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“En la Selección llegué a un punto en que dije: ‘¿Para qué?’ No tenía necesidad de seguir en algo donde no era valorado"

Rodrigo Pony Ruiz dice que su renuncia a la Roja fue por la acumulación de críticas injustas y malintencionadas. Además, analiza las diferencias entre el fútbol chileno y mexicano y cuenta cómo vivió la goleada 7-0 a México en la Copa América Centenario.

Rodrigo Pony Ruiz. Una carrera impecable en México que no siempre fue reconocida en Chile. Foto: Facebook Rodrigo Ruiz.

Rodrigo Pony Ruiz (53) es uno de los pocos jugadores que, pese a sus méritos para ser convocado, no guarda buenos recuerdos de su paso por la Selección Chilena, una vitrina que para muchos futbolistas es la cima de su carrera.

Las duras críticas recibidas, las pocas oportunidades y la decisión de alejarse de la Roja en un momento en que se sentía en su mejor nivel, hacen de aquella experiencia un pasaje digno de olvidar.

Con honestidad y sin resentimientos, repasa sus actuaciones, las dificultades para adaptarse y cómo vivió ese proceso desde una mirada personal y profesional. Además, entrega su visión sobre el fútbol chileno y mexicano, y cómo esas vivencias marcaron su destino, más allá de la cancha.

-¿Sientes que hubo algo que perjudicó tu carrera en la Selección Chilena? Porque mencionabas que sentías ciertos ataques, críticas... ¿Eso se debía a algo en particular?

No, no, para nada. Lo único que quizás me faltó fue tener más minutos, más oportunidades. Pero también entiendo que era muy difícil: había jugadores de muchísimo nivel en ese momento. Tal vez yo no encajaba dentro de esa estructura. Pero sinceramente, no creo que eso justifique las críticas que recibí.

-Claro, la crítica forma parte del fútbol, pero muchas veces parecen desproporcionadas...

Exacto. A veces uno entra tres o cuatro minutos y se espera que cambies el rumbo de un partido. Es complicado. Y no lo digo por mí, sino por mi familia. Mi padre, en ese entonces, sufría al leer cosas injustas o hirientes. Se preguntaban por qué me nominaban... Eso dolía. Pero, lejos de desmotivarme, me daba más fuerza para seguir haciendo mi trabajo acá en México. Si llegaba una citación, bien; si no, también. Hasta que llegó un momento en que decidí renunciar, y eso también fue polémico.

Decisión radical: Rodrigo Ruiz renuncia a la Selección Chilena

-¿Esa renuncia tuvo que ver con la falta de continuidad en los partidos?

Sí, sin duda. Pero más allá de eso, lo que me llevó a tomar la decisión fue el tipo de críticas que recibía. Muchas veces eran malintencionadas, incluso dudando de mi profesionalismo. Decían: “¿Por qué lo llaman?”. Bueno, si me llamaban era por algo. Estaba haciendo bien las cosas en México. Cuando uno rinde, lo normal es que lo llamen a la Selección. Pero llegué a un punto en que dije: “¿Para qué?”. No tenía necesidad de seguir en algo donde no era valorado. Mi paso por la Selección Chilena fue muy breve y, la verdad, me sentí atacado de forma injusta.

-¿Y cómo recuerdas tus actuaciones con La Roja, pese a que fueron pocos partidos?

No las recuerdo ni de manera especialmente positiva ni negativa. Me tocaba entrar con el equipo perdiendo, en partidos muy complejos, y la responsabilidad muchas veces caía sobre uno que entraba desde la banca. Es difícil adaptarse rápido, cuando no hay sintonía con el equipo o cuando entras con el marcador en contra. Me hubiera gustado jugar en otro tipo de contexto, no siempre como revulsivo para dar vuelta resultados.

-¿Algún partido que te haya marcado especialmente?

Sí, uno contra Uruguay en Montevideo. Entré faltando cinco minutos, íbamos perdiendo 1-2. ¿Qué podías hacer en cinco minutos en una eliminatoria tan exigente? Muy poco. Y claro, después venían las críticas igual.

El partido del Pony ante Uruguay en Montevideo.
Rodrigo Ruiz.El partido del Pony ante Uruguay en Montevideo.

