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El achique, los títulos y su trascendencia hacen de Daniel Morón el mejor arquero extranjero de Colo Colo

Un ex dirigente albo (Alejandro Ascuí), un avezado periodista (Julio Salviat), un ex portero del Cacique (Marcelo Ramírez) y un cronista del fútbol chileno (Leonardo Salazar) coinciden que el Morón es el portero de mayores galones en la historia del club que cumple 100 años.

Daniel Morón El indiscutible mejor arquero extranjero que ha pasado por Colo Colo.

Es cierto. Revisando la historia, no han sido muchos los porteros extranjeros que ha tenido Colo Colo en sus 100 años de historia. Y las razones son varias, según los especialistas. Primero, porque el club estuvo muchos años jugando, por convicción propia, sólo con futbolistas chilenos. Y segundo, y quizás lo esencial, porque el equipo albo ha salido siempre a adquirir a los mejores arqueros chilenos porque tampoco los forma, como lo explica el periodista y cronista del balompié nacional, Leonardo Salazar.

“Desde el principio de los tiempos, Colo Colo ha buscado en otros equipos, comenzando con Manuel “Maestro” Guerrero, quien llegó de La Cruz Football Club. Cuando fue castigado Misael Escuti, en tanto, llevó un año a Sergio Livingstone que estaba casi retirado. En los ’70 levantó a Adolfo Nef de la U y en los ’80, a Mario Osbén a Unión Española y llegó Roberto Rojas al disolverse Aviación. De los mejores arqueros chilenos de la historia sólo unos pocos, Nelson Tapia, entre ellos, no jugaron en Colo Colo”.

El caso es que del puñado de porteros foráneos, se puede decir que hay dos grupos bien definidos, los que fueron figuras y los que fueron un fiasco, como señala el periodista Julio Salviat, autor junto a Edgardo Marín del libro “De David a Chamaco”.

El arquero uruguayo es uno de los peores porteros extranjeros en la historia alba, según el periodista Julio Salviat.
Juan CastilloEl arquero uruguayo es uno de los peores porteros extranjeros en la historia alba, según el periodista Julio Salviat.

En este último grupo, Salviat precisa que “hubo arqueros decepcionantes en virtud de lo que se esperaba de ellos por sus trayectorias. En ese sentido, para mí el peor de todos fue el uruguayo Juan Castillo, quien cuando llegó era seleccionado de su país. Fue una decepción. Lo mismo que el venezolano Renny Vega, quien fue un habitual en su Selección durante muchos años, pero que en Colo Colo simplemente no anduvo, aunque hay que destacar que el equipo tampoco lo hacía mejor”.

En ese grupo de la decepción, se puede agregar a otro uruguayo: Luis Barbat, quien al llegar al cuadro albo venía precedido de una gran campaña en Independiente de Medellín en Colombia y que también era seleccionado de la Celeste.

“No aprovechó sus oportunidades. Terminó siendo relegado a la banca por Marcelo Ramírez y se fue de Chile sin pena ni gloria”, apunta Salviat.

Pese a los pergaminos, el argentino se fue con más pena que gloria.
Agustín OriónPese a los pergaminos, el argentino se fue con más pena que gloria.

El propio ex portero albo Marcelo Ramírez aporta otro nombre, no como decepción, sino que como alguien que no llegó en su plenitud: el argentino Ariel Orión.

“Él fue figura en Argentina y en equipos grandes. No hay que olvidar eso. Pero en Colo Colo atajó, pero sin llegar a impresionar. Para mí, fue un arquero normalito cuando pasó por el club”.

El dueño de los aplausos

En la lista contraria, es decir, en la de los que sí dejaron huellas en Colo Colo, hay varios nombres ilustres. Pese a ello, uno surge en forma unánime como el mejor de todos: el argentino Daniel Morón.

Marcelo Ramírez, quien fue su compañero, abre los fuegos a la hora de las alabanzas al “Loro”. “Aparte del gran nivel técnico que tenía, y que lo alcanzó al llegar a Colo Colo, Daniel ganó todos los títulos internacionales del club, fue campeón nacional varias veces y, para más, ha estado trabajando en el club. Es un símbolo, un colocolino de corazón. Para mí, todo eso junto lo ponen arriba, por encima de todos”, dice Rambo.

De la misma opinión es el ex presidente de Colo Colo Alejandro Ascuí, quien señala todos los títulos y recuerda que “se nacionalizó chileno por cariño”.

“Lo que hizo en la Copa Libertadores de 1991 es demasiado importante por lo que decir que Morón es el mejor de la historia no es una exageración”, comenta Leonardo Salazar. “Sus estadísticas son impresionantes y no hay que olvidar que llegó a Colo Colo con 30 años y con el objetivo de reemplazar a Roberto Rojas. No era fácil que triunfara y lo hizo”.

"Aparte del gran nivel técnico que tenía, y que lo alcanzó al llegar a Colo Colo, Daniel ganó todos los títulos internacionales del club", precisa Rambo.
Daniel Morón en la final Intercontinental perdida"Aparte del gran nivel técnico que tenía, y que lo alcanzó al llegar a Colo Colo, Daniel ganó todos los títulos internacionales del club", precisa Rambo.

