Cuando uno revisa los eventos más vistos del año, todo en televisión de libre recepción, conocido como televisión abierta, no sorprende constatar que 19 de los 20 eventos más masivos del año corresponden a transmisiones deportivas.
Si bien el calendario está dominado casi exclusivamente por encuentros de fútbol, no deja de ratificar que sigue siendo el deporte un gran aglutinador social frente a la pantalla televisiva.
Domina, sin contrapesos, la Selección Chilena, devuelta a la realidad casi habitualmente mediocre que siempre caracterizó a nuestro fútbol.
Y es que el consumo de medios masivos, contrariamente a lo que cree o se especula, es un rito colectivo donde el espectador busca compartir socialmente la experiencia. Más allá de que seguir a una selección nacional, salvo raras excepciones, suele decepcionar más que alegrar.
Incluso en los ciclos a la baja, el consumo de deportes en general, y del fútbol en particular, no tiene rivales en la televisión. En 2024, además, se agregó el hecho inusual de la Copa Libertadores, que desde 2023 está en los canales chilenos, con resultados memorables y muy significativos.
La presencia de Colo Colo, el principal aglutinador de rating, y su avance hasta los cuartos de final de la Copa, cimentó números excepcionalmente altos. Tantos, que logró dar dura batalla al Festival de Viña del Mar, la noche en que Los Bunkers volvieron a la Quinta Vergara, mientras el equipo de Jorge Almirón se batía para ingresar a la fase de grupos.
Los 11 encuentros de los albos en la pantalla chica fueron un producto de primera, sin desmerecer los duelos coperos de equipos menos masivos como Palestino y Cobresal, que si bien no ganaron sus franjas, elevaron las cuotas de sintonía para el canal que los emitió.
Colo Colo, se sabe, es un imán para las audiencias, para alegría de sus seguidores y la ira de sus adversarios. No iguala a la Selección Chilena, pero le basta con sus forofos para inscribir a todos sus partidos en el top 20 del 2024.
En un año Olímpico, como fue el que acabamos de cerrar, los JJOO de París hicieron su trabajo. Con casi 193 horas en televisión abierta, todas sus emisiones lograron ganar en sintonía, pero lo que es más relevante, se impusieron en todos los grupos etarios y en todos los segmentos socioeconómicos, lo que es muy difícil de lograr.
Si bien sus peaks no alcanzaron las cumbres de los partidos de fútbol, su transversalidad le dio una relevancia más que interesante para todas las audiencias, incluso con deportes no convencionales como el tiro con arco o el skateboarding.
Mención aparte merece la emisión del oro de Francisca Crovetto, que por horario, debe haber sido uno de los sucesos con más alcance en el año que cerramos.
Ya el año antepasado, con ocasión de los Panamericanos Santiago 2023, se demostró que, transmitiendo incluso tres canales, los Juegos tenían un valor relevante para las audiencias, aunque no hay que pasar por alto que por haberse desarrollado en Chile, el imán del suelo local tuvo también un influjo directo.
Usted se preguntará, cuál es el evento que se cuela en este top 20 y que no corresponde al deporte. Bueno, es como un certamen deportivo, pero de belleza. Correspondió a la transmisión del Concurso Miss Universo, con una aspirante chilena que convocó tanto como lo hacía Alexis Sánchez en su época. No en vano, un Miss Universo puede ser como un Mundial, según los cánones machistas.