En agosto de 2024, un grupo de astrónomos a través del uso del Telescopio ATLAS, financiado por la NASA, confirmaron el descubrimiento de un cuerpo celeste desconocido y cercano a la Tierra. Sin embargo, en una vuelta inesperada, las investigaciones posteriores revelaron que podría tratarse de una miniluna atrapada temporalmente por la gravedad de nuestro planeta.
Según los estudios, este pequeño cuerpo celeste ya cursa varios meses en compañía de la Tierra, razón por la cual, los especialistas comenzaron a indagar en su origen y composición, un hecho que consiguió no solo dejar desconcertados a los astrónomos, sino que también abrió nuevas dudas.
¿Cuál es el origen de la nueva miniluna de la Tierra?
De acuerdo a la revista aeroespacial NASANET, este cuerpo celeste, denominado como 2024 PT5, fue detectado por primera vez el 7 de agosto de 2024. Los primeros estudios revelaron que su dimensión rondaba los 10 metros y, en un principio, se creía que podría tratarse de un asteroide.
En una reciente investigación publicada en la revista Astrophysical Journal Letters, se dio a conocer que este cuerpo celeste podría ser un fragmento originado a partir de la Luna. Una primera pista indicó que presentaba una órbita similar a la Tierra en torno al Sol, y que poseía una composición parecida a nuestro satélite natural.
El astrónomo del Observatorio Lowell, el Dr. Teddy Kareta, explicó que “teníamos una idea general de que este asteroide podría haber venido de la Luna, pero la prueba irrefutable fue cuando descubrimos que era rico en minerales de silicato, no del tipo que se ven en los asteroides, sino los que se han encontrado en muestras de rocas lunares”.
Además, los resultados de la investigación establecieron que 2024 PT5 no poseía una amplia antigüedad en el espacio. “Parece que no ha estado en el espacio por mucho tiempo, tal vez solo unos pocos miles de años más o menos, ya que hay una falta de meteorización espacial que habría causado que su espectro se enrojeciera”, explicó el especialista.