A ello, añade Salazar, la confianza que le daba a sus compañeros de zaga. “Ellos sabían que Morón anticipaba y leía las jugadas de ataque contrario y eso les permitía complementar e incluso rehacerse ante errores defensivos. Lo suyo era la ubicación y la concentración. Sin ser espectacular, tenía buen promedio en todas las características técnicas de un arquero”.

Para Julio Salviat, en tanto, los números respaldan a Daniel Morón y acota que “el colocolino nunca va olvidar dos atajadas claves de él en la Copa Libertadores de 1991: el cabezazo de Andrés “Balán” González ante Universitario en la segunda fase, y el achique a Gabriel Batistuta frente a Boca Juniors en las semifinales”.

Recordando esta última acción del portero, Salviat anota que “Morón era valiente al salir del arco e inventó en Chile la jugada conocida con el Cristo Crucificado que uno veía cuando hacía el achique. ¿Un defecto? Más que eso, algo que no me gustaba: siempre alegaba cualquier cosa cuando le hacían un gol. Para él, nunca eran legítimos y siempre levantaba la mano acusando algo generalmente inexistente”.

Le faltaron años en el club

Luego de Daniel Morón en la lista de lo mejores arqueros extranjeros de la historia, el paraguayo Justo Villar es casi el elegido de todos.

El único voto disidente es de Leonardo Salazar y lo justifica. “Esto es pura cuestión de gustos y de criterios, pero para mí, detrás de Daniel Morón viene Cristian Muñoz. El “Tigre”, en general, tiene mala prensa, pero era un arquero sobrio, atajador, que respondía aunque le llegaran poco. Era un arquero hecho para Colo Colo y fue campeón con tres entrenadores distintos: Claudio Borghi, Marcelo Barticciotto y Hugo Tocalli. Justo Villar obviamente también está en el podio, ganó la emblemática ’30′ y tal como Morón, era de esos arqueros que les gusta a los defensores dando confianza y no jugando para la galería. Pero creo que le faltaron más años en el club, conseguir más títulos. No fue culpa de él, en todo caso. Lo sacaron del club injustamente”.

"Creo que le faltaron más años en el club, conseguir más títulos", dice Salazar.
Cristián Muñoz"Creo que le faltaron más años en el club, conseguir más títulos", dice Salazar.

Pero Ascuí, Ramírez y Salviat sí levantan y agitan banderas por el paraguayo como escolta de Daniel Morón.

El ex presidente de Colo Colo saca a colación que Villar “era un arquero de elite, con 120 partidos en su Selección, subcampeón de la Copa América y en nuestro club eso lo hizo notar. Salvó y ganó partidos. Viene después de Morón en mi lista, sin dudas”.

Julio Salviat transita el mismo camino al comentar que “Villar fue dueño del arco de la Selección de su país por muchos años, tomando el difícil espacio que dejó José Luis Chilavert. Cuando estuvo en Real Valladolid fue considerado entre los 10 mejores arqueros del mundo. Creo que técnicamente era tan o más bueno que Daniel Morón, pero le faltó trascender por cantidad de títulos obtenidos”.

Marcelo Ramírez, quien trabajó con Villar en su calidad de preparador de arqueros en Colo Colo, aporta un par de datos. “Justo era un gran profesional y voy a decir algo que puede ser impensable para la gente: nunca lo vi tomar malas decisiones en la cancha. De verdad. Sabía cuándo salir, cuándo quedarse, cuándo acelerar, cuándo retener. Era un portero de verdad de alto rendimiento”.

Acá, todos juegan

Entre los indiscutidos y las decepciones, hay un grupo que provoca reacciones diversas e incluso divergentes.

Julio Salviat abre los fuegos poniendo al argentino Obdulio Diano en su podio. “Yo no lo vi jugar, pero mi papá era fan de él. Jugó en el famoso Colo Colo campeón invicto de 1941, dirigido por Francisco Platko, fue muy funcional al esquema táctico de la WM y luego de tres años en Chile, volvió a Argentina donde jugó en River Plate, Boca Juniors y en la Selección. Con esos antecedentes, imposible dejarlo fuera”.

Ascuí tiene el mismo argumento y apunta que “salir campeón invicto con Colo Colo siendo una de sus figuras, algo dice. Para mí está en el quinto lugar”.

En tanto, Leonardo Salazar aporta datos que elevan para él la figura de Diano. “Él llegó a Colo Colo en la séptima fecha del torneo desde Santiago National y para reemplazar otro arquero argentino: Valentín Erazo. Trascendió y tuvo su despegue en Colo Colo”.

Todos estos argumentos no son suficientes para Marcelo Ramírez, “simplemente porque no lo vi jugar y cualquier valoración basada sólo en números termina siendo poco certera. Yo creo más en lo que me hace sentir alguien al verlo jugar”.