-¿Y recuerdas el momento exacto en que renunciaste a la Selección?

Fue cuando estaba don Pedro García como técnico, en 2001. Ese año salimos campeones con Santos en México. El domingo fue la final, el lunes o martes viajé a Chile. Justo ese día se entregaba la nómina de convocados y no estaba. Ahí decidí renunciar.

-¿Eso fue por no estar en esa nómina puntual o había algo más?

Fue todo. Yo había estado en una convocatoria anterior, y justo venía un amistoso entre Chile y México... ¡en Monterrey! O sea, estaba a tres horas en auto desde Torreón. Era una linda oportunidad para jugar representando a Chile, en el país donde vivía y jugaba. Pero llamaron a todos los chilenos que jugaban en México... menos a mí. Y para rematar, me llamó Jaime Pizarro —creo que era parte del cuerpo técnico— para avisarme que no estaba nominado. Yo le dije: “Está bien, no hay problema, pero si no me vas a nominar, no me llames”. Eso fue la gota que rebasó el vaso. En ese momento tenía 31 o 32 años y estaba en un gran nivel. Por eso sentí que ya era hora de dar vuelta la página.

-¿Después de eso quedaste con cierta amargura hacia la Selección o el país?

No, para nada. Eso sería una actitud muy infantil. Siempre entendí que esto es cuestión de momentos, de gustos, de decisiones técnicas. Y si no era mi momento, no era. Simple. Nunca lo tomé como algo personal.

-¿Nunca soñaste con jugar un Mundial?

No, la verdad es que no. Nunca fue algo que me quitara el sueño. Para mí, jugar un Mundial no te define como futbolista. Mira a Messi: si no hubiera ganado el Mundial, igual sería el mejor del mundo. Eso no te marca, ni para bien ni para mal.

-Para cerrar lo de la Selección… ¿Hiciste amigos, quedaste con alguna relación de esa etapa?

Amigos como tal, no. Pero me llevé bien con todos. Nunca tuve problemas con nadie. Y al final, así es la vida: amigos de verdad uno tiene pocos, los puedes contar con una mano. En el fútbol es igual. Con muchos te llevas bien y eso ya es suficiente.

El fútbol chileno y México

-¿Qué jugadores eran referentes cuando comenzaste a jugar?

Uy, me mataste con esa... Tengo muy mala memoria (ríe). Pero de niño me gustaba mucho el ‘Mortero’ (Jorge) Aravena, sobre todo por su pegada. De hecho, cuando él volvió a Unión Española, yo todavía no debutaba. Fue muy buena persona conmigo, me regaló unos zapatos de fútbol. Fue un lindo gesto.

-¿Con qué jugador sentiste mayor conexión dentro de la cancha, especialmente en tu etapa en Unión?

Con el Coto (José Luis) Sierra, sin duda. Era imposible no asociarse con él. Vivía el fútbol de una manera colectiva increíble. Te entendía, esperaba tu movimiento y te ponía la pelota donde tenía que ir. Con él, todo era más fácil. Traté de replicar eso en México con los delanteros con los que me tocó jugar.

-¿Y en México, con quién sentiste esa conexión futbolística?

Con Jared Borgetti, sin duda. Fue bicampeón de goleo, hice dupla con él y logré ayudarlo bastante. También con Matías Vuoso, otro gran delantero. Con ambos hubo una buena química dentro del campo.

Una dupla dorada del fútbol mexicano.
Rodrigo Ruiz y Jared Borgetti.Una dupla dorada del fútbol mexicano.

-¿Tu estatura alguna vez fue una desventaja?

Para nada. Siempre fui bajito, sí, pero compensaba con velocidad, manejo de los dos perfiles, podía salir por dentro o por fuera, y patear con ambas piernas. Creo que eso me ayudó mucho en mi carrera.

-¿En México hubo algún entrenador que te marcara?

Sí, Enrique Meza. Llegamos a semifinales y a una final. Más allá de su visión futbolística, lo que más me marcó fue cómo era como persona. Su manejo de grupo era excepcional. Muchos de los que hoy estamos retirados y hemos sido técnicos nos identificamos con su forma de dirigir.

