¿Cuánto le costará el 1-1 a la U? En el trámite del juego, la visión es que la igualdad no fue mala. Un penal más que dudoso, con escaso criterio futbolero, dejó a los venezolanos en ventaja. La lluvia permanente y una cancha pesada amenazaban el tranco azul. Antes del tanto venezolano, el conjunto de Gustavo Álvarez dispuso al menos de tres situaciones claras, pero no resolvió. Después la remó ante un rival que creció y no cometió los pecados que ofreció en Maracaná, cuando dilapidó el empate en el epílogo.
Universidad de Chile depende de sí misma, pero hay un dato relevante. Es posible que Carabobo no saque más puntos, un factor que enredaría las posibilidades laicas si no suma con Estudiantes de la Plata o Botafogo. Un empate con los pincharratas en el Estadio Nacional le daría cuatro de los seis puntos en disputa con el conjunto de Eduardo Domínguez, quedando casi lista para los octavos de final.
Por ahora, Charles Aránguiz enseña su jerarquía en cada pase, en cada control, en sus decisiones, en la comprensión del juego para facilitar el trabajo de sus compañeros. El equipo lo secunda y el plantel se aprecia compenetrado y amplio para afrontar una seguidilla exigente en el torneo local, con Palestino en La Cisterna y Universidad Católica, más Estudiantes, ambos en Ñuñoa.
De no mediar una hecatombe, la U tiene casi asegurado el tercer lugar, que permite ir al repechaje de la Copa Sudamericana. Esto debiera generar tranquilidad en las huestes azules. El inicio en la Libertadores ilusionó y los más optimistas pensaron en que los nueve puntos en los primeros tres partidos estaban al alcance de la mano. Carabobo recordó que en esta cita todo es relativo.
Lo de Colo Colo es muy distinto. Al cierre de esta columna aún no está resuelta la sanción que recibirá el Cacique, pero es un hecho de la causa que la comisión disciplinaria de la Conmebol decretará la derrota 3-0 frente a Fortaleza. Otra cosa sería un milagro. A partir de este ejercicio de realidad, el que Arturo Vidal quiso eludir en su particular estilo en la zona mixta, con cuestionamientos pueriles y añejos sobre el rol de la prensa, el panorama albo es complejo.
La tabla de posiciones real dirá que al finalizar la primera rueda el conjunto de Jorge Almirón totaliza dos puntos, con una diferencia de menos tres goles y cierra el grupo E. Le restarán sus visitas a Avellaneda y al Arena Castelão, cerrando en Santiago, en un Monumental sin público con Bucaramanga. Almirón, quien en la rueda de prensa ratificó que sólo le gustan las preguntas que sean un centro al área, tiene un punto en su análisis. Colo Colo dispone de las individualidades y el oficio suficientes para ir por la clasificación en condición de visita, tal como lo hizo en la temporada anterior, cuando accedió hasta los cuartos de final.
La dificultad radica en la carencia de ritmo, reflejada en los 20 minutos finales con Racing. Vidal argumentó la falta de competencia del equipo. Tiene razón. Por distintos motivos, pero ante todo por nuestro laxo calendario, el duelo con la Academia, registrado el 22 de abril, fue el cotejo 13 de la temporada. Los pupilos de Gustavo Costas registran 23. Ante Racing, Colo Colo se puso en ventaja temprano con un zurdazo fuerte, cruzado y arrastrado de Lucas Cepeda, que superó la estirada de Gabriel Arias. Un remate de manual ante el rechazo corto de García Basso. Una acción fortuita, tal como la igualdad del uruguayo Martín Barrios, que aprovechó un lateral, con participación de Adrián Martínez y el también oriental Adrián Balboa.
Acentuamos lo de “fortuita”, porque en la conferencia posterior al partido, Almirón cuestionó el tono de las preguntas, apuntando que restaban menos de cinco minutos y que todo cambiaba con el resultado. El desarrollo del pleito apuntaba a un 0-0 clavado, pero los aciertos de Cepeda y Barrios modificaron el mapa de una noche triste por el entorno. La impresión, por la frescura de Racing, es que, si el partido duraba más, la visita se llevaba la victoria.
En el plano futbolístico, no se entiende la salida de Cepeda. El técnico explicó que lo condicionaba su tarjeta amarilla, pero Mauricio Isla, Sebastián Vegas y Javier Correa también estaban amonestados. Era correcto el ingreso de Wiemberg, pero sumando a Cepeda, dispuesto para el desahogo de Claudio Aquino, que, por las circunstancias del juego, retrocedía y no encontraba a nadie cerca para asociarse.
El análisis del momento popular no puede obviar los sucesos del 10 de abril, con la muerte de dos hinchas en la cercanía del estadio. El foco institucional viró, se trastocó. El martes todo fue anormal, con un operativo policial gigante para un duelo sin público. De norte a sur fue de Benito Rebolledo hasta Departamental; de oriente a poniente partió en Exequiel Fernández y terminó en Vicuña Mackenna. Calles desiertas, cientos de efectivos de carabineros y medidas demenciales, que rozaron el absurdo en el ingreso al estadio. Así estamos, lejos de la cordura.