Precisamente basado en ese criterio, Rambo pone en la mesa de discusión otro nombre: el del argentino Miguel Ángel Onzari.

“Yo me acuerdo haberlo visto de chico, en el estadio. Era grandote, le decían “Tarzán” y un día cuentan que se volteó a varios tras un partido, jajaja. Para mí fue un referente. No sé si es de los mejores de la historia, pero para mí fue un modelo que me alentó para ser arquero de Colo Colo”.

El argentino salió campeón en 1972 con Colo Colo. Jugó solo ese año, pero deslumbró. En la foto, con la camiseta del Emelec de Ecuador.
Miguel Ángel OnzariEl argentino salió campeón en 1972 con Colo Colo. Jugó solo ese año, pero deslumbró. En la foto, con la camiseta del Emelec de Ecuador.

Julio Salviat recuerda la única campaña de Onzari en Colo Colo (la del título ganado en 1972) y lo califica de “espectacular”. “Onzari atajó mucho en ese campeonato porque el Colo Colo de Luis Álamos jugaba desprotegido atrás. Me acuerdo de un gran partido que hizo en Antofagasta. Pero tuvo la mala fortuna de comerse los tres goles del Lulo Socías en un clásico con la U a estadio lleno. Eso lo condenó. Estaba a préstamo y Colo Colo no compró su pase y fue por el arquero de Universidad de Chile, Adolfo Nef”.

“No sé si Miguel Ángel Onzari califica entres los cinco mejores porteros extranjeros de Colo Colo, pero es un hecho que en 1972 atajó mucho, salvo en ese partido con la U. Onzari fue titular casi todo el torneo, a excepción de tres partidos que jugó Mario Lara”, añade Salazar.

Alejandro Ascuí derechamente no coloca a Onzari entre sus elegidos, pero sí a otro que nadie consideró entre sus top cinco: el argentino Miguel Ángel Leyes, quien fue arquero de la Selección trasandina campeona de los Juegos Panamericanos de Cali en 1971.

“Yo fui, siendo presidente del club, el que lo trajo a Colo Colo”, recuerda Ascuí. “Leyes venía de ser muy importante en O’Higgins que jugó la Copa Libertadores, y en 1981 necesitábamos un arquero confiable porque Mario Osbén estuvo muchos meses concentrado con la Selección que jugaba las eliminatorias al Mundial de España. En ese lapso, Leyes fue titular y ganamos la Copa Polla Gol sin nuestros seleccionados. Fue súper meritorio”.

Para Ramírez, en cambio, Leyes no puede estar entre los mejores. “Lo vi harto ese año 1981, porque yo estaba en las inferiores del club y nunca representó un modelo. No se tiraba, era como grandote y poco flexible. No me generaba nada”.

Rambo, en cambio, agrega otro nombre no señalado por otros: el del argentino Sebastián Cejas.

“Lo vi trabajar y era tremendo. Fue titular en el tetracampeonato nacional y en el subcampeonato de la Copa Sudamericana. Y agrego una característica que me gustaba mucho en él: era un docente, un pedagogo. Se juntaba harto con los arqueros jóvenes de Colo Colo y les enseñaba. Muy responsable, serio y trabajador”.

El que sí suma votos de todos, aunque con matices distintos, es el uruguayo Claudio Arbiza.

“Arbiza era seleccionado uruguayo y titular en el período en que jugó en Colo Colo”, aporta Julio Salviat. “Vino a disputar el puesto con Marcelo Ramírez y, a mí modo de ver, lo superaba técnicamente, pero Rambo era volador y, como se dice en el fútbol, jugaba para la galería, para la gilada. Arbiza no. Era más sobrio”.

El meta uruguayo fue destacado no solo por su calidad técnica, sino que también por su liderazgo.
Claudio ArbizaEl meta uruguayo fue destacado no solo por su calidad técnica, sino que también por su liderazgo.

Alejandro Ascuí también menciona a Arbiza por su calidad de seleccionado uruguayo –“fue parte del plantel campeón de la Copa América 1995”- y dice que, aunque tuvo que alternar con Ramírez, “es tan campeón como él en el Colo Colo de Gustavo Benítez”.

Leonardo Salazar, en tanto, valora al meta uruguayo, pero no lo pone entre sus favoritos “porque jugó muy pocos partidos en los dos años que estuvo en Colo Colo. Ramírez jugó mucho más que él”.

¿Y qué dice Rambo, su compañero y competidor?

“Claudio era un arquero extraordinario. Muy trabajador y buen partner. Éramos compañeros de pieza en las concentraciones y era un tipo afable. Yo lo respetaba mucho. Los dos queríamos jugar y eso alentó una competencia que fue favorable para Colo Colo. Recuerdo partidos extraordinarios de Claudio a nivel de las copas internacionales que jugamos. Lamentablemente, tuvo una seria lesión en el hombro en el momento menos indicado que le impidió seguir en el alto nivel. Pero igual los hinchas lo quieren y lo respetan mucho hasta el día de hoy. Está entre los mejores”.