-¿Cuál consideras que fue tu mejor etapa futbolística?

Sin dudas, en Santos. Estuve muchos años allí, y de 2000 a 2005 fueron temporadas muy buenas. Creo que por eso la gente me identifica tanto con el club.

-¿Qué chilenos recuerdas más por su paso en México?

Fabián Estay, por supuesto. (Iván) Zamorano también, aunque estuvo poco tiempo, lo hizo muy bien. Y Ricardo Rojas, que tuvo un gran paso por América.

-¿Cómo ves hoy el fútbol chileno? ¿Lo sigues desde allá?

La verdad, no mucho. Es más, ni siquiera sigo tanto el fútbol local de acá. No soy de los que se sientan el fin de semana a ver los 600 partidos que se transmiten en el mundo. A veces veo resúmenes, sí, pero no me engancho tanto como para darte una opinión profunda sobre el fútbol chileno actual.

-¿Pero estás al tanto de algunas cosas?

Sí, claro. Sé que Colo Colo está pasando por una crisis, que lo de (Jorge) Almirón está en veremos, si se queda o se va... También sé que Unión Española lamentablemente no anda bien. Estoy informado a grandes rasgos, pero no con la profundidad como para hacer un análisis detallado.

-Entonces, tampoco podrías opinar mucho sobre la generación actual de futbolistas chilenos.

Exacto. Si me pongo a opinar, la gente se va a preguntar “¿y este qué sabe si ni siquiera ve los partidos?”. Conozco algunos nombres, claro, pero no como para decir quién puede ser el próximo gran referente. Lo que sí me parece lamentable es el momento que vive la Selección en Eliminatorias. Los resultados no son buenos, y cuando eso pasa es porque en algún lado no se ha trabajado bien. Eso aplica para Chile, para México, para cualquier parte del mundo.

Pony Ruiz sabe del mal momento de La Roja. Foto: Agencia Aton
Selección ChilenaPony Ruiz sabe del mal momento de La Roja. Foto: Agencia Aton

El recuerdo del 7-0 de Chile a México

-Ya que mencionas a México, ¿Cómo viviste ese 7-0 que les propinó Chile en la Copa América Centenario?

Terrible. Fue en 2016. Yo en ese momento era entrenador de un equipo de Tercera División, en Tecos. Estábamos participando en un congreso de fin de semana y justo coincidió con el partido. Recuerdo que lo vimos en una sala grande.

-¿Y qué sentiste: dolor, vergüenza?

Mira, yo no soy alguien que vea un partido y se pare a gritar los goles como loco. Nunca viví el fútbol como hincha. En ese momento lo vi tranquilo, callado. Cada vez que caía un gol, todos me miraban, pero yo les decía ‘yo no tengo nada que ver’. Fue vergonzoso para México, sí, pero al mismo tiempo fue un partidazo de Chile. Era una Selección que estaba en su mejor momento, en su prime. Aun así, una diferencia de siete goles fue demasiado.

-Debe haber sido incómodo estar en esa situación… ¿chileno y mexicano al mismo tiempo?

Sí, aunque te soy honesto: lo viví de forma totalmente imparcial. No tenía ninguna preferencia. Lo único que quería era ver un buen partido, con goles, parejo, sin polémicas y con buen arbitraje. Yo disfruto el fútbol así, sin pasiones.

-Pero al final, Chile fue campeón de esa Copa.

Sí, y con justicia. Pero ojo, México siempre ha tenido selecciones competitivas. En su momento, cuando participaban en Copa América o Libertadores, solían hacer buenos papeles. Los equipos mexicanos compitieron bien contra los sudamericanos. Esa experiencia les sumaba mucho.

-¿Eres partidario de ver nuevamente a clubes mexicanos en la Copa Libertadores?

Sin duda. Creo que a la Liga mexicana y a la Selección les ha pasado la cuenta el no competir más contra Sudamérica. Ese roce internacional eleva el nivel y ojalá algún día se retome.

-¿Te parece que la liga mexicana sigue siendo un buen parámetro competitivo para medir el nivel del fútbol en la región?

