Opinión

Columna de Gerardo Ayala | Maneje siempre a la defensiva (algo que nunca nadie le dijo a Arturo Vidal)

Son muchos los que aseguran que el fútbol es como la vida misma. Sin embargo, esos mismos se contradicen al momento, por ejemplo, de evaluar propuestas de juego. Te recomiendan andar a la defensiva si transitas por un sitio peligroso y ponen el grito en el cielo cuando tu equipo sale a buscar el cero en una cancha complicada.

Arturo Vidal
Arturo Vidal jugando ante Alianza Lima por Copa Libertadores. Foto: Agencia Aton.

No me gustó para nada lo que dijo Arturo Vidal respecto a Cobreloa tras la derrota de Colo Colo con los mineros en el estadio Monumental: “Un equipo que solamente vino a defenderse y que no aportó nada al espectáculo, se va con el premio de tres puntos que no merecía de ninguna forma”.

Y menos aún, lo que acaba de declarar tras el empate sin goles con Alianza por Copa Libertadores de América:Ellos vinieron a hacer su trabajo, a meterse atrás, a esperar alguna equivocación de nosotros. Nunca fueron rival para nosotros”.

Varios alcances a estas declaraciones:

1) Estamos hablando de fútbol profesional, de competencia, donde por definición lógica lo que se busca es el resultado. Por lo tanto, Cobreloa y Alianza no tenían ni la más mínima obligación de dar espectáculo en el estadio Monumental

2) El reglamento de la FIFA al respecto es bien claro y no admite interpretaciones: ganará el equipo que convierta un gol más que el rival (entiéndase y acéptese en consecuencia que el 1-0 es perfectamente reglamentario y buscarlo no tiene que motivar discusión). En ninguna parte dice “ganará el que juegue mejor (¿?), ganará el que ataque más, ganará el que remate más al arco, o ganará el que ejecute más lanzamientos de esquina”.

3) ¿Qué tiene de malo que un equipo venga a defenderse al Monumental? Por el contrario, es lo que habitualmente va a suceder con los equipos de provincia y la obligación es de Colo Colo, que tiene que saber resolver un puzle que ni siquiera es sorpresivo.

4) Al respecto, nada sirve exhibir estadísticas que dicen que llegamos veinte veces al arco contrario si no fuiste capaz de anotar un gol. Esas cifras solamente evidencian dos cosas: que el rival, en este caso, Cobreloa, no se defendió bien, sino todo lo contrario, se defendió muy mal, con las alabanzas lógicas para el arquero Nicolás Avellaneda que evitó una goleada. En resumen, fue la impericia de los atacantes albos lo que derivó finalmente esa tarde en un 0-2 en contra y en el 0-0 con los peruanos, que sí aprobaron sin faltas la estratega que les acomodaba. No es necesario buscarle la quinta pata al gato.

Cobreloa derrotó 2-0 a Colo Colo en el Monumental. Foto: Agencia Aton.

¿Quién inventó que era malo defenderse?

Porque para algunos pareciera ser un pecado ganar 1-0 o empatar 0-0 ante un adversario que es superior en todos los aspectos.

“A mi denme los equipos que ganan 5-3, esos son los que me gustan”

Reconozco que a mí también, para verlos por supuesto, pero siempre y cuando no sea mi equipo. Porque si te hicieron tres goles es porque algo no está funcionando adecuadamente. Y tarde o temprano el resultado va a ser al revés y ahí vamos a ver si te gusta el 5-3 en contra.

En ese aspecto, yo estoy a muerte con la filosofía de Juan Carlos Lorenzo, famoso entrenador argentino de los años 60 y 70, bicampeón de la Copa Libertadores de América y campeón Intercontinental con Boca Juniors en 1977. “Los grandes equipos se arman de atrás hacia adelante”, decía el Toto y lo ponía en la práctica en la cancha, protegiendo primero el arco del “Tano” Roma y después de asegurar el cero, salía a buscar la victoria con el talento de Ángel Clemente Rojas y los goles de Alfredo “Tanque” Rojas o de José Sanfilippo.

