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Qué fue de... Juan José Albornoz

Marcado por la comuna donde nació, Talca, el exmediocampista con pasos por la Roja Sub 20, enfoca su nueva vida en el trabajo social a través del deporte.

Juan José Albornoz. El exjugador de Rangers se retiró en 2017.

Pocos jugadores de fútbol conocen tan bien la Región del Maule como Juan José Albornoz. Volante ofensivo de gran técnica, su talento lo posicionó como una de las figuras destacadas del fútbol chileno a inicios del siglo XXI.

Criado en Talca, su pasión por el balón fue heredada de su padre, exfutbolista profesional que jugó en Rangers y otros equipos. “Él me inculcó siempre el amor por el deporte, el fútbol, y la importancia de aprender a controlar la pelota, a pegarle bien, manejar los perfiles”, recuerda.

Desde joven, su camino estuvo marcado por el esfuerzo y la disciplina. Un breve paso por las inferiores de Universidad de Chile lo llevó a Santiago, pero la distancia con su familia lo hizo regresar a Talca.

Fue en su ciudad natal donde encontró la gran oportunidad: “Raúl Toro me vio y me invitó a entrenar con el primer equipo en 1997, cuando tenía 15 años. Debuté en 1998 y, a partir de ahí, fui ganando minutos importantes en Rangers”.

Ese crecimiento futbolístico le permitió ser parte de un proceso histórico en la Selección Chilena. Después de seis años de ausencia, la Roja Sub 20 logró clasificar al Mundial con una generación que incluía a Johnny Herrera, Jaime Valdés, Rodrigo Millar y Hugo Droguett, entre otros.

“Fui parte de todo el proceso rumbo al Sudamericano de Ecuador 2001. Logramos la clasificación, aunque no estuve en la nómina final para el Mundial. Es una espinita clavada, pero un recuerdo hermoso”, admite.

Para el 2003, Albornoz ya era un referente en Rangers, compartiendo plantel con jugadores como Nicolás Peric, Ismael Fuentes y Boris González. “Fue mi mejor temporada, la que me permitió darme a conocer y recibir ofertas de equipos grandes, aunque Rangers decidió no aceptarlas”.

A lo largo de su carrera, pasó por clubes como Universidad de Concepción, Unión San Felipe y Provincial Osorno. Pero una decisión marcaría un antes y un después en su carrera: fichar por Curicó Unido, el clásico rival de Rangers.

“Siempre sentí que la rivalidad se vivía más desde Curicó hacia Rangers que al revés. Lo vi como una decisión profesional y con buenas actuaciones me gané el respeto de la gente. Conseguimos el primer ascenso del club a Primera, un hito histórico”, recuerda.

La hora del retiro

Posteriormente, brilló en Palestino y tuvo un segundo paso por Curicó Unido. Sin embargo, necesitaba cerrar su carrera cumpliendo un viejo anhelo: volver a Rangers.

Y la camiseta de sus amores y con la que se retiró: Rangers de Talca.
Juan José AlbornozY la camiseta de sus amores y con la que se retiró: Rangers de Talca.

“Quise retirarme en Talca, entrar con mis hijos en la Noche Rojinegra y cerrar mi ciclo en casa. Fue el momento más pleno de mi carrera, estuve tres años en mi último paso, y es una etapa que atesoro”, comenta.

El retiro, en 2017, no fue un proceso difícil. “El último año ya estaba enfocado en otras cosas, trabajando en talleres deportivos y colaborando con colegios. Sabía que el retiro era inevitable, así que lo asumí sin problemas”.

Con la idea de seguir ligado al fútbol, estudió en el INAF para convertirse en director técnico, pero la falta de condiciones adecuadas en Rangers lo llevó a cambiar de rumbo. “No había infraestructura ni recursos, era imposible hacer un buen trabajo”.

El trabajo social

Decidido a reinventarse, optó por estudiar Ingeniería en Administración de Empresas. “Me costó mucho, hubo momentos en que quise rendirme, pero lo conseguí, sobre todo gracias al apoyo de mi familia”.

Su nueva vocación lo llevó al servicio público, trabajando en proyectos deportivos y sociales en la Municipalidad de Talca. “Comenzamos con una escuela deportiva en sectores de alta vulnerabilidad y ahora ya son cuatro”.

Luego de dos años en la Municipalidad de Talca, tuvo la oportunidad de dar un salto, y se postuló como candidato a concejal en las Elecciones de 2024. Finalmente, cayó por una estrecha diferencia.

“Yo ya sabía la realidad de la gente, me tocó trabajar con niños y familias que me motivaron a tomar esta decisión. El alcalde me presentó la opción, lo pensé y me tiré la piscina. Nos faltó muy poquito, hicimos una campaña en tiempo récord, solo dos meses, y perdimos por casi 100 votos

De todos modos, realizó una crítica a algunos exdeportistas que buscan dedicarse a la política. “No basta con ser jugador de fútbol, que la gente te conozca, tienes que capacitarte, estudiar, y además tener la experiencia del terreno, de saber las necesidad de la gente. No le cierro la puerta a volver a postularme, pero tendría que pensarlo”, admitió.

Ahora sigue en el municipio, aunque en un rol mucho más administrativo. “En este momento soy encargado de gestión deportiva de la comuna. Es un trabajo que me llena, es un proyecto muy lindo y donde somos respaldados por el alcalde que ha confiado en nosotros”.

La principal misión en el horizonte es el Mundial Sub 20, donde la comuna será sede y en donde esperan recibir a futbolistas de primer nivel. “Es un lindo desafío, tenemos que dar a conocer la ciudad y cumplir con los estándares que requiere un evento de este tipo”, advirtió.

Por último, reconoció qué es lo que más añora de la actividad. “Conviviendo en otros espacios de trabajo, haciendo otro tipo de cosas, lo que más se extraña lejos es la camaradería del camarín, eso no tiene comparación con nada, y es lejos lo que más se echa de menos”, concluyó.