Por supuesto. Tiene el potencial de ser una liga donde realmente se puede medir el nivel futbolístico de los jugadores. Es un campeonato exigente. Ahí uno puede compararse de verdad, no enfrentando —con todo respeto— a equipos de Trinidad y Tobago o Haití. México ha crecido mucho, incluso en relación con la MLS, que también ha subido su nivel. Sin duda, todo esto ha influido, para bien o para mal, en el rendimiento de la Selección Mexicana, que últimamente no ha sido el mejor.

-Desde tu experiencia, ¿cuáles son las principales diferencias entre el fútbol chileno y el mexicano?

Yo diría que el ritmo de juego. Acá en México, por ejemplo, el fútbol es más intenso, más físico. Y adaptarse a eso no siempre es fácil. Pero con trabajo se logra. También hay que considerar el entorno: juegas en ciudades con 40 grados de calor un fin de semana y a más de 2.000 metros de altura al siguiente. Antes, incluso, muchos partidos eran al mediodía, lo que lo hacía aún más complejo. Toda esa variabilidad exige una gran capacidad de adaptación.

-¿Y cómo ves la percepción que hay desde Chile hacia la liga mexicana?

Siempre ha habido un prejuicio. Toda la vida. No entiendo muy bien por qué, pero existe. En Chile se tiende a mirar con recelo a la liga mexicana, como si estuviera por debajo. A veces parece que se desprecia un poco, cuando en realidad es una liga muy competitiva, profesional en todo sentido. No digo que todos piensen así, pero hay una parte del medio que ve mal que un jugador chileno elija venir a México en vez de dar el salto directo a Europa.

Rodrigo Ruiz se ve reflejado en lo que sucede con Diego Valdés

-Esa crítica también parece extenderse a los jugadores chilenos que están en México, ¿no?

Totalmente. Te pongo un ejemplo: Diego Valdés. Fue figura en América, uno de los equipos más importantes del continente, y sin embargo en Chile lo critican constantemente. Apenas sale su nombre en una nómina, ya lo están cuestionando. A mí me pasó algo parecido: rendía en México y aún así había gente en Chile que no valoraba mi trabajo. Con Diego siento lo mismo. Es un caso muy claro.

-¿Crees que las críticas que recibió Valdés se debieron a que jugaba en México?

No necesariamente. Lamentablemente, tenemos una tendencia a mirar en menos. Incluso si un jugador chileno está en la Segunda División de Inglaterra, lo valoran más que si está en México, aunque no tenga los mismos minutos ni el mismo impacto. Y no lo digo por alguien en específico. Es un tema cultural: nos cuesta valorar lo nuestro cuando está afuera, especialmente si no está en Europa.

Pony Ruiz no comparte las críticas al fútbol mexicano y pone de ejemplo al ex volante del América. Foto: Instagram Diego Valdés.
Diego ValdésPony Ruiz no comparte las críticas al fútbol mexicano y pone de ejemplo al ex volante del América. Foto: Instagram Diego Valdés.

-¿Piensas que Diego Valdés podría terminar tomando una decisión como la que tú tomaste en su momento, de alejarse de la Selección?

No lo creo. Él todavía es joven, tiene mucho por delante. Puede estar sin problema en el proceso para el próximo Mundial. Además, ha jugado mucho más que yo. Pero sí entiendo si es que en algún momento se cansa de no ser valorado, porque esa presión desgasta. Y a veces, por salud mental y emocional, uno tiene que tomar decisiones difíciles.

-Rodrigo, pasando a otro chileno en México: ¿Qué te pareció la temporada de Bruno Barticciotto con Santos Laguna?

Extraordinaria. Estoy viviendo en Torreón y la verdad me dio mucho gusto que llegara a Santos. Desde su primer partido en México, mostró una actitud impecable y logró muy buenos números. Lamentablemente, tuvo un par de lesiones, pero me alegra mucho por él.

-¿Lo conoces personalmente?

Sí, me lo topé en un supermercado, lo saludé y fue muy grato. Le deseo lo mejor y no tengo dudas de que va a seguir rindiendo al mismo nivel. Ojalá pueda contagiar a sus compañeros, porque lo que fue el año pasado para Santos fue durísimo, muy negativo en lo deportivo.