La edición 2024 de la Daytona 500, la prueba símbolo de la serie NASCAR, tuvo un promedio de 5,96 millones de espectadores. La cifra la convirtió en una de las carreras menos vistas de la historia. Una tendencia que se repite en los últimos años, y que hace una década y media habría sido impensada por los fanáticos que crecieron viendo las competencias de sus máximas estrellas.
El fenómeno igualmente es extraño. El negocio de auspiciadores comerciales de NASCAR sigue siendo estable... y rentable. Daytona 500 generó contratos por casi 400 millones de dólares, aunque los neumáticos Goodyear, por sí solos, pusieron 125 millones. Sin embargo, ha sido el público presencial el que se ha comenzado a retirar.
La NASCAR ha intentado introducir variantes -carreras por etapas, eliminatorias-, pero los cambios no han sido un imán para las multitudes. El ex piloto de la serie Jeremy Mayfield, denunció algunos trucos que articulaba NASCAR para que las tribunas parecieran estar repletas, cuando en realidad están semi vacías. “Están cubriendo las tribunas con carteles de cerveza y todo lo demás, no porque lo impongan los patrocinadores. Es porque no tienen a los fanáticos sentados allí”, denunció Jeremy Mayfield.
El veterano piloto comparó a la serie NASCAR con otros deportes. “Michael Jordan dejó el baloncesto. ¿Qué pasó? El deporte siguió avanzando y avanzando. ¿Alguna vez has ido a un partido de la NFL o simplemente lo has visto por televisión? Están llenos. ¿Fútbol universitario? Lleno. No puedes meter a nadie más”, alegó.
Mayfield fue más allá. Le sugirió a los aficionados a que buscaran la diferencia entre las carreras antiguas y las actuales. “Observen la recta final de la Daytona 500 de 1998... Está llena, no puede entrar ni una sola persona. Si miran hoy, ¿qué ven? Asientos literalmente coloreados de tal manera que parece que hay gente. Así cuando lo ves en la televisión, parece que está lleno”, expuso.
Los motores rugientes y las graderías repletas se han convertido en un refinado producto televisivo, que se centra más en la imagen que en la competencia, han dicho los críticos, que explican la ausencia del público porque la TV muestra más emoción que la que se aprecia en la pista. “Es momento de encontrar el equilibrio entre el espectáculo por pantalla y el que se vive en la carrera. De otra manera, Daytona se terminará corriendo para circuito cerrado de televisión”, dijo Mayfield.