Paulina Urrutia formará parte del nuevo capítulo de “Chile lindo” que será transmitido este sábado y al que TiempoX tuvo acceso exclusivo, donde se referirá a su vínculo y relación con Augusto Góngora, quien sufrió de Alzheimer por largos años de su vida y del que asumió todos sus cuidados, los que estuvieron documentados en “La memoria infinita” de Maite Alberdi.
En el episodio, la actriz se referirá a su apodo, “Pauli”, un sobrenombre completamente especial para ella puesto que así le llamaba su amado, quien falleció en mayo de 2023 producto de la enfermedad.
“Era un sueño de niña que me dijeran de una manera especial y nunca tuve un diminutivo, excepto cuando conocí a Augusto Góngora, que me decía Pauli. Y cuando se estrenó la película, mucha gente ahora, por no decir todo el mundo, me dice Pauli, como me decía Augusto... y es muy emocionante, porque es como si me estuviera llamando”, expresa.
En el programa de Canal 13, Paulina Urrutia también hablará sobre la idea y desarrollo de “La memoria infinita”, producción que tuvo un gran recibimiento por parte de la audiencia.
“Fue algo muy especial. Yo hacía clases en una universidad y, como se ve en la película, todas las actividades que yo hacía, las hacía con Augusto. Y se nos ocurrió hacer una capacitación, a la cual fue Maite (Alberdi) y Augusto estaba de alumno, entonces ella quedó impresionada por ver a Augusto siendo parte e integrado. Creo que ahí se le ocurrió la idea... y cuando ella lo propuso, el que dijo que sí quería. Quien inmediatamente accedió fue Augusto”, explica.
Sin embargo y a pesar de que el periodista estaba emocionado por el registro, en un inicio sus hijos no estaban de acuerdo debido al nivel de exposición que implicaba, pero con el tiempo accedieron debido a la insistencia de su padre.
“Él que se dedicó a documentar y a registrar, sabía que eso esencialmente era humano: comunicar nuestras vidas y nuestras experiencias. Además era su lenguaje, lo audiovisual. Siento que fue el último acto de consecuencia en su vida, registrar su propia padecimiento y su propia fragilidad”, argumenta.
Sobre el recibimiento que ha tenido “La memoria infinita”, Paulina Urrutia recalca que dejar en evidencia su historia de amor con Augusto Góngora fue una idea de Maite Alberdi, que incluso es lo que más ha sido lo que más ha quedado marcada entre los espectadores.
“Creo que tiene que ver con la Maite (Alberdi) y de cómo ella se contactó con Augusto. Ella siempre hablaba de la historia de amor de nosotros y yo no entendía eso, porque yo siempre vi este documental como algo de Augusto. A mí lo que más me ha impresionado es que a la gente joven le guste, se fascinan con esta película. Porque la gente joven lo único que ve es la historia de amor. Es una cosa muy extraña, porque es una historia de dos personas mayores. Y uno dice, ‘pero ¿qué es lo que ven?’ Y ahí uno dice ‘ven amor, efectivamente ven amor’”.
Los difíciles momentos de Paulina Urrutia y Augusto Góngora
El proceso que vivieron juntos en el proyecto de “La memoria infinita” duró seis años, Paulina Urrutia recuerda que existieron duros momentos, los que atravesaron juntos y en el que destacó el gran amor que se tenían mutuamente.
“Son las cosas más duras, más difíciles, ahí está realmente el amor. Descubrirnos, complementarnos y estar el uno para el otro, y yo creo que eso es lo que siente la gente joven, sienten que es posible amar con esa intensidad. Ver cuando comienza el amor y ver cuando termina... nosotros nos miramos siempre con el mismo amor, o sea, nunca dejamos de vernos tal cual, de cómo nos percibimos al inicio, y eso fue así hasta el final. Hasta el final es posible amar así. Y creo que eso es lo que busca hoy día la juventud. Eso viví y eso vivió Augusto también”, expresa.
Además, Paulina Urrutia habló cómo disfrutaba de su vida al lado de Augusto Góngora, quien le hacía inmensamente feliz sólo por el hecho de despertar juntos.
“Augusto me regalaba permanentemente el placer, el placer de la vida, no el deber ser, sino que el placer de la vida, que es lo que más me cuesta, porque es prestado. Eso es lo que más me cuesta tener, porque en el fondo yo lo paso bien, pero está primero lo que tengo que hacer, está primero el deber”, comenta.
“Yo era muy feliz, simplemente era muy feliz con él, y creo que Augusto era muy feliz conmigo... y no sé si eso tiene una forma o un discurso. Éramos felices y creo que fuimos felices hasta el final. Yo era feliz durmiendo a su lado y fue muy triste no dormir juntos, pero finalmente él estaba en un catre clínico, pero yo puse una cama y dormíamos juntos igual. Y si él se despertaba, me encantaba ponerme en cucharita al lado de él. Me encantaba su olor... es muy simple, era feliz oliéndolo, tocándolo, y él era feliz conmigo. El amor de verdad es ser felices a pesar de las dificultades”.