“En el torneo hicimos casi el 75% de los puntos, que es récord en el club en los últimos 25 años. Quedamos entre los 8 mejores de América, se ganó por primera vez en Colombia, en Paraguay hace muchísimos años que no se ganaba, en Argentina ganamos por primera vez. El equipo está muy bien, se acostumbró a competir. Es el premio de toda una temporada”.
La frase de Jorge Almirón tras lograr la Supercopa no sólo refleja el 2024 de Colo Colo, sino que plantea una comparación con los otros equipos albos campeones en este siglo.
Porque el entrenador no sólo muestras sus logros en esa frase despachada en Rancagua a los micrófonos de TNT Sports hace algunas semanas, sino que propone la comparación con los otros 11 campeones de este siglo de Colo Colo, desde aquel título con Jaime Pizarro en la banca, en medio de la quiebra de la institución, hasta la estrella 34 que baja con el estratega argentino en la banca de los albos.
El DT, además, marca una estadística en el Campeonato Nacional, donde alcanzó el 74% de los puntos en juego (67 de 90). Aunque el número se hace más gigante en la segunda rueda, ya que logró 13 victorias y dos empates en 15 encuentros (91%), que le sirvió para quedar por encima de Universidad de Chile, después de haber terminado la primera etapa del certamen en el cuarto lugar, con 26 puntos, a 6 unidades de los azules, que eran punteros en las primeras 15 jornadas.
Además, alcanzó los cuartos de final de la Copa Libertadores, un hecho que los albos no lograban desde 2018, cuando estaba Héctor Tapia en el comando técnico.
El campeón de la quiebra
El 22 de diciembre de 2002, Colo Colo registró su título 23, de la mano de Jaime Pizarro y en medio del proceso de quiebra del club, cuya gestión había quedado a cargo del síndico Juan Carlos Saffie.
Ese fue el primer título del siglo, que el actual ministro del Deporte recuerda: “Teníamos un plantel muy joven, pero logramos imponer en ellos una intensidad para competir, con liderazgos sólidos y bien marcados, como (Marcelo) Espina y (David) Henríquez. Además, estaban los talentos goleadores de (Sebastián) González, (Ignacio) Quinteros y (Manuel) Neira”.
Pizarro también analiza al actual campeón, donde su hijo, Vicente, disputó 23 partidos en la campaña: “Me pareció que tiene un gran grupo, con un amplio sentido colectivo. Además, logró un sólido funcionamiento con distintos nombres y distintos sistemas. Eso permite consolidar funcionamientos y alcanzar resultados, como los que logró en este campeonato”.
Pizarro fue campeón después de ganarle las finales a Universidad Católica (2-0 en el Monumental y 3-2 en el Nacional) y cerrar con un 65% de rendimiento, tras 13 triunfos, 6 empates y 4 derrotas en 23 partidos disputados.
El tetra de Borghi
Dentro de este siglo, el equipo de Claudio Borghi es el más recordado por el tetracampeonato alcanzado en 2006 y 2007, además de llegar a la final de la Copa Sudamericana en su primer año como entrenador albo, cuando cayó en el Estadio Nacional ante el Pachuca de México.
Otro hito que aumenta su leyenda es el trofeo del Apertura 2006, que se lo gana por penales a Universidad de Chile, el 2 de julio de ese año, en el mismo recinto de Ñuñoa.
Justamente, el campeón del mundo en México ‘86 entra al área de esa comparación de Almirón y muestra algunas similitudes. “Yo creo que hay cosas en común entre este Colo Colo y el que me tocó dirigir cuando logramos el tetracampeonato. Por ejemplo, la llegada de un jugador que cambió el equipo. En el caso nuestro fue cuando vino Rodrigo Meléndez, porque eso hizo que se formara una buena dupla con Arturo Sanhueza: el equipo ganó en solidez defensiva a partir de ese momento”, explica Borghi.
“En este equipo de Almirón, la llegada de Arturo Vidal, que le dio un carácter y un espíritu distinto. Una cualidad de liderazgo que se sumó a lo que ya tenía y fortaleció el equipo”, analiza el actual comentarista de TNT Sports.
Aunque Borghi también marca algunas diferencias a la hora de parar los equipos en la cancha: “Nosotros teníamos un esquema de juego bien definido con tres jugadores en el fondo, dos carrileros, dos volantes centrales, dos enganches (Matías Fernández y Jorge Valdivia) y un punta en un momento (Héctor Mancilla). Más tarde fue un enganche (Matías Fernández) y dos puntas (Alexis Sánchez y Humberto Suazo). En este caso, Almirón fue cambiando del 4-3-3 inicial al 3-4-1-2 del final. Y otra cosa es que nosotros teníamos un líbero definido, que era Miguel Riffo, más allá de que a veces las acciones de juego hacían que quedaran otro en esa posición, y dos stoppers marcados. En cambio, este Colo Colo cuando usó línea de tres muchas veces marcó mano a mano en el fondo y no tenía ninguno que sobrara”.