Sin embargo, especialmente acá en Chile, tendemos a denostar al entrenador que sabe defenderse (como si fuera tan fácil hacerlo bien). El mejor ejemplo es el de Luis Santibáñez, al que nunca se valoró como corresponde y por el contrario se le adjudicó el mote de “ratón”. Se olvida, por ejemplo, que bajo su mando una selección chilena clasificó para el Mundial de 1982 estableciendo un récord muy difícil de igualar: invicta y sin goles en contra.

Creo que el partido que mejor retrata lo bien que se defendían los equipos del “Gordo” Santibáñez fue el 1-0 en Asunción ante Paraguay, uno de los mejores seleccionados guaraníes de su historia. Soy testigo directo, porque tuve el privilegio de estar en el camarín del Defensores del Chaco para la charla técnica y sus instrucciones fueron una película anticipada de lo que fue el partido. Por ejemplo, jugó Sandrino Castec en vez de Carlos Caszely, porque el delantero azul podía cumplir dos facetas que no las iba a asumir el colocolino: tomar siempre en la salida a Gustavo Benítez, que era el único que podía poner la pelota contra el piso y bajar en los córner o tiros libres a impedir que cabeceara el Lobo Diarte.

Liderados por Elías Figueroa y René Valenzuela esa selección sacó adelante el partido y lo ganó con una contra del Pato Yáñez, algo que también había anticipado Santibáñez en la charla.

Ah, obviamente Mario Osbén sacó un par de remates desde fuera del área que tenían destino de red, pero para eso están los grandes arqueros y que son vitales cuando el rival ataca, pero llega poco, porque la que llega puede ser gol.

A PROPÓSITO DE MARIO OSBÉN

“El Gato” perfectamente puede estar en un podio de los tres mejores arqueros chilenos (Roberto Rojas y Claudio Bravo serían a mi juicio los restantes, ya que no tuve la suerte de ver a Sergio Livingstone como para opinar de él) y la verdad no recuerdo que jugara con los pies.

Porque esa es otra discusión actual: arquero que no sabe jugar con los pies, no sirve.

Por favor, arquero que no sabe atajar es el que no sirve. Esa es su función y lo otro es un plus para algunos, aunque para mí es indiferente.

Pasarle la pelota al arquero para que salga jugando está bien, siempre y cuando sea por necesidad y no haya otra alternativa.

Esto que fue un invento de Guardiola, no es aplicable en todos los equipos del mundo y en todos los arqueros.

Real Madrid vs Manchester City, Champions League
Guardiola profesa que los arqueros deben jugar con los pies. Foto: EFE. (PETER POWELL/EFE)

O si no que lo diga César Rigamonti, que llevaba 540 minutos atajando y con su valla invicta. Hasta que se le ocurrió demostrar que también era bueno con los pies, quiso pisar la pelota, canchereó y en dos minutos el Chorri Palacios le torpedeó su récord.

Una sola duda que debiera resolver un estadístico para dilucidar este tema: me gustaría saber cuántos goles se producen en un campeonato por una jugada que nace en los pies de su arquero y cuántos se sufren en el propio arco por devolverle la pelota al meta para que salga jugando. Estoy seguro de que la diferencia debe ser abismal. Y no a favor de los Guardiolistas.

VOLVEMOS A LA VIDA DIARIA

¿Por qué si la vida es un espejo del fútbol, no se acepta que un equipo sepa defenderse bien, lo que no sólo es necesario, sino que constituye además casi un boleto de supervivencia?

“Maneja siempre a la defensiva”, te dice tu papá o el instructor que te enseña a manejar. Al parecer nadie se lo dijo nunca a Arturo Vidal. De hecho, acaba de hacer una publicación en redes sociales, que realizó mientras conducía, lo que debiera significarle una durísima multa por infringir la Ley de Tránsito

“Lleva paraguas que puede llover”, “No vayas a ese lugar de noche, porque es peligroso”, “Ponte guantes que te puede dar la corriente”, “No te bañes en esa playa, que las olas son traicioneras”, etc., etc...

Por último, si usted va por una vereda y a cierta distancia viene una señora con un chihuahua, sigue como si nada ¿verdad?

Pero, si esa misma señora viene con un dóberman, un pitbull o un rottweiler… ¿se cambia o no se cambia para la vereda del frente?

Entonces, ¿qué tiene de malo que Cobreloa haya ido al Monumental a defenderse?

Tags

Lo Último

Más de Tribuna Andes

Recomendados