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Mario Kreutzberger, Don Francisco, y cómo es ver crecer a sus bisnietas: “Yo me lo había perdido en la vida”

El animador del clásico “Sábado Gigante” será parte del último capítulo de “Te paso a buscar”, donde revelará lo más íntimo de su familia.

Mario Kreutzberger, Don Francisco, y cómo es ver crecer a sus bisnietas
Mario Kreutzberger, Don Francisco Mario Kreutzberger, Don Francisco revela cómo es ver crecer a sus bisnietas

Mario Kreutzberger, Don Francisco, abrió las puertas de su vida íntima para hablar de su familia y cómo ha vivido la llegada de sus bisnietas. En el último capítulo de la temporada de “Te paso a buscar”, conducido por Pancho Saavedra, el animador se subió al Ford Falcon rojo y recorrió las calles y sus más de 60 años de trayectoria en televisión, donde aún tiene algunos proyectos.

Sin embargo, puso énfasis en cómo disfruta actualmente de la vida familiar que tiene, debido a que aquello no lo pudo vivir en sus años más álgidos en la pantalla chica.

“El nacimiento y desarrollo de mis bisnietas ha sido un encuentro mío con algo que no viví... Ver cómo un niño va creciendo, cómo va cambiando sus gestos, yo me lo había perdido en la vida, y ahora lo estoy recuperando”, dijo Mario Kreutzberger.

Al mismo tiempo, Don Francisco aseguró que se siente feliz de poder vivir algo que se perdió durante décadas, producto de su extenuante trabajo en televisión y programas como “Sábado Gigante”.

Mario Kreutzberger, Don Francisco, junto a Pancho Saavedra en "Te paso a buscar"
Mario Kreutzberger, Don Francisco, junto a Pancho Saavedra en "Te paso a buscar"

Mario Kreutzberger, Don Francisco, y el especial regalo de uno de sus hijos

En medio de la conversación con Pancho Saavedra, Don Francisco reveló un regalo que una vez le hizo uno de sus hijos.

Me regaló una botella con un papelito que decía ‘tiempo’. Me dijo ‘papá, tú tienes todo, menos tiempo’. Fue muy impactante para mí, y ahí fuimos con mis hijos a un terapeuta, y es donde nacieron los martes especiales”, contó.

“Yo trabajaba hasta el mediodía, y llegaban mis hijos a la casa. Yo les preguntaba qué querían hacer, dónde querían ir, qué íbamos a hacer durante toda la tarde hasta la comida de la noche’. Nunca se olvidaron, duró varios años”, agregó Mario Kreutzberger.

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