El regreso del ídolo
Los cuatro títulos seguidos con Borghi como DT se cortaron en la recordada remontada de Everton, el 3 de junio de 2008, cuando el elenco de Nelson Acosta se quedó con la corona, tras vencer 3-0 al cuadro que dirigía Fernando Astengo, en Sausalito.
En agosto de ese año, asumió Marcelo Barticciotto como adiestrador, quien recuerda aquel momento: “Ese Colo Colo del 2008 era un equipo que venía de perder la final del año anterior con Everton, después de haber ganado los cuatro campeonatos con Borghi. Era un Colo Colo que estaba golpeado, porque esa final (la de Viña del Mar) había sido traumática. Yo lo agarré a mitad de temporada, con un equipo que no andaba muy bien, por eso habían despedido al técnico anterior (Fernando Astengo). Nos costó mucho ganar ese campeonato, fue un torneo difícil; no clasificamos primero a los playoffs, sino que estaba la U delante nuestro (en el Grupo 1), que tenía un buen equipo. Teníamos la base del tetracampeonato, más Macnelly Torres, Lucas Barrios, Rodrigo Millar. Nos tocó los playoffs: primero Huachipato, y Cobreloa, al que nos costó pasar porque fueron dos partidos muy competitivos”.
Fue campeón ante Palestino. Finalizó con el 60% de rendimiento, después de 12 victorias, 7 empates y 5 derrotas en 24 partidos.
Barticciotto agrega que “era un equipo competitivo, hicimos una buena Copa Libertadores, yo renuncié entre medio. Íbamos primero en un grupo donde estaban Palmeiras, Liga de Quito, que era el campeón vigente, y Sport Recife. Yo me fui dos partidos antes, pero perdieron los dos partidos que seguían y quedaron afuera”.
El actual comentarista de radio y televisión también analiza al actual campeón: “Este equipo es muy sólido, con jugadores de experiencia y otros jóvenes, que se hizo fuerte con el correr del campeonato y con la competencia que le aportó la Copa Libertadores. Porque ese torneo le dio la dinámica y la intensidad de jugar en esas instancias. Quizás es un equipo que no brilla, que no genera muchas situaciones de gol, pero que es sólido y que basa su juego en la tenencia de la pelota -la maneja muy bien-, y que atrás es fuerte porque le llegan poco”.
Las estadísticas de Wyscout del torneo 2024 confirman la tesis de Barticciotto: Colo Colo 2024 fue el conjunto de mayor posesión de balón (64,3%); el que tuvo menos disparos en contra al arco, y el de menor índice de expectativa de goles en contra (XG).
Tocalli y el arribo de Paredes
El 9 de diciembre de 2009, Colo Colo se coronó en Santa Laura ante Universidad Católica.
Ese equipo empezaba a mostrar una figura que se había sumado para ese torneo: Esteban Paredes. El goleador histórico del fútbol chileno llegó de la mano de Hugo Tocalli.
Desde Buenos Aires, el DT apela a la memoria: “Nosotros teníamos muy buen plantel, pero, además, trajimos a (Paulo) Magalhaes y (Charles) Aránguiz desde Cobreloa; a (Esteban) Paredes, a (Ezequiel) Miralles y a (José Manuel) Rey desde Venezuela, que llega porque se vendió a Gonzalo Jara al exterior. Me acuerdo que ese Colo Colo trataba bien la pelota, se tenía mucha confianza. En definitiva, era un equipo que me gustaba mucho”.
Sin embargo, su relato se detiene en un episodio: “Estuve cerca de que me echaran, sin embargo, logramos clasificar a los playoffs y fuimos campeones”.
El ex DT campeón del mundo Sub 20 con Argentina en Canadá también analiza al actual campeón: “Es un equipo práctico, muy simple y directo. Con gente grande, de experiencia, que empujó. Hay que felicitar la campaña que hizo para salir campeón, tanto a los muchachos como a Almirón”.
Tocalli fue campeón con el 64% de rendimiento, después de 13 triunfos, 5 igualdades y 5 caídas en 23 encuentros.
