lamentable balance de su gestión, tanto en lo deportivo como en lo económico y en lo institucional. Pero no le echo toda la culpa a él, Milad es uno más de un grupo de gente que no parece tener un plan y menos para generar un cambio. He conversado este tema mucho con Cristián Ogalde, un abogado egresado de la escuela de Derecho de la U, que hizo su memoria de título sobre las SAD y que es el propietario de Magallanes. Hoy está radicado en Estados Unidos. Sé de los esfuerzos que él hizo para mejorar el ambiente que hoy rodea al fútbol, pero no encontró el eco necesario en otros personeros más jóvenes, que tengan ganas de mejorías.

-La Selección está virtualmente fuera del Mundial. ¿Puede este fracaso deportivo ser paradójicamente una coyuntura favorable de cambio?

La eliminación solo va a acentuar la crisis, salvo que la Universidad de Chile logre algo histórico, eso último lo digo con la camiseta puesta... (ríe)