Beyoncé sorprendió a todos cuando sacó un nuevo sencillo, esta vez en el terreno del country, que rápidamente se posicionó cómo número 1 en las mejores listas del mundo, la artista cambió, y esta vez con un gran éxito.
Este cambio ya venía desde hace un tiempo, pues su look cowboy con sombrero blanco que tuvo en los Grammys era un presagio de lo que se venía.
Su octavo álbum “Cowboy Carter” es en realidad la segunda parte de una trilogía que la artista pensó en los tiempos de la pandemia por Covid-19 y que por fin está viendo la luz.
Con su anterior trabajo, titulado “Renaissance”, la popular intérprete había explorado el terreno del house y el disco, muy alejados de el R&B de los que nos tenía acostumbrados con temas cómo “Umbrella” o “Single Ladies (Put a Ring on It)”.
Este viernes 29 de marzo le tocó al country tener su lugar especial en la discografía de la cantante, con un álbum de 27 canciones con colaboraciones con grandes artistas cómo Dolly Parton, Miley Cirus, Post Malone, entre otros.
Este es definitivamente un paso distinto en la carrera de Beyoncé, quien se hizo mundialmente conocida por sus himnos bailables, y que no tuvo miedo de cambiar su estilo.
La controversia que desató el éxito del tema “Texas Hold ‘Em” de Beyoncé
Beyoncé adelantó parte de lo que se venía gestando en su álbum “Cowboy Carter” en su sencillo “Texas Hold ‘Em”, una reinterpretación de los ritmos clásicos y marcados del country con un enfoque más fresco, un tema exitoso que dio mucho de qué hablar.
Esto ocurrió pues la canción fue tan escuchada que llegó al primer lugar en la “Billboard Hot Country Songs”, una hazaña nunca antes lograda por una artista negra.
En ese momento los oyentes quería escucharla en la radio, pero muchas emisoras se negaron a reproducirla por -supuestamente- el prejuicio que tiene desde su fundación este género musical, el cual es caracterizado por ser nortaméricano y -usualmente- con cantantes blancos.
Sin embargo, esta controversia ayudó a popularizar más el nuevo cambio de Beyoncé, el cual se coronó cómo una reinvención de su carrera hacia ritmos impensados.