La anhelada 30
Colo Colo tuvo que esperar hasta 2014 para levantar la estrella 30, esa que llevaba Paredes en su camiseta en el regreso al fútbol chileno. De la mano de Héctor Tapia, los albos alcanzaron el título en un torneo todos contra todos, en una sola rueda.
Tuvieron que pasar siete vueltas olímpicas de otros equipos, entre ellos el torneo largo que se le escapó en 2010 con Diego Cagna al mando técnico, sumado al exitoso ciclo de Jorge Sampaoli en Universidad de Chile, para gritar campeón.
En ese torneo, alcanzó los 42 puntos (a 6 de la UC), con 13 victorias,3 empates y 1 derrota en 17 partidos disputados. Un rendimiento que se encumbró en 82%, el más alto del siglo.
El ex delantero, uno de los que logró ser campeón como jugador y DT, también fue el último que guió a los albos a los cuartos de final de la Copa Libertadores. Fue en 2018 cuando eliminó a Corinthians en octavos de final y luego cayó ante Palmeiras, en la fase de los ocho mejores.
El récord de Sierra
José Luis Sierra se hizo cargo de Colo Colo en mayo de 2015 y ganó los siete primeros partidos del Apertura 2015. Una racha que lo empujó al título 31 de la historia alba.
Finalmente, con un 73% de rendimiento, se quedó con el título 31, después de 11 victorias y 4 derrotas. Uno de los pocos campeones en las historias que no registró empates en la campaña.
Además, Sierra es el único campeón como futbolista y entrenador con dos equipos distintos, ya que había alcanzado el logro en Unión Española y luego lo trasladó al Monumental (como volante albo fue tricampeón entre 1996 y 1998).
Un plantel donde estaba el paraguayo Justo Villar, Gonzalo Fierro, Julio Barroso, Claudio Baeza, Jean Beausejour, Jaime Valdés, Esteban Paredes y el último paso de Humberto Suazo en la tienda alba.
La llegada de Guede
En junio de 2016 asumió Pablo Guede y en 2017 logró la estrella 32 con el mismo rendimiento de Sierra: 73%. En total fueron 10 triunfos, 3 empates y 2 traspiés para el particular ex DT de Palestino quien, durante le dijo al periodista argentino Juan Pablo Varsky en su podcast “Clank” que en esa época “hablaban más de mí que de la Presidenta (Michelle Bachelet)”.
Con un estilo más confrontacional, también expresó en una entrevista a El Mercurio que “fuimos campeones cada seis meses... Tres títulos en un año y medio. Píntenlo como quieran, dibújenlo como quieran, pero son tres títulos más al club más grande de Chile: uno que no tenía en su historia (la Supercopa 2017) y otro que hacía 20 años que no lo ganaba (la Copa Chile 2016). Eso queda en la historia... fuimos el mejor equipo en torneos cortos".
Las dos caras con Quinteros
Gustavo Quinteros asumió el 6 de octubre de 2020, cuando los albos estaban en puesto de promoción (17 de 18 equipos) y logró justamente en esa instancia mantener al equipo en la categoría en aquella victoria 1-0 ante Universidad de Concepción, en Talca, el 17 de febrero de 2021.
Luego, con el DT nacionalizado boliviano, el equipo conquistó el torneo 2022, con un 70% de rendimiento, tras 18 triunfos, 9 empates y 3 derrotas, en 30 fechas.
¿Dónde ubicamos a este Colo Colo 2024?
Y ese plantel renovado es el que ahora levantó la estrella 34. Con el sello y el recuerdo de cada entrenador que dio una vuelta olímpica en este siglo. Fueron 12 campeones desde 2000 en adelante. Con distintos estilos, con distintos números.
Muchos colocolinos se quedan con el tetracampeonato de Borghi, porque tiene el sabor especial de haber logrado el primero de ellos en una definición ante Universidad de Chile. Y encima, se agrega la final Sudamericana ante Pachuca.
Otros, tienen un especial recuerdo de la estrella 30, con el regreso de Paredes, mientras que los más jóvenes responden con el actual festejo, ese que postergó el sueño azul, porque los albos estuvieron 10 puntos abajo en un momento de la primera rueda y que terminaron de dar vuelta la historia con el 91% de la segunda parte del campeonato.
Los más veteranos le responderán que aquel de 2002, en medio de la quiebra, tiene un sabor distinto.
Sin embargo, este título de la mano de Almirón se mete en el podio del siglo, junto a aquel de Pizarro, cuando la situación económica era la peor de la historia, y al primero de Borghi, el de los penales en el Nacional.
Un paseo por las últimas 12 vueltas olímpicas que deja esta consagración entre los mejores de los últimos cinco lustros.
