Con la llegada del invierno y los días de frío y lluvia, aumentan las ganas de comer cosas dulces, como sémola con leche, kuchen o picarones. Pero si no quieres salir a comprar, hoy te traemos una receta que puedes hacer fácilmente en casa.
Se trata de un delicioso cheescake, el cual podrás tener listo con unos cuantos ingredientes y sin la necesidad de prender el horno. Perfecto para después de almorzar o como acompañamiento a la hora de la once.

Aprende a hacer un cheescake sin horno
Ingredientes
- 250 gr de galletas de vino, molidas
- 130 gr de mantequilla sin sal, derretida
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- ¼ taza de leche
- 350 gr de queso crema, blando
- 200 gr de azúcar
- 4 hojas de gelatina en hojas (colapez)
- 300 ml de crema para batir, helada
- Mermelada a elección
Preparación
- Para la base, mezcla las galletas con la mantequilla derretida.
- Pon la mezcla de galletas en la base de un molde desmontable de 22 cm, presionando bien para que la base quede bien compacta.
- Para el relleno, calienta la leche y agregar la esencia de vainilla, deja infusionar por 15 minutos.
- Bate el queso crema con el azúcar y la leche infusionada, hasta tener una mezcla cremosa y homogénea.
- Hidratar la gelatina en hojas en agua helada, una vez que estén blandas, estruja bien y luego derrite a baño maría o en el microondas.
- Agrega la gelatina derretida a la mezcla de queso y revuelve.
- Bate la crema hasta antes del punto de chantilly (no debe quedar muy dura) y luego mezcla con el queso.
- Pon el relleno sobre la masa y luego refrigera por 4 horas o toda la noche.
- Desmolda el cheesecake y sirve acompañado de la mermelada.